Mago Supremo: Volúmenes 4 y 5

Capítulo 200. Codex

La Profesora Farg luego explicó cómo los estudiantes pasarían algún tiempo fuera de las paredes de la Academia, de manera similar a lo que Lith ya había hecho durante el cuarto año para su especialización de Sanador.

La principal diferencia era que no serían empleados sólo de acuerdo con su especialización. Los estudiantes cubrirían todos los aspectos posibles de las actividades diarias de un mago, actuando como guardias, bomberos, curanderos o simplemente ayudando a la Asociación a lidiar con el papeleo.

-La mano sucia enseña mejor. Recuerden, sólo los monstruos prosperan en el caos, usando sus poderes para satisfacer sus instintos básicos. Soldados, nobles, magos, incluso la Corona misma, todos somos servidores del Reino.

[Se refiere a que aquellos con experiencia, que ya han realizado una cierta actividad cientos o miles de veces en su vida, saben mejor cómo realizarla. Por lo que tienen que "ensuciarse las manos" para aprender.]

» Alcanzar un poder superior significa mucho más que la capacidad de dar órdenes a gritos. Viene con una carga y responsabilidades cada vez mayores. Es sólo cumpliendo adecuadamente con su deber que sus tierras se desarrollarán y también lo hará el Reino.

» Piensen en ello antes de su primera tarea. Clase terminada.

Mientras los otros estudiantes discutían lo que acababan de escuchar, Lith observó el impacto que las palabras de Farg tuvieron en sus compañeros. Con su carisma, había hecho que personas de origen humilde, como Quylla, sintieran que tenían una vocación en la vida.

Que tenían el poder y el deber de proteger a aquellos que no podían defenderse.

Al ver las expresiones tensas de los nobles arrogantes que antes se habían opuesto a Linjos, Lith pudo ver cómo ahora se sentían inseguros. Tenían miedo de que innumerables ojos estuvieran mirando a sus familias.

Después de escuchar el discurso de Farg, imaginaron que era sólo cuestión de tiempo antes de que sus crímenes fueran expuestos, amenazando el estilo de vida que siempre habían dado por sentado.

Por sus susurros, Lith pudo escuchar en sus palabras que por primera vez en sus vidas tenían miedo de las consecuencias de sus acciones.

Aquellos como Yurial y Phloria, estaban deprimidos o emocionados. Se habían preparado para una vida de deber desde que eran pequeños. El curso del Código de Práctica significaba dar un paso más hacia su vida adulta.

No juzgué mal a Farg en nuestro primer encuentro. Lith pensó.

Ella es una líder natural, capaz de inspirar a quienes la rodean y hacer que se esfuercen por convertirse en mejores personas. El problema es que el efecto que tiene en las personas seguramente será sólo temporal.

Una vez que tengan un momento para pensar, sin la presencia de un líder que los guíe, pronto volverán a caer en sus viejos hábitos e inseguridades. Nadie se vuelve mejor persona sólo por algunas palabras elegantes, ni la justicia se vuelve más eficiente.

Me pregunto cuánto tiempo llevará, especialmente para aquellos de origen humilde, ser corrompidos por sus nuevos poderes y autoridad una vez que salgan de la Academia. Sé muy bien lo embriagadora que es la libertad de vengarse de aquellos a quienes odias sin temor a las consecuencias.

No importa si ahora creen que tienen la autoridad moral. Una vez que se den cuenta de que son gigantes en un mundo lleno de hormigas que a nadie le importan, mostrarán su verdadera naturaleza.

Hablar es barato, todos son justos hasta que tienen la oportunidad de tomar lo que sus corazones quieren y salirse con la suya.

Solus estaba un poco preocupada por él. Después de ver cómo los aldeanos de Lutia habían empobrecido a sus vecinos para su propio beneficio, lo mezquinos que eran la gente de la Tierra y Mogar con todos aquellos que eran un poco menos afortunados que ellos, supo que él no estaba equivocado.