Mago Supremo: Volúmenes 4 y 5

Capítulo 164. Batalla a Muerte

-¡Dioses, no! -Scarlett y Balkor gritaron al unísono, viendo cómo se desarrollaba la escena.

Todo había sucedido en sólo unos segundos desde el momento en que la matriz había sido destruida, sin dejarle al Scorpicore el tiempo para siquiera pensar en enviar refuerzos.

Perder a Kalla fue un gran golpe para el ejército de Scarlett. A pesar del hecho de que había evolucionado recientemente, seguía siendo la Necromante más talentosa que tenían a mano.

Balkor tenía la ventaja de la experiencia y la preparación cuidadosa. El mejor contraataque de ella era el factor sorpresa de la verdadera magia y la versatilidad que la verdadera Necromancia que Kalla había mostrado antes.

Había podido reforzar a sus tropas y cambiar de estrategia según la situación, mientras que los esclavos de Balkor, sin la supervisión de su maestro, sólo podían seguir un guión. La presencia de más no-muertos había alterado por completo el equilibrio.

-Malditos sean tú y tu información, Linjos. ¡Se suponía que los Vaalor no saldrían hasta el último día! -Rugió Scarlett.

» Ella ha evolucionado recientemente y el combate cuerpo a cuerpo nunca ha sido su especialidad. ¡Sólo la dejé ir sola porque nos garantizaste que esta noche volveríamos a enfrentarnos a esas cosas negras!

-¿Cómo se suponía que iba a saber que Balkor cambiaría tanto sus planes? -Linjos intentó defenderse.

» Mira el lado positivo, significa que está desesperado. Al matar a todos sus Tox Spitters durante el primer día, debes haber forzado su mano. Los Vaalor son su carta de triunfo. Si los derrotamos, la batalla debería terminar. No debería tener tropas más fuertes.

-¿Y si lo hace? ¿Y si ...? -Scarlett se detuvo a medio camino. No había tiempo para recriminaciones.

» Ya no podemos darnos el lujo de mantener nuestras cartas ocultas. Sólo podemos hacer todo lo posible y rezar para que tengas razón.

Sin que Scarlett lo supiera, la situación de Balkor era aún peor. El movimiento final de Kalla había sido devastador para sus planes. La liberación masiva de la magia de la oscuridad había destruido a todos los Spitters que atacaban el lado norte junto con los dos Vaalor.

A diferencia de los no-muertos inferiores que sólo requerían una pequeña chispa de su fuerza vital, cada Vaalor estaba potenciado por una gran cantidad de ella. Era un arma de doble filo. Por un lado, le permitía a Balkor compartir sus sentidos y controlarlos directamente telepáticamente a pesar de la distancia.

Por el otro, sentiría que sus vidas se desvanecían lentamente como si fueran suyas. La repentina desaparición de gran parte de su fuerza vital dañó aún más su cuerpo ya comprometido. Balkor cayó al suelo, convulsionando y escupiendo sangre sin parar.

Con su vínculo mental temporalmente roto, los Vaalor no se dieron cuenta del gran golpe que había sufrido su ejército. Continuaron siguiendo el plan original, adentrándose cada vez más en las líneas enemigas hasta que la retirada se volvió casi imposible.

Lo mismo estaba sucediendo en los cuatro campos de batalla de la Academia. Los invasores se estaban volviendo más audaces, confundiendo el repentino silencio de Balkor con aprobación. A pesar de su alta inteligencia y su amplia experiencia en combate derivada de los cristales de memoria, los Vaalor todavía eran recién nacidos.

Al darles sus recuerdos, Balkor también los había infectado con su rabia, un sentimiento que eran incapaces de controlar sin la supervisión de su amo.

Trasque, Nalear, Ironhelm, Linjos y todos los Profesores con la experiencia de combate más rica finalmente salieron del cuartel general, ayudando al ejército real y a las bestias mágicas a mantenerse firmes contra el enjambre de enemigos.