T R E I N T A

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La semana siguiente fue dura para Theo. Faltó mucho a la escuela, incluso si venía, sólo era para unas pocas lecciones. Le enviaba un mensaje cada mañana y otro justo antes de irme a dormir. Podría haber sido fácilmente tomado como una ''cosa de novios,' pero sólo necesitaba comprobar que estaba bien. Todavía no había vuelto al trabajo y cada vez que lo veía, parecía agotado o al borde de las lágrimas.

Le dejaba chocolate en su casillero todos los días y le enviaba fotos bonitas de animales al azar que había encontrado en Internet. Cualquier cosa que le hiciera sonreír, aunque fuera por un momento. Aunque se había deteriorado poco a poco, estaba volviendo a reconstruirse de nuevo. Podía ver ese pequeño destello de luz que escapaba de su pecho ensombrecido. Estaba volviendo en sí. El torbellino de emociones que se arremolinaba en su cabeza se detenía. Cada día era un poco más él mismo.

Y una semana después de nuestra pequeña pillamada en su casa, oí que tocaban en la puerta. Por poco y no me molesto en levantarme para ir a atender la puerta, suponiendo que alguien más iría primero. Pero entonces recordé que era sábado. Mi hermana estaba en una clase de natación con mi padre y mi madre estaba en el trabajo. Yo era el único que estaba en casa. Probablemente solo era uno de mis amigos, concluí, mientras bajaba las escaleras. Probablemente con un six de cervezas en la mano y un cigarro colgando de su boca, invitándome a una fiesta esta noche.

Pero en el momento en que abrí la puerta, fui prácticamente derribado al suelo, con un par de labios chocando contra los míos. Mis ojos se abrieron de par en par, sorprendidos, cuando Theo me rodeó la nuca con sus brazos y se puso de puntillas para alcanzar mis labios. Se apartó y me sonrió ampliamente. "Hola." Soltó una risita.

Levanté las cejas, pateando la puerta para cerrarla distraídamente, "¿Hola?"

"L-lo siento. ¿Debí haber ll-llamado?"

Sacudí la cabeza, "No, está bien. ¿Te encuentras bien?"

Asintió frenéticamente, con una adorable sonrisa tonta, "Me siento...bien. Me siento feliz." Susurró dramáticamente, haciéndose reír a sí mismo.

No pude evitar que una sonrisa eufórica se extendiera por mi cara, iluminando mis ojos. "¿En serio?"

"Sí. Es como si un e-enorme peso se me hubiera quitado de encima." Suspiró profundamente. "Vuelve a haber sol de nuevo. Estoy feliz."

"Mierda, Theo, eso es genial." Le revolví el pelo juguetonamente, agarrando el cuello de su sueter para arrastrar su cuerpo hacia el mío, besándolo febrilmente. Él murmuró algo contra mis labios antes de inclinarse hacia mí, continuando el frenético beso con una sonrisa. Hacía tiempo que no nos besábamos así. Últimamente, el ambiente era demasiado sombrío para algo tan desesperado y enérgico.

Estábamos tan inmersos en el momento que ninguno de los dos se dio cuenta de que estábamos subiendo las escaleras con las manos unidas mientras Theo reía como un niño y yo sonreía como un idiota. Un idiota que acababa de recuperar a su novio. Cerré la puerta tras nosotros una vez que llegamos a mi habitación, inmovilizando al rubio contra la pared mientras le besaba el cuello, ganándome dulces gemidos de aprobación.

Él me agarró de la camisa, empujándome hacia atrás con cuidado, con sus ojos hambrientos y seguros, "Luca, c-creo que...quiero..." Fue cortado por mis labios. No era mi culpa que no pudiera quitarle las manos de encima, él era malditamente adorable.

"¿Quieres que te toque?" Susurré roncamente contra su boca.

"Q-quiero que tomes mi virginidad." Jadeó. Me paralicé y me aparté, creando una distancia no deseada entre nosotros. "Como...ahora."

"¿Estás seguro?"

Él sonrió ligeramente, inclinándose hacia delante para apartar mi pelo negro y desordenado de mis ojos color avellana. "Estoy seguro."

El Chico Holandés [BxB]Where stories live. Discover now