Adrenalina

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Después de la entrada de Sirius Black al Castillo, las actividades fuera de la escuela se veían vigiladas.
Esta semana los equipos de quidditch de Gryffindor y Hufflepuff jugaban , por lo que estos días tenían que entrenar el primer día me ofrecí a estar presente en su entrenamiento, por la tardes después de mis clases.
El lunes me tocaba con Gryffindor, por lo que a las 6 de la tarde bajaría con ellos al campo de quidditch, al llegar me quedé en las gradas observándolos y vigilando los alrededores, después de una hora los gemelos bajaron de sus escobas, caminaron hasta donde estaba sentada.
-ven, vamos...-
-vamos a...-
-divertirnos- finalizaron los dos
-chicos no tengo que vigilar- les dije sería
-vamos ándale nos falta 1 para que hagamos un mini partido- dijo a lo lejos Angelina
Estaba por negarme cuando los gemelos me tomaron por ambos brazos y me llevaron hasta donde se encontraban los demás.
Todos estaban aguantando la risa por la escena que se estaba llevando a cabo, de un momento a otro sentí mis mejillas arder.
-vamos, toma una escoba- dijo Katy Bell del otro lado, había jugado en la escuela pero era un desastre y esperaba no arruinar esto.

Empezó el juego y  Fred, Alicia, Katy y Oliver eran el primer equipo, en otro lo conformábamos George, Angelina, Harry y yo.
Me tocó ser la cazadora y hubo un momento en el que me sentí externamente feliz, tenía una gran adrenalina, el viento chocaba contra mi rostro y en ese momento apareció junto a mi.
No podía ser, el no sabía donde me encontraba, que hacía el aquí, como me encontró.

-ten cuidado, esto es peligroso puedes caer- escuche que decía con un voz llena de preocupación, logrando hacer que recordara cada momento con él.

-MARIE!!!!- grito Angelina alado de mi logrando hacer que reaccionará, me sentía aturdida y empecé a descender llegando a tierra los demás bajaron y decidí que era hora de regresar.

-volvamos ahora-
Todos me veían con cara de preocupación sin decir más empecé a caminar donde estaba antes sentada y espere a que juntaban todas las cosas.
Como era posible que Edward estuviera aquí, era realmente el o me estaba volviendo loca y todo era producto de mi imaginación.

La semana empezó a pasar demasiado rápido ya era viernes y pedí permiso para salir a volar.
Al llegar al campo el equipo de Hufflepuff se encontraba entrenando, y la maestra Pomona Sprout estaba vigilándolos, deje mis cosas cerca y empecé a elevarme.

Empecé a desplazarme por los aires lo más alto que pude sin interferir en el entrenamiento, empecé a ganar más velocidad, volvía a sentir esa adrenalina, el viento frio soplando fuerte golpeando mi cara, y entonces lo escuche.
-frente te puedes hacer daño- cerré mis ojos y seguí con la misma velocidad
-abre los ojos y para ahora-
-si lo hago desaparecerás-
- ¿porqué te fuiste?-
-no estabas que sentido tenía quedarme- y entonces sentí más frío del que debería, al tener cerrados los ojos empecé a dirigirme hacia la entrada, debido a las nubes grises del día y la altura en la que me encontraba los demás no se habían dado cuenta.
Di una vuelta rápida y empecé a regresar
-vuela más rápido o natural tu presencia- hice lo que dijo y al llegar al campo ya no había nadie había estado volando por un largo rato.

Regrese rápidamente al castillo, y me dirigí a mi cuarto, tenia sentimientos encontrados, pedí que llevarán la cena a mi cuarto, cambie el color de mi cabello a ese caoba con ondas quite la pecas y frente al espejo estaba Bella Swan
la chica que fue feliz en Forks, la que descubrió el secreto de los Cullen, la misma que tuvo aventuras peligrosas que ponían en riesgo su vida, pero por estar a su lado no me importaba pero no opinábamos la mismo.
Una lagrima salió de mi ojo, realmente lo extrañaba, quería verlo, necesitaba de él, por que aunque el me dejo sola en el bosque y desapareció yo seguía queriéndolo.
en ocasiones creía que hubiera sido mejor no haber ido, empece a enojarme mi cabello se volvió de un rojo fuego intenso, empece a aventar mis cosas por todas partes, deje todo regado, empezaron a salir mis lagrimas una tras otra, sabia que el hubiera no existía y solo quedaban los recuerdos.
Tenía que aceptarlo, todas estas semanas había tratado de ocultar esos sentimientos para no lastimarte pero no desaparecían y estaba segura de que no lo harían y tenia que aceptarlo. 
tenia que dejar de quererlo p eso quería hacer.

Había decidido que después de navidad iría a completar el libro, deseaba terminarlo primero iría a Egipto por algunos meses y después a Rumania, si tenia suerte esas criaturas encerradas en las tumbas de los antiguos faraones me encontrarían. 
Hablaría con Dumbledore después, lo mas probable es que no regresaría después de estas vacaciones. 

Había pasado rápido el tiempo, nos encontrábamos a principios de diciembre, pude cumplir con mi objetivo de ayudar a Hagrid a mejorar en sus clases, ahora frente a sus alumnos era un poco mas firme, pero cuando se trataba de que los alumnos interactuaran con los animales ponía reglas claras. 
esto le ayudo demasiado debido a la demanda que pusieron los Malfoy, después del incidente, evaluaron las clases de Hagrid y realmente cumplió con las expectativas, por lo que a el no le pudieron hacer nada, pero temíamos que no dejaran las cosas así.

Hoy es el primer sábado del mes, y me dirigía a la oficina del director, en el camino me encontré pocos estudiantes pues aun era muy temprano y algunos seguían durmiendo o estaban en el gran comedor para después poder salir a Hogsmeade. 
al llegar dije la contraseña y llegue hasta la puerta y sin mas toque.
-adelante- se escucho desde adentro
-buen día profesor- salude mientras ingresaba- el sonrió
-venia a platicar con usted sobre mi estancia en el castillo-
-¿ya decidió a donde ira despumes de vacaciones?- sabia que de algún modo el ya lo sabia
- si así es, quiero empezar en Egipto, se que los animales por descubrir me encontraran, por que eso de que nosotros los encontramos o descubrimos no es verdad, si ellos no desean ser descubiertos nunca los vemos- 
-en efecto, ¿quiere que contacte a algún conocido para que le ayude con su estadía?- le sonreí
-no quisiera molestarlo más de lo que ya lo e hecho...-
-no es molestia y se que el joven Weasley estaría encantado de convivir con usted, aparte de que la puede ayudar-
-seria, una excelente oportunidad, muchas gracias, me comunicare con el para arreglar todo-
salí de su oficina y fui a darle la notica a mi tío, estaba demasiado contenta, y mas por que esto me ayudaría a  olvidar un poco, o mas bien a no recordar por un tiempo.


Mi vida mágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora