Percy

230 13 3
                                    

Tenía frío y unas extrañas ganas de comer tacos...tacos azules, debo decirle a Leo que me prepare unos pero primero debo buscar una forma de salir del hielo. Me di cuenta de que estaba en alguna clase de jaula hecha de un hielo resplandeciente y transparentoso, solo lo suficiente para saber que había otras jaulas a mi alrededor. Me sentía como un zapato en una caja de zapatos...ok, debía salir de ahí.

Me concentre y empeze a derretir el hielo lentamente, podría haberlo hecho rápido pero si tenía que luchar después de salir de ahí debía tener energía y empeze a buscar a Annabeth en toda el agua a mi alrededor, debía asegurarme de que ella estuviera bien. La encontré y empeze a derretir el hielo a su alrededor también, podría haber derretido el hielo de todos a mi alrededor pero seria peligroso hacerlo sin saber a que nos enfrentamos.

Fue entonces cuando escuché un grito y luego otro, era claro que eran de dolor. Alguien estaba agonizando, debía ayudar inmediatamente. Derretir el hielo a mi alrededor y dejé que el agua helada callera sobre mi, sentí como mi cuerpo suplicaba compasión por el agua helando mis huesos y una descarga de energía. Saque a Contracorriente de mi bolsillo y mire a mi alrededor. Había doce jaulas acomodadas estratégicamente en un círculo, cada una tenía tallado el símbolo de un dios. Detrás de las doce prisiones de hielo había más, todas con un símbolo.

Otro grito.

Me concentre y derreti todo el hielo alrededor de Annabeth. La jaula con el símbolo de Atenea colapso y vi al inconfundible cabello rubio de mi novia empapado de agua y temblando de frío. Corrí a ella y la seque.
- Annabeth, ¿Estás bien? ¿Te lastimaron?
- Estoy bien, Percy. ¿Y tú?
- Estamos bien.

Empezó a observar el territorio y yo me acerque a la siguiente jaula para empezar a trabajar pero Annabeth me detuvo.
- Espera, si destruyes una más se activará ese mecanismo de allá y aplastará a los demás con la nieve acumulada en el techo. Matara a todos  los que atamos aquí.
Me aleje de la caja-prision y observé el techo viendo lo que decía Annabeth.
- ¿Porque nos trajeron aquí?
- Mira como están acomodadas las jaulas, Percy. Zeus, Poseídon, Afrodita, Apolo...son los doce menos Hera, pero también hay una de Hades...dentro debe haber un hijo de cada uno.
- ¿Y en la de Artemisa?
- Debe ser una de sus cazadoras.
- ¿Thalia?
- Es probable.
- ¿No nos escuchan?
- Dentro no se escucha nada, tu tal vez puedas pero eres como un pez así que...
- Debemos salir de...
Otro grito.
- ¿Que Hades es este lugar?
- No tengo mi idea pero están tortura do a alguien, debemos ayudar.
- No tengo un arma.
- Y no la necesitaran.
Nos volteamos lentamente y vimos a la cosa más horrible que he visto en mi vida después del Tartaro.

Era un chico rubio que parecía como si lo hubieran cortado por partes y luego unido con ¿Hielo? Tenía sangre congelada en su ropa y su cara... realmente repugnante apare de todo olía a muerto hechado a perder. Note como Annabeth contenía las ganas de vomitar y yo me tape la nariz sin poder evitarlo.

- Octavio.
Mi voz probablemente no era muy intimidante pero el olor del traidor romano era realmente insoportable.
- Así es. Bienvenidos a él infierno helado.

Hola, se que no subí nada la semana pasada pero no me sentía con ganas de escribir y enserio no tenía ideas, llevo unos días dándole vuelta a esta idea y espero que les guste. Voten y dejen sus comentarios. Los quiero.

Un Año Más en la Vida de un SemidiosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang