—¡Delphini!

—¿Qué?

—¡Estoy aquí!—dije cerrando los ojos.

—Ya lo sé.

—¿Entonces por qué diablos te quitaste la toalla?

—Oh vamos, Jacob. Ya te dije que te tengo confianza.

—Ya se que me tienes confianza.—dije entre dientes.—Pero no esa clase de confianza, eres mi hermana, Isabella nunca...—me interrumpió.

—Yo te demuestro que te quiero mucho, Jacob. Ya puedes voltear.

—No.

—Ya me cambié.

—Sí me estás mintiendo, Delphini. Me iré a mi habitación y no te hablaré.—dije volteándola a ver, ya estaba cambiada.

—Me gusta esa actitud eh.—sonrió.—Pero como decía, nos tenemos confianza aquí.

—Yo no dejaré que me veas desnudó.—me negué.—Por Salazar eres mi hermanita.

—Yo ya te he visto.

Abrí mis ojos al tope, ella soltó una risita.

—Me he metido en tu cabeza, Jacob. Cuando aparecía en tus sueños y todo eso.

—¿Te metiste a ver mis recuerdos?—pregunte algo molesto.—No tenías ningún derecho de hacerlo.

—Sí, lo hice. Y mira que vi unas cosas que.—arqueó sus cejas mientras movía la boca.–El caso es que lo hice por tu bien.

—¿Cuál bien?

—Tenía que saber dónde estabas, con quienes te juntabas, quienes eran esas personas con las que habías estado viviendo todo este tiempo.—desvió la mirada un segundo.—Lo bueno que viviste con alguien que sirvió a nuestro padre en sus tiempos.

Delphini está mal, muy mal.

Me levante acercándome a ella.

—No puedes ver mis recuerdos, no puedes meterte en mi cabeza, Delphini.—dije duramente.—Habló enserio, no estoy para juegos tuyos.

Ella se me quedó viendo, y asintió.

—Lo que tú digas.–se encogió sus hombros.—Bueno, solo para avisarte que hoy vendrá alguien.

—¿Quién?

—Luego lo verás, no tarda en llegar.—puso su mano en mi pecho, pero la baje.—Ven, vamos a desayunar.

No dije nada más, camine un poco alejado de ella mientras bajaba el piso princípiala para ir al comedor y sentarnos a desayunar.

—Jacob aprovechó que estamos tú y yo para recordarte que si de alguna manera tratas de huir, o de simplemente abandonarme....

—Joder, Delphini. Se bien lo qué pasa.

—Hiciste el juramente, estar conmigo, no dejarme sola, no abandonarme, eso es algo que no puedes romper fácilmente... no sin recibir la consecuencia.

Deje el cubierto de mala manera volteándola a ver.

—Yo ya se todo eso, yo ya se que no tengo que hacer. Ahora cállate y come.

Se que era malo con ella y hasta duro, peor ella me pedía serlo, pedía que fuera así.

Al terminar de desayunar fui hacia una habitación que tenía una chimenea y varios estantes de libros de hace años. Tocaron la puerta.

¿Y si eres tú? |Scorpius Malfoy| [#2]Where stories live. Discover now