Capítulo 20:

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Nota: Vean las notas finales para el anuncio :D Y felicidades a los que notaron mi foto de perfil este día xD Los que no llegaron, algún día entenderán a lo que me refiero ajajja

Capítulo 20: "Medicina"

—Voy a dormir al sofá.

—Pero te dolerá la espalda.

—Necesitas esa almohada, Nagito. Sino empeorarán tus dolores de cabeza.

Entonces el albino suspiró. Siendo ya hora de dormir después de tan agobiante día, habían discutido. Como siempre, el motivo era el trabajo. Aunque para Nagito el trabajo era una excusa para una condena. Bajaron del auto y seguían enojados, supuestamente.
Ambos temían molestar al otro con su presencia, y era un asunto diferente cuando tenían que compartir cama. Claro que, con su inseguridad, malentendían que no querían estar cerca. Era lo contrario y lo entendieron cuando surgió ese absurdo diálogo.

—¿Podemos dejar de fingir que estamos haciendo la ley del hielo? — preguntó entonces Nagito mientras desempacaba todo para buscar su pijama y el uniforme para el día siguiente. Le daba la espalda a Hajime, quien volvió a colocar las almohadas en su lugar. Tampoco quería irse.

—Te dije cosas crueles — dijo el castaño. El contrario no volteó a su encuentro. Se quitó la camisa, exponiendo su pálida piel sin pudor a diferencia de cualquier otra vez. Hajime observó las cicatrices en el extremo del brazo y la prótesis. ¿Lo hacía por él?

—Yo también te dije verdades... crueles — respondió, mirando por el rabillo del ojo —. Tal vez tú hiciste lo mismo. No lo sé. En una discusión siempre hay tres versiones: la tuya, la mía y la verdad.

—No sé cuál es la verdad. La deduzco por hechos y hay opiniones personales que la nublan, he de admitir — confesó rascando su nuca. Vaya que estaba exhausto para tener esa conversación —. Sé que estás enfermo y lo que podemos-.

—Hajime, duerme a mi lado — no le sonrió al decirle aquello. Se acostó con su pijama puesto sin sus pantalones, mostrando los tajos más llamativos en los muslos y se dio la vuelta. Definitivamente lo estaba haciendo apropósito para darle confianza. Funcionó para acostarse también.

Quedaron mirando los lados contrarios. Nagito quería seguir hablando, pero su dolor de cabeza estaba al máximo esa noche. No tenía las fuerzas para decir lo que necesitaba escupir. Sabía que incomodaba a Hajime y seguramente le hacía recordar cosas que no quería. Había vivido lo suficiente como para saber que ciertas palabras, gestos u objetos eran un detonante de memorias. Cosas inocentes como un esmalte rojo lo paralizaban. Le daba miedo decirle al castaño algo así inconscientemente.
Si no le contaba, si no hablaban, ¿Cómo sabría qué precausiones tomar? ¿Cómo podría ayudar? Siempre dejaban las cosas ambiguas. Ahora no podían hacerlo si debían seguir el plan.
Tímidamente, el albino dio media vuelta. Quedó viendo la espalda de Hajime, y él pudo sentirlo. Lo imitó. Sus ojos se encontraron y con eso se dijeron todo.

—Sigues con tu uniforme — notó Nagito. El heterocromático asintió con la cabeza.

—Mañana usaré el de repuesto. Estoy demasiado cansado — respondió.

—Dame la mano — mandó ofreciendo su parte metálica. Sin dudarlo, Hajime la tomó. Se quedaron en silencio un rato más. Nagito cerró los ojos y habló —. No sirve de nada que no me muestres las heridas que están en tu piel. Veo las que están en tu corazón y mente, Hajime.

—Por favor, no-. — se hizo costumbre interrumpir antes de que le dijera otra excusa.

—¿Crees que eso impediría que me preocupe por ti? ¿Que te ame? — preguntó en susurro, con la misma expresión nula — Yo no te culpo.

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⏰ Last updated: Jul 30, 2021 ⏰

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