Capítulo 13

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Gaia llevaba una semana en la nueva sede de los vengadores, pero le resultaba imposible comportarse neutra hacia la gemela. Las pocas veces en las que se había encontrado con ella, la ojiazul simplemente apartaba la mirada y seguía con su camino. Steve había intentado que la joven hablara con ella, pero esta simplemente se negaba a hacerlo.

Era un jueves a temprana hora cuando la pelinegra se encontraba en el gimnasio de la sede. Su plan era reponer todo el ejercicio que no había hecho en esos dos meses, pero la realidad era que estaba ahí para pensar un poco sobre la nueva vengadora. Gaia era consciente de que necesitaba arreglar las cosas con ella debido que ahora eran, aunque no le gustara, del mismo equipo.

-Parece que alguien no despertó de muy buen humor-escuchó la joven. Al voltear se encontró con Sam.

-Hola Sam-lo saludó la pelinegra, dejando a un lado las pesas.

-¿Está todo bien?-preguntó el moreno, al notar el color de ojos de la vengadora.

-Sí... todo está bien-Gaia caminó hasta una de las bancas y tomó su botella de agua-no pensé que fueras de los que se despiertan temprano-

-No lo soy, pero no sé por qué hoy no puedo dormir-se quejó Falcon.

-¿Pesadillas?-

-Para nada-respondió.

-Tal vez ya recargaste todo lo que podías-comentó la joven con una sonrisa.

-Tal vez sea eso... ¿el cap aun no despierta?-preguntó Sam.

-Dijo que iría a ver unos asuntos a Brooklyn-mencionó la pelinegra.

-¿Tan temprano?-

-Sí... parece que encontró algo relacionado con Bucky-

-No se detendrá, ¿cierto?-en la voz del moreno podía leerse la preocupación.

-Steve tiene miedo de que HYDRA haya vuelto a atraparlo... pero dudo mucho que lo hubieran hecho-

-Es muy escurridizo-murmuró el portador del exoesqueleto.

-Es lo que se espera del mejor asesino de HYDRA-mencionó Gaia-si él quisiera que Steve lo encontrara... ya habría dejado pistas-

-¿Dices que no quiere ser encontrado?-

-Si ha recordado algo de su pasado, dudo mucho que le sea fácil mirar a Steve a la cara... y puedo entenderlo-la joven dejó salir un suspiro pesado, recordando el atentado en Manhattan.

-Pero él solo quiere ayudarlo-

-Sí... pero algunas personas piensan que no tienen salvación-el moreno la miraba con una mueca, sabía que aquellas palabras también la involucraban.

-Todos merecen una segunda oportunidad-comentó Sam.

De nuevo escuchaba esa frase. Gaia lo miró con el ceño fruncido, esas palabras le recordaron a su motivo para estar en el gimnasio tan temprano, y se sintió frustrada. Sin decir otra cosa, la ojiazul volvió a sus ejercicios, dejando al moreno confundido ante su reacción.

Horas más tarde, el capitán regresó a la sede, pero no se miraba nada contento, por lo que la pelinegra se imaginó que no había obtenido un buen resultado en la búsqueda de su amigo de la infancia. Gaia intentaba reconfortarlo, pero el rubio seguía con la sensación de que HYDRA estaba detrás de su amigo.

-Ya te dije, si HYDRA lo tuviera de regreso, ya estaría alardeando-mencionó la joven, mientras leía algunos informes.

-Pero no es posible que no haya ningún tipo de rastro... nadie hace un trabajo tan perfecto-se quejó el primer vengador.

Mystic: Angel FallWhere stories live. Discover now