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Sin nada que hacer, con el departamento reluciendo de limpio, sin ropa que lavar y nada de trabajo pendiente por hacer. Así es el día de KyungSoo, un sábado para nada productivo por no tener nada pendiente por hacer, pero no se quejaba para nada en tener que ocupar su día en solo estar recostado en el sofá de la sala, con una manta suave y calentita tapando sus pies mientras en la televisión se reproduce una de sus películas favoritas.

Sus ojos fijos en la pantalla del televisor, mientras sus pies se mantienen estirados y sus manos sobre el bultito en su vientre cubierto por un suave suéter de lana. Solito sin nadie ahí a su lado.

 Una escena de la película en donde los protagonistas visitan una tienda de convivencias  es la culpable de que su boca comience a salivar y en su vientre un retortijón se escuche. Su atención esta pendiente en los estantes que pasa el guapo actor,  los paquetes de ramén, las bolsas de papas y doritos, los dulces y las bebidas. Todo comienza a antojarsele y pronto se encuentra sentado ya con sus descalzos pies sobre la alfombra, apresando su labio inferior sin saber si seria prudente interrumpir a su novio o aguantarse el hambre que de repente tenia, a pesar de ya haber desayunado muy, pero muy bien.

-También es suyo, ¿no?

Susurrando para si mismo, convencido ya un poco mas se pone de pie y a pasitos cortos camina hasta el comedor, en donde su tatuado novio esta de lo mas concentrado trazando linea tras linea en una hoja blanca, con unas más regadas por la base de madera junto a lapices distintos. 

Kyungsoo aprieta una de sus manos sobre la otra, sintiéndose mal por querer interrumpir en su trabajo a Chanyeol, así que se da vuelta decidido a aguantarse y no ser un molesto embarazado  tragón.

-¿Qué sucede Bebé?- Chanyeol dice, parando su andar.

-Nada- miente, viendo que el pelinegro sigue con sus ojos puestos en su trabajo. Realmente estaba muy ocupado.

-Anda, puedes decirme- Deja el lápiz a un lado, volteando a ver al castaño. Sus mejillas están un poco carmín y sus labios se mueven en  tiernos pucheros- Puedes pedirme lo que quieras, cariño.

Chanyeol sonríe de oreja a oreja cuando se da una idea de lo que puede ser, en espera de que su novio solo pida y el feliz correrá por todo lo que desee, sin importar que su cartera pueda quedar vacía. Su felicidad es contagiada al castaño frente a él, quien mas seguro decide confesarle el motivo de su interrupción.

-Es que el bebé tiene antojo de muchas cosas- Decide culpar al bebé creciente en su vientre, señalándolo con uno de sus dedos.

-De que tienen antojo mis bebes- Chanyeol ríe, amando totalmente el lado tierno de Kyungsoo.

-El bebé quiere ramén, chocolate, helado, una cajita de leche de chocolate y unas papitas.- enumera con sus dedos, remarcando la palabra bebé al inicio.- ah, y también gomitas de panditas.

El tatuado anota mentalmente todo, asintiendo a su vez que se pone de pie y va hacia su novio para darle un pequeño beso sobre la nariz , prometiendo que volverá rápido. Toma su calzado, llaves y cartera, y sale del departamento, corriendo hasta el elevador del edificio y bajando a toda prisa por el camino hacia la tienda de convivencias más cercana.

Una vez llega sus ojos recorren los pasillos por encima, en busca de todo lo que Kyungsoo le a pedido. Toma una canasta de metal que le ofrece el amable señor que atiende en la caja y comienza a recorrer entre todos los anaqueles, tomando todo lo pedido y agregando unos -muchos-  más.

Con tres bolsas llenas de sus compras sale feliz del establecimiento, con ningún alimento saludable y todos principalmente para Kyungsoo, claro que para tener de repuesto por si en algún momento de la madrugada aquellos antojo surgen de nuevo. 

PROYECTO [ CHANSOO ]Where stories live. Discover now