𝐓𝐮𝐫𝐧 𝐦𝐞 𝐨𝐧 | 𝘈𝘪𝘻𝘢𝘸𝘢 𝘚𝘩𝘰𝘶𝘵𝘢

𝐓𝐮𝐫𝐧 𝐦𝐞 𝐨𝐧 | 𝐱

En primer plano de todos los noticieros se veía a Gran Torino quitando su cuerpo moribundo del cristal que la atravesaba, la secuencia mostraba como un aura rosada la envolvía hasta encandilar el lugar y luego se desvanecía dejándola como nueva. 

Claro que eso no pasó desapercibido para Shigaraki, quien se encontraba fascinado por el don de la mujer. Aún no lograba terminar de comprenderlo, "al parecer es un quirk de curación, pero ¿por qué esperó tanto para usarlo? Aunque podría decirse que se activó por sí solo, sin que ella le diera consentimiento". 

Decidió continuar observándola por un rato, después de todo, no le venía mal saber a quién recurrir si estaba herido.

[...]

En cuanto abrió los ojos lo primero que vio fue a dos helicópteros con reporteros arriba filmando todo lo que sucedía,  soltó un bufido y se puso de pie, gracias a la explosión que causó dos de los nomus habían muerto instantáneamente y el otro murió a manos de Endeavor.

—Genial, salí como una andrajosa en televisión—comentó despistadamente mientras miraba su blusa de ceda blanca perforada y bañada en sangre, junto con sus pantalones de vestir negros deshilachados. 

Con todo el desastre no logró llegar con Haru, tenía que hablar con la policía, explicar lo sucedido, probablemente la denunciarían por destruir propiedad privada y tendría que pagar por un restaurante completo. 

Caminó por los pasillos del hospital con dos cafés en mano hacia el cuarto donde estaban Midoriya, Todoroki e Iida. Fuera de la habitación esperaban Torino y Endeavor, le entregó el café restante al segundo mencionado y se apoyó en la pared con un humor de mierda rogando porque la policía terminara de una buena vez y los dejara volver a sus respectivas ciudades.

—¿Levantarán cargos contra ti, Akiko?—preguntó preocupado Sorahiko.

Ella tomó un sorbo de café y se encogió de hombros restándole importancia.

—Supongo que ahora tendré una cadena de comida.

La verdad sospechaba cuáles serían las consecuencias al idear su plan, pero no se hacía problema, su trabajo jamás fue barato y su familia era rica, así que comprar un restaurante y luego venderlo en buenas condiciones no sería difícil. Tenía muchos contactos gracias a su padre.

La puerta se abrió dando paso a un par de policías que acababan de hablar con los chicos.

—Bueno, escoltaremos a la doctora Yosano y a los niños hasta Musutafu, la prensa está enloquecida por tomar cualquier información que puedan de lo que pasó.

[...]

Su celular no paraba de recibir mensajes de todo el mundo, tuvo que apagarlo para que no la molestaran. A su vez tenía al niño aprendíz de All Might haciéndole miles de preguntas sobre su quirk y anotandolas en una libreta mientras murmuraba cosas.

—¿En qué se basa su quirk? ¿Hay personas con las que no le sirve? ¿Revive personas? ¿Cuántos segundos antes de la muerte se activa? ¿Cuenta esos segundos? Si no los cuenta, ¿Entonces funciona por sí solo? ¿Cómo lo descubrió? ¿Tuvo algún accidente y así...?

Iida tapó su boca antes de que continuara diciendo incoherencias que hartaban bastante a Yosano. “No quieres hijos pero te metes en un trabajo repleto de ellos, que inteligente, Akiko”.

—La doctora Yosano debe estar cansada, Midoriya, no está bien que la ataques con tantas preguntas—dijo con tono severo y el semblante fruncido como si fuese un soldado.

Deku pareció recapacitar y la miró apenado mientras hacía una leve reverencia, cosa que enterneció un poco a Yosano.

—Lo lamento, señorita, es que me apasionan los quirks tan geniales como el suyo—rió un poco nerviosamente, claramente por lo avergonzado que estaba.

El silencio sembró en la gran camioneta de policía, uno en extremo incómodo que ninguno de los chicos sabía cómo romper. Después de todo eran niños y la mujer junto a ellos era muy intimidante.

Akiko sonrió un poco ante el entusiasmo de Izuku, le recordó a la reacción de Yagi cuando se enteró de su quirk.

—Tranquilo, te contestaré lo básico—los tres adolescentes la miraron sorprendidos y prestaron toda su atención.— No puedo revivir a nadie, solamente puedo sanar completamente el cuerpo antes de que alguien muera, si estoy extremadamente fuerte hasta puedo regenerar partes del cuerpo. La verdad es que mi quirk no es una ciencia exacta, no cuento segundos ni nada, simplemente lo hago, supongo que a ustedes también les pasa. Aunque supongo que mi carrera me ayudó a determinar en qué momento es más efectivo aplicarlo o en qué cantidad.

Deku anotaba todo rápidamente en su libreta, mientras paseaba su mirada entre Yosano y lo que sea que estuviera escribiendo.

—Aunque tiene sus cosas malas, si alguien está malherido pero no moribundo, debo hacerle una herida letal para poder ayudarlo—rió levemente.— Y eso no es muy agradable que digamos, como podrán imaginar.

Continuó un rato más dándole datos al niño sobre su habilidad, le gustó por fin poder compartirla, aún sabiendo todos los problemas en los que ahora estaba metida. Claro que evitó comentar cómo descubrió su quirk, porque eso se quedaría entre Toshinori y ella.