𝐓𝐮𝐫𝐧 𝐦𝐞 𝐨𝐧 | 𝐯𝐢𝐢

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Estaba exhausta, el festival deportivo la tomó por sorpresa, tanto tiempo sin estár bajo el fiel estrés del hospital la dejó completamente holgazana al punto de que le dolían los pies por estár tres horas yendo y viniendo por la escuela

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Estaba exhausta, el festival deportivo la tomó por sorpresa, tanto tiempo sin estár bajo el fiel estrés del hospital la dejó completamente holgazana al punto de que le dolían los pies por estár tres horas yendo y viniendo por la escuela.

Abrió una botella de vino y se sirvió en una copa, se quitó los zapatos dejándolos desparramados en el suelo y se desabotonó un par de botones de la camisa. Tomó un sorbo del vino y cerró los ojos por un instante.

—¿Cansada?

Akiko dio un salto en su silla de escritorio, unas gotas del tinto se escaparon de la copa paralelamente a su sobresalto e impactaron contra su camisa. Miró hacia delante, los ojos oscuros y sombríos de Aizawa la observaban, últimamente sus expresiones hacia ella no eran las cotidianas, demostraba interés, algo imperceptible en él si no se trataba de una situación grave. "Continúa sospechando".

Desde que volvieron a sus trabajos fijos él no debaja pasar una sola cosa que ella hacía, estaba pendiente en cada lugar que se cruzaban. La tenía harta, harta de cuidarse por cualquier mínima insinuación a su quirk.

—Casi me matas—se rió e irguió disimuladamente su postura desprolija por el cansancio—, creí que era la única que seguía aquí. Tú también debes estár exhausto, cubriste todo el evento. ¿Quieres acompañarme?

Akiko no esperó respuesta, se puso de pie para bsucar otra copa. Aizawa la observó divertido, por más que tratara de lucir educada y seria estaba tan cansada que todo eso se derrumbaba con una mirada. Pero a él le agradaba notarla más relajada y carismática que en el día.

En cuanto ella se acercó a ofrecerle la copa notó por primera vez la gran diferencia de estatura, trató de no sonreír al ver sus pequeños pies descalzos. Ya se había acostumbrado a sus tacones tronar suavemente contra el piso cuando ella llegaba.

—¿Traes alcohol a una escuela secundaria?—frunció el ceño al tomar finalmente la copa, se sentó frente a ella.

—No soy profesora, soy doctora... así que la moralidad solamente aplica para ti—se dejó caer suavemente sobre su silla giratoria.—¿O acaso me vas a acusar?

Sus finos dedos jugaron con la copa llamando involuntariamente la atención de Shouta, el labial rojo cereza de la médica estaba impregnado en el crital. Por un segundo imaginó esas marcas por todo su pecho, hacía tiempo que no sentía tanta atracción por una mujer.

Yosano tampoco se hayaba en un camino diferente al de él, Shouta parecía un enigma que moría por probar, le gustaba que no se tragara todas sus mentiras o se interesara tanto por atraparla infraganti.

—Mientras mis alumnos no sufran un envenenamiento con esto todo está bien.

—Suenas como un viejo—hizo un leve puchero mientras recostaba su mentón sobre el dorso de la mano—, y eso que tienes pinta de rebelde sin causa.

Por primera vez escuchó lo que podría llamarse una leve risa de parte de Shouta. Algo increíble para sus oídos, algo que jamás pensó oír.

—Durante mi trabajo soy lo más correcto posible—su mirada negra parecía consumirla de lo profunda que era—, fuera de este es una historia completamente distinta.

Akiko, de forma coqueta y seductora, se acercó un poco más, exhibiendo su escote sutilmente, a pesar de que este no mostraba nada demás, era una invitación a ser más que colegas.

—Entonces deberé verlo fuera para conocerlo mejor—bebió de la copa mientras lo observaba.

Shouta sonrió por su osadía, Akiko era una incógnita para él, una bomba a punto de explotar. Había tantas cosas que necesitaba descubrir de ella, por qué sabía pelear así, en qué se basaba su quirk si tenía uno, cómo conocía a Yagi. Le gustaban las personas complejas, pero la doctora Yosano se pasaba de complicada.

"La noche se pone mejor todavía" pensaron ambos sin apartar la mirada del otro, la electricidad se sentía en el aire y deseaban estar mucho más cerca el uno del otro.

—Akiko, terminé el papeleo—interrumpió Yagi inocentemente, hasta que comprendió la escena delante de él y no le gustó para nada—, ¿Nos vamos? Aizawa, que extraño verte aquí—le sonrió ampliamente—, creí ser el único que se quedó.

Aizawa percibió la incomodidad de Yosano y cierto enojo oculto en Toshinori, "Bueno, al parecer le estoy robando la novia al símbolo de la paz" reflexionó irónicamente divertido.


Sé que estos dos últimos capítulos son medios cortos, mil disculpas, pero es que son un poquito de relleno para frenar las escenas de acción y poder desarrollar más el romance de Akiko y Aizawa

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Sé que estos dos últimos capítulos son medios cortos, mil disculpas, pero es que son un poquito de relleno para frenar las escenas de acción y poder desarrollar más el romance de Akiko y Aizawa. Espero les esté gustando. 💕

𝐓𝐮𝐫𝐧 𝐦𝐞 𝐨𝐧 | 𝘈𝘪𝘻𝘢𝘸𝘢 𝘚𝘩𝘰𝘶𝘵𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora