Capítulo 7

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Jeonghan no recuerda la última vez que durmió tan bien. Probablemente nunca lo hizo, por lo que esa noche fue casi especial. Sintió su cuerpo relajado y su sistema vibrar con algo parecido a la felicidad. Y todo se volvía mejor al sentir la suavidad y el olor de aquellas sábanas.

Aún no habría los ojos, seguía somnoliento, así que enterró el rostro entre las almohadas y e inhaló. Un ruido extraño escapó del fondo de su garganta. Rayos, realmente amaba el olor de esas sábanas, le hacían sentir seguro y cálido.

—¿Por qué acaba de gemir?  —Preguntó una voz familiar con leve pánico.

—Jeonghan —Llamó una voz femenina.

Su corazón casi se paraliza. Los recuerdos de la noche anterior llegaron a su mente, y con ello toda la bilis subió por su garganta. Costó no vomitar sobre las limpias sábanas.

La voz femenina volvió a llamar.

Sacó lentamente su cabeza debajo de la sábana. Lo primero que vio fue un rostro amable de ojos brillando con curiosidad. Su mirada se trasladó a la otra persona en la habitación. Su corazón se alteró y se cubrió de nuevo con las sábanas.

¡Joshua está desnudo!

Su mente retrocedió a lo sucedido la noche anterior, sin dejar escapar algún detalle. No hizo nada indecente con él ¿Cierto? Esperaba que no.

—Jisoo ponte algo de ropa y prepara el desayuno —Ordenó la mujer.

Escuchó cajones abrir y cerrarse, pasos en la habitación hasta que una puerta fue azotada a lo lejos.

El silencio se espesó en el ambiente, hasta que la señora Hong decidió romperlo.

—¿Tu padre sabe que estás fuera de casa? —Preguntó con simple curiosidad.

Jeonghan con lentitud abandonó su escondite debajo de las mantas, enfrentándose a la mujer delante de él. Al observar aquel rostro la sensación de familiaridad se hizo presente.

—Mi papá se encuentra fuera del país así que desconoce de mi ausencia en casa —Admitió. Sus ojos continuaron analizando a la mujer —¿Nos hemos conocido antes? Me resulta familiar.

Los labios de la señora Hong se estiraron en una pequeña sonrisa.

—Cuidé de ti durante los años que estuviste internado en el hospital —Los ojos de Jeonghan se abrieron con asombro —En ese entonces tenías cinco años, así que tal vez no recuerdas mucho durante tu estancia en ese lugar.

El menor desvío la mirada. Tenía breves recuerdos de esos días en el hospital y sin duda habían sido los mejores. Siempre estaba rodeado de doctores y enfermeras hablando y entrando a su habitación todo el tiempo. Había ocasiones donde se lograba escabullir y entablar pequeñas conversaciones con el resto de niños, incluso algunos familiares de los internos solían visitarlo, aunque era por lástima al ver su soledad, pero era mejor que nada. Nunca había estado tan solo cómo el día que fue recluido en aquella enorme mansión.

—Gracias por cuidar de mí —Dijo con timidez. No recordaba haberle agradecido a las enfermeras por su atención, ya que la decisión de encerrarlo en casa fue apresurada, pero en esos intentes lo sentía necesario.

La señora Hong sonrió, diminutas arrugas adornando los bordes de sus ojos. Una de sus manos se movió para acariciar sus cabellos justo cómo hacía cuando era niño. Jeonghan se encontró queriendo más de ese toque.

➸ Jihan 💫 HeartbeatWhere stories live. Discover now