Capitulo 2: Nuestra llegada

1.5K 99 2
                                    


     "Pov ____"

     Mamá llevaba unos días de lo más rara, apenas nos dirigía la palabra a Kendall y a mi. Kenneth y Kevin ya se habían marchado de la casa, cada uno a sus respectivas responsabilidades. Realmente aquello estaba muy en silencio sin ellos allí, yo ya estaba acostumbrada a sus repetidas reprimendas.

     Kendall - ¿Has visto a mamá esta mañana? - dijo entrando a la cocina donde yo estaba desayunando.

     - No, debió irse temprano a trabajar. Además recuerda que ella está enfadada conmigo desde mi último problema en los almacenes.

     Kendall - No se porque aún haces estas cosas, ya no eres ninguna niña, deberías dejar de comportarte de esa manera ya.

     - No me riñas tu también vale, ya tuve bastante con nuestros hermanos y mamá. Además hoy me duele la cabeza y no tengo ganas de escuchar a nadie.

     Kendall - Claro, seguro que anoche volviste a beber con tus amigas. Vas a acabar fatal si sigues así.

     - ¿Y a ti qué te importa? Nunca importé a nadie ¿por qué debería ser diferente en esta ocasión? Se me quitó el hambre, voy a vestirme para ir a clase.

     Kendall - Nos importas a todos por eso te reñimos. Ya perdimos a papá, no quiero perderte a ti también por tu rebeldía. Eres mi gemela y te quiero mucho.

     - Ayúdame a ser mejor persona Kendall. En ti eres el único en quien confío de verdad.

     Kendall - Anda pequeña, vístete y nos vamos - vino hacia mi y me abrazó con ternura.

     - Vale, ahora mismo bajo y no me llames pequeña, sólo naciste diez minutos antes que yo jajaj - Subí y me puse mis jeans favoritos con una camiseta negra y mis botas altas. Cepille mi pelo cogiéndolo en una alta coleta y maquillé mis ojos, como acostumbraba a hacerlo. Oí la voz de mi hermano ya llamándome así que cogí mis cosas y bajé. Nos subimos a su coche y nos dirigimos a la escuela, al llegar mis amigas ya me esperaban en el aparcamiento. Carla era gótica y la que me había empezado a dar alcohol y tabaco y Tami su "pasión" eran los almacenes.

     Kendall - No vayas con ellas, entra hoy a clase para variar. Sabes que te meterás en problemas de nuevo.

     - Tranquilo hermanito, que se cuidarme perfectamente sola.

     Kendall - ¿Entonces a qué venía el grito de auxilio de hace un rato?

     - Olvídalo ¿vale? Me voy, hasta la hora de volver a casa - Me acerqué a mis amigas cuando una voz conocida me detuvo.

     ? - ____ Schmidt ¿se puede saber a dónde vas tu? - me giré y me encontré con mi madre, estaba muy enfadada, con Kendall a su lado.

     - ¿Qué haces aquí mamá?

     Mamá - De momento evitar que vuelvas a hacer pellas de nuevo y a buscaros. Subid al coche.

     Kendall - ¿A dónde vamos? Tenemos clase.

     Mamá - Ya hablé con vuestro director. Nos vamos ya o llegaremos tarde - Al subir al coche vi que estaban nuestras maletas en él ¿Nos íbamos de viaje sin ni siquiera saberlo? Tras conducir en silencio durante un buen rato, paró el coche frente a un gran edificio.

     Kendall - Mamá ¿qué es esto?

     Mamá - Donde vais a estar hasta que regrese de mi viaje de trabajo.

     - ¿Nos metiste en un internado?

     Mamá - Vuestros hermanos no pueden cuidar de vosotros y después de como te has comportado últimamente te irá bien un poco de disciplina.

     Kendall - ¿Y yo qué hice?

     Mamá - Tu tienes que quedarte con ella, cuidarla, ya sabemos hasta donde es capaz de llegar por llamar la atención.

     - ¡Sigo estando aquí! Yo no necesito niñera - dije muy enfadada. Kendall me miró fijamente y me dijo con su mente.

     ~~____ al menos estaremos juntos. No hagas enfadar más a mamá o nos dejará aquí para siempre~~ Yo le contesté de igual manera.

     ~~De para siempre nada, en cuanto cumpla mi mayoría de edad ya no tendrá poder sobre mi y me largare lejos~~ Sacamos nuestras maletas del coche y nos metimos en aquel lugar, no encontramos a nadie por ningún sitio hasta llegar a un despacho que tenia un letrero "ADMISIONES". Allí sentado había un señor de unos cincuenta años gritando a un chico. Tras el sermón que le dio, este chico se levantó y cuando pasó por nuestro lado vio que lo estaba mirando.

     Chico - ¿Se puede saber tu qué coño miras? - me dijo muy enfadado.

     Director - ¡¡Henderson!! Regrese a su clase de inmediato, no le quisiera volver a castigar.

     Henderson - Si si, blah blah - le contestó burlándose de él y saliendo de allí.


El internadoWhere stories live. Discover now