— Trataré de encontrarlo — Kirishima cerró sus ojos, todos los demás guardaron silencio, esperaron unos momentos y los volvió a abrir.

— ¿Sabes dónde está? — preguntó Bakugo.

— No, pero sentí parte de su energía dentro del bosque.

— Bueno, al menos ya sabemos por donde empezar.

Los cinco se dirigieron al bosque para empezar a buscar al pecoso, Kirishima dirigía al grupo, Katsuki solo esperaba que estuviera bien.

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Izuku había pasado por el pasadizo llegando a un túnel, creó una pequeña llama de fuego en su mano iluminando el camino , podía ver inscripciones de un lenguaje antiguo, pero los dibujos parecían contar una historia, por los dibujos era la historia de como se obtuvo el poder de la luna.

El otro lado parecía contener otra historia, siguió el túnel y se topó con un mural.

Se podían ver las razas peleando, a cada lado se veían dos personas, sumando un total de cuatro, cada uno practicaba un elemento y en medio de todo se veía la representación de una Reina de la Luna.

— Estos murales deben tener al menos 4000 años... ¿la leyenda está desde entonces?

Continuo caminando y volvió a escuchar aquella voz, esta vez comenzó a correr hacia aquella voz, salió del túnel llegando hacia un acantilado, observó el sol comenzar a salir por encima del mar.

— Deku! — se giró hacia atrás para ver al rubio correr hacia el y abrazarlo — ¡¿Qué estabas haciendo, Deku Idiota?! ¡¿Pensabas morir?!

— ¡¿Qué?! ¡No! — Izuku observó al rubio— Escuché una voz... algo me estaba llamando...

— ¿Qué cosa, Izu? — pregunto el dragón.

— No lo sé, Ei... pero... — se giró a ver al mar— siento que las respuestas estarán en Senia... 

— ¿Es necesario que se vayan tan pronto?—  preguntó Maki

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— ¿Es necesario que se vayan tan pronto?— preguntó Maki.

— Sí, aun hay cosas que hacer — le contestó Bakugo, Maki abrazó a su niño.

— Cuídense y si un día decides casarte con Izuku quiero que vengas a decírmelo personalmente.

— Jaja... claro.

Madre e hijo se despidieron y subieron en Kiri para ir hacia Amaira, las hadas miraban el mar azul y veían como varios peces voladores saltaban debajo de ellos.

— ¿Entonces como es la tierra de las hadas?—preguntó Momo.

— Es tan antigua como la Tierra misma, el tiempo pasa de forma distinta ahí, las hadas están protegidas por el bosque de Arcturus, sin embargo es difícil de entrar.

— ¿Por qué? — preguntó Shouto.

— El bosque tiene un encantamiento — comenzó a decir Kota— Si estás cerca entrarás en una especie de sueño donde se encarnarán tus emociones más fuertes, es dificil salir de ese lugar, pero si lo haces serás bienvenido a la Tierra de las Hadas.

Príncipe de la LunaWhere stories live. Discover now