Capitulo veintidós

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La princesa, al rato de haber entrado al pueblo y haber cambiado su ropa y tener una vestimenta más de acuerdo a la de una cazadora, que le ayudara a su movilidad entre el bosque y uso de armas, sin contar con una pechera de cuero, se movía buscando una "posada" o alguna taberna lo suficientemente grande para poder quedarse a dormir y un baño. Pensaba descansar durante ese día sin que nadie le molestara.

Les preguntó a algunos pobladores, pero la mayoría negaban la existencia de una o, simplemente, que estaba maldita y era mejor no quedarse en ese sitio porque traía mala suerte. Algunos contaban que allí había habitado el actual dragón de la luz, pero ella creía que era una tontería. La orden le hubiera dado caza. ¿Cierto?

Al rato, uno de los residentes, una señora algo gordita, morena y con el cabello grisáceo, terminó dándole las especificaciones de donde estaba.

—Claro, hay una posada llamada "La posada cerveza de la luz". Se encuentra por esta vía a la derecha. Solo debe caminar como unas dos o tres cuadras. —La señora respondió como si nada—. El único problema es que los dueños de la posada no están. Tuvieron un viaje de última hora, pero del resto, no debería haber problemas. Y omita las lenguas viperinas de este pueblo, son muy supersticiosos.

Marian estaba algo asombrada, al parecer los pueblerinos no la reconocían, y bueno, no había mucho que hacer, para esta zona solo venía su hermano, y lo hacía muy de vez en cuando, ellos como familia real tenían esta zona del reino abandonada, no es nada que ella no pueda ocultar. Es la verdad. Algo que ha causado que en la ciudad de Temur haya bastantes muertos. Revolución contra el reino.

—Por ultima cosa, tenga mucho cuidado princesa. —La señora dijo eso en un tono tan bajo que hizo que la chica dudara si realmente lo había escuchado.

Marian le dio las gracias y sin más se partió hacia la dirección que le había dado aquella pueblerina. Realmente estaba decepcionada. Ella creía estar cualificada para ser reina, creía que todas las notas que había ganado eran suficientes para ganarse un puesto en donde estaba, pero ahora... Después que fue traicionada por su tutora Dimar, perder una gran parte de los caballeros reales, ¿realmente estaba preparada para asumir el trono? No solo eso, ¿los residentes de su reino serían capaz de obedecerla al igual que ha pasado con su padre?

Ella no tenía mucho conocimiento sobre las revoluciones que estaban pasando. Había escuchado rumores sobre la llegada de Alchems al norte, pero que fueron erradicados por la orden. Ciudadanos de Quebroks dijeron que realmente los asesinados eran miembros de la revolución, pero todo era eso, conversaciones de tabernas y posadas. A ella le faltaba mucho, y no sabía si iba a estar preparada para poder lograr mejorar las cosas.

Miró el edificio que tenía un parche en la pared. Parecía causado por una explosión, había marcas de fuego en otros lugares, pero allí estaba, un letrero que le sonaba de algo, pero no tenía ni la menor idea de qué. Tal vez recuerdos de su amado caballero que le dijo que la iba a cuidar de por vida, aunque ahora no estaba con él. Tomó aire, y entró por la puerta.

El lugar estaba algo desordenado, como si un huracán hubiera pasado por el comedor, pero muchas personas estaban reunidas, sentadas y disfrutaban juntos. Le pareció raro, según tenía entendido, para esta época del año debía estar la celebración de tomar alcohol con un "ojo", pero no parecía que aquí sucediera.

Mesas de madera organizadas con varias sillas. Un olor a comida la invadió apenas entró por la puerta. Uno que hizo que su estómago rugiera. Olía a sopa, carne, pollo y otro tipo de cosas que hicieron que su boca generara más saliva de lo normal. Veía platos ser servidos en las mesas. Muchos la vieron con extrañeza e incluso algunos abrazaron su plato como si temieran que ella los fuera a robar.

El dragón de la luz | TERMINADA |Where stories live. Discover now