Anastasia
Contaba los segundos, minutos y horas y no había nada en este momento que calmará mis nervios. Los médicos dijeron que la cirugía tardaría 4 horas si no se presentaban complicaciones y por desgracia al parecer si las hubieron. Benjamín lleva en cirugía ya 5 horas y cada segundo que pasa me asusta más.
Durante ese tiempo solo había salido por un té y dos veces que fui al tocador. Había llamado a Álex para preguntar por los niños y me entristeció cuando me dijo que lloraron por su padre hasta dormirse. Ambos querían estar aquí, pero Benjamín había sido claro al decir que este no era un lugar para ellos y que esperan por él hasta que saliera del hospital.
Puedo decir que todos los rostros de mi familia denotan el miedo y la incertidumbre de no saber nada de lo que pasa en esa sala de operaciones, pero contemplar el rostro de Theo y Adele me muestra algo totalmente distinto. Hay culpa y arrepentimiento algo que en estos momentos puede ser extraño, pero lastimosamente por culpa de los sucesos del pasado y por juzgar a su nieto sin conocer la verdad es que ellos se sienten de esa manera.
Adele se levanta de su asiento un tanto abatida por la situación y camina con dirección a los ascensores que llevan a la cafetería mientras Theo pasa su mano por la cara pesadamente. Me levanto de mi asiento y me colocó al lado de él. Theodore pasa su brazo por mis hombros atrayéndome hacia él y besa mi cabeza de esa manera tan paternal muy característico en él.
-Si no resiste la operación nunca me voy a perdonar lo que le hice.-susurró con voz ahogada llena de dolor.
-Saldrá de está.
-Ojala que si, mi niña.
-Benjamín es un hombre muy fuerte.
-Eso no lo dudo.
-¿Por qué lo hiciste, abuelo Theo?
Comprendió mis palabras y con dolor expresó:
-Porque soy un viejo tonto que se dejó llevar por comentarios mal intencionados. Él no me perdonará ¿Verdad?
-Él te ama sin importar lo que le hayas dicho, pero eso no significa que tus palabras no le hayan dolido. Solo necesita tiempo.
-Tiempo... Aveces siento que eso es lo que menos tenemos con él. Temo que un día de estos el diagnóstico de los médicos se cumpla y su corazón deje de latir definitivamente.
-Yo también temo eso y es por esa misma razón que no desperdicio el tiempo peleando por tonterías.
- Perdóname por el mal rato que los hice pasar esa noche y por todas las cosas hirientes que dije de él. ¿Le afectó en su estado de salud lo que hice?
Me quedé pensando en esa noche y recordé cuando tuve que darle una dosis más fuerte de sus medicamentos para el corazón a Benjamín, como también recordé que dijo que le dolía mucho incluso dijo que un día un disgusto podría matarlo.
-Contéstame, por favor.- exigió Theo con calma.
-Se sintió mal después de eso. Su corazón le ha dolido porque le fallaste.
Se aparto un poco de mi y enterró su rostro entre sus manos, pase mi mano por su espalda para reconfortarlo aunque no serviría de nada. Él sabía que había cometido un error y tenía que vivir con ello.
-Pude causarle un ataque al corazón. Fui inconsciente y un maldito egoísta por pensar solo en mi decepción y no en su salud.
-No te atormentes más por eso. Él sabe que no es tu culpa, que solo te dejaste llevar por lo que ese hombre dijo.
