Capítulo 26

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Anastasia

-¡Mamá! ¡Mamá! Mira qué bien lo hago.-dice Will eufórico por cabalgar él solito.

-Lo haces de maravilla, mi bebé. Mantén tu vista al frente.

Teddy está en otro caballo con Nick y ambos no dejan de sonreír, admito que me da un miedo terrible verlos subidos en esos enormes animales, pero es una actividad que aman realizar los hombres de esta familia.

Christian esta terminado una serie de ejercicios que Bernie le indica y luego sigue el caballo trotando por el inmenso campo. Lo miro con orgullo por todos los avances que logró gracias a esta terapia, desde hace un mes que ya no realiza las sesiones con ayuda de Jason, su equilibrio mejoró grandemente y ya solo él puede estar en el caballo.

También en casa lo sentamos en lugares sin respaldo y ya no utiliza tan a menudo el cinturón de la silla de ruedas. Me encanta acompañarlo a este club porque siempre se le ve muy tranquilo y feliz. Subido en el animal pareciera que no tiene una parálisis en sus piernas y eso le genera mucha confianza. Realizar actividades que las demás personas sin discapacidad practican, hacen que mejore su autoestima en gran manera.

Jason y papá van tras él con un galope lento, sus caballos son tranquilos que hasta puedo animarme a subirme a uno de ellos la próxima vez. Christian termina la sesión del día, cuando el equino se posiciona cerca de rampa Cárter se apresura bajar de su caballo y lo baja, una vez de vuelta en su silla se acerca hasta donde yo estoy.

-Me encanta verte montando a caballo. Te vez muy guapo.-dije elogiando no solo la actividad si no también su físico, me agache para besar sus deliciosos labios.

-La próxima vez te subes conmigo.

-Lo prometo.

-¿En serio?-pregunto muy sorprendido enarcando una ceja.

-Sí.

-Espero que no te arrepientas.

-No lo haré ya verás.-dije y me puse detrás de él masajeando sus hombros.

Una de las reglas de Equinoterapia es hacer ejercicios de calentamiento antes de subir al equino y de relajación al bajar de él.

-Que bien se sienten tu manos.

-¿Ya estás más relajado?

-Sí y más con tus masajes.

-Podemos continuar en casa con tus masajes de relajación-susurre en su oído de forma seductora.

-Muero por llegar a casa, nena. Necesitaré una dosis extra de relajación.

-Aguanta que ya pronto llegaremos.

-Estoy jodidamente impaciente.

Me senté en su regazo, estábamos abrasados observando a nuestros hijos divertirse junto a sus abuelos. Nos reímos cuando vemos a Luke caerse del caballo al intentarse bajar y a James resbalar cuando quiso ayudarlo. Los dos terminaron en el suelo y los demás no dejábamos de reír por sus caras. El abuelo Nick saca su teléfono y les toma una foto diciendo que la va enmarcar y ponerla en la sala especial donde tenemos la pared llena de fotografías de todos ellos en situaciones muy graciosas. Están las fotos donde mi padre los durmió en el hospital, hay varias de John y Blake en Cerdeña vestidos de una forma extraña y muy acaramelados, aún no sabemos porque estaban así, pero ellos dijeron que fue por una buena causa, tenemos otras de Luke, Welch y Stephan en Canadá, de James y Peter en Alemania y muchas más de los niños y sus abuelos.

-Voy a disfrutar cuando pongamos esas fotos en la pared.-dije sin parar de reírme por lo chicos.

-Ya quiero ver eso.

Amanecer Contigo Where stories live. Discover now