Capítulo 13

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Blake Maxwell


Observo a mi hermano dormir tranquilamente, haber hablado de todos esos temas sin duda le afectaron mucho. Nunca pensé que él conservara guardado ese deseo de ser padre de nuevo. Para cualquiera en su situación debe ser frustrante no poder hacer algo tan simple como satisfacer a su esposa.

Lo que me dejo muy inquieto es esa declaración de parte de él y eso termina de confirmar las sospechas que John y yo teníamos. Mi hermano a tenido pensamientos suicidas. Muy comprensibles en su estado. No todas las personas se recuperan del trauma que les provoca un secuestro, mucho menos todos esos traumas infantiles que él sufrió y tener que lidiar a diario con su discapacidad.

Esos miedos que él tiene sobre sufrir el abandono de nuevo, son comunes que los tenga dado que las personas a quienes les depósito su confianza le fallaron.

Yo sé que el dinero y la propiedades que le quitaron no son de importancia para él, lo que si le duele mucho es quienes lo hicieron. Él ama a esa mujer que lo encontró de pequeño y es muy difícil aceptar que ella misma se encargó de drogarlo y ayudar a su esposo para que firmara eso papeles. Grace tal vez fue buena, pero sus intenciones fueron mal infundadas. Ella decía amar a su hijo y su gran error fue dudar que alguien algún día lo llegara a amar. Bien dicen que el león juzga por su condición, ellos tacharon a Anastasia de ambiciosa y caza fortunas y al final ellos mismos terminaron convirtiéndose en eso. Robarle a su propio hijo no tiene perdón de Dios y más cuando dicen arrepentirse y seguir lucrando a pesar de creerlo muerto. Al menos por su memoria hubieran devuelto las propiedades o donadoras a una organización que necesite el dinero.

Me levanto del sofá y me encargo de cubrir bien a mi hermano ya que la temperatura bajo demasiado. Beso su frente antes de salir de la habitación.

Al estar en mi cuarto me lavo los dientes y me pongo pijama, frotó mis ojos con cansancio, este día fue agotador.

Me parte el alma recordar la crisis que sufrió, solo espero que eso lo ayude más adelante a no sentirse de esa manera que lo atormenta.

Me acuesto dejando todos esos pensamientos de lado y dispuesto a dormir unas hora hasta cuando tenga que levantarme a cambiarlo de posición.

Despierto aturdido cuando siento que Zeus tira de mi pantalón con fuerza y por los gritos provenientes de la siguiente habitación, aún algo adormitado me pongo las pantuflas y recuerdo que mi hermano está en casa. De seguro está teniendo una pesadilla.

Salgo corriendo y al entrar lo veo muy agitado tratando de respirar con normalidad en sus sueños. Me acerco con cuidado y lo muevo suavemente para que despierte.

-Tranquilo, todo está bien.

Él sigue gimiendo con dolor y con su respiración muy trabajosa. Como no reacciona lo siento en la cama y me situado detrás de él y le empiezo a cantar una canción de cuna que mi madre solía tararear cuando era un niño y tenía pesadillas.

Él no despierta a pesar de estar sentado y estar recostado sobre mi pecho, después de unos minutos su respiración se normaliza y deja de quejarse. Suavemente me levanto de la cama y lo pongo de nuevo sobre las almohadas. Pongo mi mano derecha en su hombro y mi mano izquierda en su cadera y lo pongo de costado, tomo una almohada y la coloco en medio de sus dos piernas, también acomodo su brazo de manera que no se lastime.

Vuelvo a cubrirlo con las sábanas y está vez no me voy a mi habitación. Del clóset saco una manta y duermo en el sofá para estar más pendiente de él.

Al despertar observó que está nublado y sigue lloviendo, observó a mi hermano y parece muy sereno al dormir. Estando así cualquiera pensará que nada le pasa aunque en realidad su alma es un tormento perpetuo. Me levanto sin hacer ruido y voy hasta mi habitación a ducharme y cambiarme rápidamente.

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