Anastasia-Sigo sin poder creerlo. Esto no me lo esperaba.
Vamos de regreso a casa después de la maravillosa cena familiar. Jamás me imaginé que por fin Jason fuera a tener el valor suficiente para dar ese gran paso. La pobre Gail hasta ya se había resignado a que esa propuesta nunca llegaría. Teniendo en cuenta el fracaso que Taylor tuvo en su primer matrimonio ella lo supo comprender por muy doloroso que fuera.
-Ni yo, nena.-suspira Ben.
Mi hermoso Cincuenta está más que feliz. Este último mes ha estado lleno de bendiciones y emociones para él.
-Jason supo guardar muy bien el secreto.-comente.
La risa traviesa de mis castaños se escucha en la parte de atrás del auto y un leve murmullo de Álex. Ben a través del retrovisor los mira.
-¿Que ocultan, campeones?
-Nada, papi.-responde Teddy, volteo a verlos y ambos no dejan de reírse con discreción.
Ah, ya entendí.
-Lo sabían ¿Verdad?
Los dos asienten muy sonrientes. Mis dos amores sí que saben guardar secretos.
-¿Ya sabían lo que pasaría esta noche?-los interroga Ben.
-Sí, papá.-responden los dos.
-¿Por qué no nos habían dicho nada?
- Era confidencial.
Álex lleva su mano a la boca para callar su risa. Los niños definitivamente se parecen cada día más a Benjamín. Esa discreción para realizar las cosas la han aprendido de él.
-¿Les gustó el anillo?-pregunta Will con curiosidad.
-Es muy bonito.-digo.
-Sencillo, delicado y hermoso, como mamá.-expresa Ben sin quitar la vista en el camino.-¿Le han ayudado a papá a elegirlo?
-Sí, pasamos dos semanas buscando el indicado.-la emoción en la voz de mi pequeño de ojos grises es única.
-El Abu Jason estaba asustado.-dice Teddy.
-Lo bueno es que ustedes dos le han ayudado.
Los dos sonríen mostrando sus dientes. Ben sigue conversando con los niños y Álex. Fijo mi vista en la ventanilla del auto viendo el camino. Pienso en todo el recorrido que hemos dado estos años, es la primera vez que todo marcha bien y eso da cierto temor a que de un día a otro todo eso cambie y volvamos como antes. Quiero que todo continúe con tranquilidad, que nada empañe toda la felicidad que embarga a esta familia y sobre todo deseo seguir teniendo a mi lado a mi mejor amigo, a mi compañero, a mi hermoso.
Siento la cálida mano de Ben sobre la mía, la lleva a sus labios y deja un delicado beso. Volteo mi vista y ahí está él con esa sonrisa que solo a mí me dedica, esa mirada de complicidad y esos ojos grises expresando su amor.
Oh, mi Cincuenta. Cuánto te amo.
-¿Todo bien, nena?-susurra para que solo yo lo escuché.
-Sí, mi amor.
Él sigue conduciendo en silencio hasta que por fin llegamos a casa. Álex nos ayudó a bajar a los bebés y los llevo a su habitación, Benjamín lo acompañó y yo me encargue de mis castaños. Después de darles un baño y leerles un cuento ambos se durmieron.
En la habitación de los bebés encontré a Ben contemplando a Jason y a Phoebe. Su mirada llena de amor me da ternura.
-Ya les he cambiado y dado el biberón.