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ᴀᴄᴛᴏꜱ ᴅᴇ ʙᴜᴇɴᴀ ꜰᴇ

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        Definitivamente alguien allá arriba tenía un serio conflicto con ella.

        La castaña no había estado ni cinco minutos en las tierras que rodeaban la pequeña escuela cuando fue abordada por la niña Shirley, quien estaba más impaciente y ansiosa de lo normal. Y Cassiopeia supo en seguida que ella sería la culpable de romper su burbuja de felicidad diaria. La mayor fue testigo de como cambiaba el rostro de la pelirroja a medida que ella le iba comentando lo ocurrido la tarde anterior. No tardó mucho en romper en un gran mar de lágrimas, llamando un poco la atención de los niños que se hallaban cerca de ellas.

        —Oh, es terrible, ella realmente me aborrece —Lloriqueó la muchacha. Cassie suspiró algo incómoda por la situación y palmeó su hombro, intentando reconfortarla de alguna forma. Sentía que había vuelto en el tiempo unas horas atrás y se encontraba frente a la misma escena del día anterior. Un escalofríos recorrió su espalda ante la idea —Mi amistad con Diana se ha acabado —Anne apretó sus labios intentando contener las lágrimas, Cass giró el rostro intentando buscar las palabras correctas para alentar a la menor, pero al parecer, ella malinterpretó su movimiento. Sus ojos, que se habían mantenido entrecerrados para detener su llanto, se abrieron de forma cómica y sus pálidas manos buscaron las de ella —¡oh! Pero no debes sentirte culpable Cass, por supuesto que no tienes la culpa, tú solo quisiste ayudar, y te agradezco tanto. Es completamente mi culpa, debí ser más cuidadosa. Fue demasiado tonto de mi parte —La castaña asintió, evitando corregir a la pelirroja. Puede que se sintiera un poco culpable por la situación, pero ella tenía bien en claro que era anexa a todo lo sucedido. Asimismo, creyó que sería algo descortés admitir que no se sentía para nada responsable de las decisiones de la señora Barry o del accidente en Green Gables. En su lugar, prefirió mostrar una débil sonrisa y alejar lentamente sus manos del toque de Anne.

        —Tranquila Anne, ya verás que todo se solucionará. La señora Barry no puede estar enfadada toda su vida —La castaña subió su mano y apretó su hombro una vez más antes de voltear y encaminarse hacia el edificio, siendo seguida por la pelirroja de trenzas.

        Ciertamente, no se equivocaba. Dos semanas después de lo ocurrido, Cassiopeia se encontraba leyendo un libro nuevo que su madre le había regalado dos días antes. Ella decidió que, a pesar del frío mañanero, era un buen día para desayunar afuera. Por esa razón se hallaba sentada en una de las sillas que descansaban en una esquina del pórtico de la pequeña casa. Grande fue su impresión cuando el silencio usual del terreno fue interrumpido por el sonido de pasos fuertes y descoordinadas. Una cabellera pelirroja rompió con la blancura del paisaje. Anne se acercaba a paso veloz desbordando felicidad y entusiasmo por cada poro de su pálida y pecosa piel. Se veía más risueña y alterada de lo normal.

ꜱᴜɴꜰʟᴏᴡᴇʀ | ɢɪʟʙᴇʀᴛ ʙʟʏᴛʜᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora