Capítulo 11

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No entendía que estaba pasando. Un segundo todo estaba bien, Mark y yo a punto de besarnos, y luego él cayó sobre mí.

Era tan pesado que caímos al suelo ambos, lo que fue muy malo, ya que la gente bailaba alrededor y comenzaba a pisarnos. Estábamos en una posición realmente incomoda, ya que yo había caído sobre mi potus, por lo que estaba sentada en el suelo, Mark estaba con su cabeza en mi hombro y todo el peso de su cuerpo sobre mis piernas. Intenté alejarlo de mí, pero vaya que era pesado.

—¡Mark!. — Grité sacudiéndolo. Aún seguía inconsciente. Volví a empujarlo, esta vez  Mark cayó de costado sobre el suelo, y por fin pude ver su rostro, que aún en medio de las luces lucia pálido.  No entendía que estaba sucediendo con él.

La gente había comenzado a mirarnos, pero nadie parecía tener intenciones de ayudarnos. Acuné su cabeza cuando una chica que estaba bailando casi lo pisa, y me horroricé al sentir que un líquido se deslizaba por su nuca.

Tranquila, seguro es sudor.

Pero entonces saqué la mano de su nuca y la miré. Grite, porque mi mano estaba manchada de sangre. Luego miré a mi alrededor en busca de que podría haber causado que mi mejor amigo estuviera así, y no vi nada, pero estaba segura de algo: Alguien había golpeado a Mark, y tenía una idea de quien había sido.

La gente aún nos miraba y susurraban entre sí, se había formado un círculo alrededor nuestro.

—¡Ayuda! . — Pedí mirando sus rostros, parecían no oírme, o simplemente no querían ayudarme. —Necesito que me ayuden a levantar a mi amigo. — ¿Por qué se quedaban allí parados? ¿Es que no veían que tenía a alguien inconsciente entre mis brazos?. —¿No van a ayudarme?. — Traté de transmitir el mayor odio que pudiera con mi mirada. Aún así ni se inmutaron, y poco a poco comenzaron a volver a bailar todos. —Bien, lo haré yo sola.

Tenía que ir a la barra en busca de hielo, y un lugar donde dejar a Mark y llamar a alguien que pudiera ayudarme a llevarlo al hospital. Y no podía perder tiempo, ya que Mark aún seguía inconsciente y estaba de verdad asustada por él.

Despacio saqué mis piernas de debajo de él y apoyé su cabeza con cuidado en el suelo. Una vez que por fin pude quitarme de debajo de Mark, me arrodillé en el suelo y comencé a pensar que debía hacer.

Opte por sentarlo, lo que me llevo un gran, gran esfuerzo ya que el de verdad era pesado y tenía miedo de lastimarlo más. Cuando por fin lo senté, tomé sus brazos y los entrelace en mis hombros, haciendo que su cabeza quedara apoyada sobre sus brazos entrelazados.

Luego comenzó lo más difícil. Las primeras dos veces que intenté levantar a Mark casi me caigo, lo que hubiera sido terrible ya que él iba a golpearse nuevamente. A la tercera vez, por fin pude levantarme.

Y comencé a arrastrarme con Mark abrazado a mí.

—Abran paso, ¡idiotas!. —Gritaba cada vez que alguien se interponía en mi camino. Todos miraban, pero nadie ayudaba

De verdad maldecía a los idiotas aquí presentes, que no me ofrecían ayuda.

¿Qué persona ve que alguien necesita ayuda y opta por hacer como si no hubiera visto nada?  

Estaba enojada, y mucho. Y también preocupada, aterrada de que algo pudiera pasarle a Mark, quien había estado siempre para mí.

Simplemente no era justo que le pasara esto a él.

Luego de unos diez interminables minutos, si, había tardado diez minutos en arrastrar a Mark hasta la barra, ya que pesaba muchísimo. ¿Qué le daban de comer en su casa?

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