Capítulo 22

34.7K 1.9K 544
                                    

Recordé que seguía en sujetador y me salí del abrazo. Crucé mis brazos para cubrirme. Mark me observó extrañado. Respiraba entrecortadamente.

—Estoy en sujetador. Mira hacia otro lado así puedo ponerme la camiseta. — Él rodó los ojos.

—No es como si no te hubiera visto en sujetador antes, Marie. Hemos sido amigos por años, y ¿ahora tienes vergüenza?.— Tenía un punto. Pero aun así...

—Tú solo voltea hacia otro lado unos segundos.

Al otro lado del probador se oyeron voces. Mi mejor amigo se removió impaciente.

—No hay tiempo, de verdad debo decirte algo importante. — Insistió. Bufé frustrada y rápidamente, bajo la no muy disimulada mirada de Mark, me puse la camiseta.

—Listo. Ahora, explícame, ¿Qué le sucedió a tu rostro?. —Por mucho que evitara mirarlo, no podía evitar fijarme en sus moretones. Tenía un gran corte cerca de su ojo izquierdo, y sus labios estaban hinchados.

—Sé lo que has estado ocultando. Porque me has estado ignorando y actúas distinto. —Murmuró en voz baja. Luego acercó su rostro mi oreja y musitó. — Me ha amenazado.

Un momento. ¿Qué? ¿EstúpidoAcosador había lastimado a Mark, incluso cuando yo me había alejado de él?

—Oh, no. — Toqué su rostro con cuidado y susurré. — ¿Qué te ha hecho?

Él negó con la cabeza.

—No te preocupes por mí. Eres tú la que debe tener cuidado. Escúchame atentamente. — Su voz disminuyó. — No es seguro  aquí.  Debemos vernos en un lugar donde podamos hablar sin correr el riesgo de ser escuchados.

—No, Mark, no debemos hablarnos. No te pondré en peligro. — Quería hablar con él, arreglar las cosas, explicarle todo lo que me había sucedido en estas semanas y que mi mejor amigo me abrazara y me hiciera sentir a salvo. Pero no podía.

Hacer eso sería egoísta. Arriesgar su vida para sentirme bien. No era correcto. Debía sufrir en silencio si quería mantener a todos a salvo.

Me tomó por los hombros y me miró fijamente.

—Marie, por favor. Eres y has sido mi mejor amiga por años. No te dejaré sola en esto.

—Pero te lastimar...

—¡No me importa! — Sus manos se deslizaron hasta tomar mi rostro. — No me interesa salir lastimado mientras tú  estés a salvo.

—Señorita, ¿está todo bien  allí dentro?. — La voz de la vendedora rubia nos sobresaltó a ambos. Mark rápidamente me soltó.

—Sí. — Asomé la cabeza y la vi allí parada luciendo confundida. —Es que me he quedado atorada en la camiseta. —Era una excusa pobre, pero ella pareció tragársela.

—Lo siento, es solo que me pareció escuchar ruidos extraños. ¿Necesita ayuda?

—Oh, no, gracias. — Dicho esto, miré nuevamente a Mark.

—Debes irte. La vendedora no me dejara estar mucho más tiempo aquí. — Él me miró suplicante.

—Por favor, Marie, reúnete conmigo mañana.

Observé su rostro, parecía desesperado.

—Perdón, pero no puedo. — Bajé la vista hacia mis pies.

—Me lo debes. Desde el momento en que fui golpeado, esto se ha convertido en asunto mío también. —Se pasó la mano por el cabello frustrado y suspiró. — Si ya no quieres seguir siendo mi mejor amiga, pues bien. Pero dame al menos una última explicación para que pueda dormir por las noches. — Parecía enfadado, casi dolido.

STALKER LOVEWhere stories live. Discover now