Capítulo 30

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—¿Qué dices? — No lo podía creer. ¿Es que no podía tener paz al menos un día? Tan solo había dejado a mi primo con Mirla y Blaze media hora y ya estaba desaparecido.

—No sé como sucedió. — Murmuró mi amiga. Parecía arrepentida de verdad. — Mirábamos discos en una tienda, y luego... ya no estaba. — En vez de responder me quedé pensando. Había muchas probabilidades de que no le hubiera sucedido nada. Quizá tan solo habría ido al baño. — Marie, lo siento tanto...

—Debemos dividirnos. — Interrumpí. — Blaze, ve a los baños. —Él asintió. — Mirla, revisa en las tiendas. Iré a ver por afuera del centro comercial.

Con un nuevo asentimiento, ellos se fueron y yo rápidamente me dirigí hacia donde me tocaba buscar.

Aunque Stan no se merecía que me preocupara por él, no podía dejar de preguntarme que podría haberle ocurrido.

Últimamente, todo parecía salir mal, así que podría esperarme cualquier cosa de su repentina desaparición.

Yo siempre había pensado que mi pueblo era un lugar seguro pero, ya no estaba tan segura.

Me abracé a mi misma al sentir el frío del exterior. Me había abrigado, pero al parecer, eso no era suficiente, ya que pronto comencé a temblar.

Recorrí todo el estacionamiento, y cuando empezaron a castañearme los dientes, decidí que mi primo no estaba allí, pero al rodear la parte de atrás oí un leve gemido.

Antes de poder acercarme, alguien con capucha negra salió corriendo.

Mi corazón se detuvo. Era él. Mi EstúpidoAcosador. ¿Qué hacia allí?

Antes de ponerme a pensar lo que estaba haciendo, comencé a correr detrás de él. Quería saber quién era de una vez por todas.

Lamentablemente, cuando giré para el lado que se había ido, ya no estaba.

Nuevamente se había escapado.

Estaba tan frustrada. Ansiaba con todas mis fuerzas saber quién era y porqué me perseguía.

¿Por qué estaba en el centro comercial? Dudaba mucho que fuera a hacer compras navideñas.

Volví hacia donde había oído el quejido y allí estaba, el idiota de mi primo. Se encontraba en una esquina abrazándose las piernas y balanceándose de atrás hacia adelante.

Con precaución me acerque a él.

—Stan, ¿Qué haces aquí? — Pregunté acercándome. No pareció haberme escuchado. — ¿Con quién estabas? ¿Has visto su cara?

No contestó, simplemente siguió lloriqueando. No podía verle el rostro. Cansada, lo sacudí de los hombros, pero aun sin poder verle se aparto de mi.

— ¡Contéstame! —Siguió en silencio. — ¿Te ha hecho daño?

—Aléjate de mí. —Murmuró con odio, por fin mirándome. Inmediatamente lo solté y jadeé.

Toda su cara estaba cubierta de sangre.

—¿Qué te ha sucedido? — Susurré.

—He dicho que te alejes. — Él volvió a lloriquear. — Esto...— Señaló su frente y solo entonces le miré con atención. Tenía cortes que formaban una letra. Me acerque más a su rostro y vi que era una M. — Es por tu culpa.

No podía entenderlo. ¿Una M? ¿Qué significaba? ¿Por qué a Stan?

Una idea se formo en mi mente. ¿Y si... esto era una venganza por parte de mi EstúpidoAcosador por lo que mi primo me hizo?

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