Había accedido a instalarme aquella aplicación y a quedar con aquel chico misterioso después de lo insistente que fue mi amiga. Según ella me vendría bien para olvidar a mi ex. Él se marchó a otro país supuestamente unos meses y me prometió que nuestra relación sería capaz de soportar esa distancia. Y yo como una tonta le creí.
Cuando estaba allí él me escribía mensajes diciéndome que me echaba de menos, que pensaba en mí cada minuto del día, igual que lo hacía yo. Al principio volvía por vacaciones, para visitarme. Eran momentos cortos pero muy intensos, cargados de amor y de añoranza.
Pero pronto eso se terminó. Dejó de llamarme, de escribirme y de venir a verme a pesar de que seguíamos siendo novios. Hasta que un día me enteré que había conocido a otra chica allí y que estaban saliendo juntos. Esa noticia me dejó destrozada, yo pensaba que toda aquella situación solo era un bache en nuestra relación, pero por lo visto él ya había pasado página.
Y ahí estaba de nuevo, mirándome a los ojos de esa forma tan intensa que le caracterizaba, como en los viejos tiempos. Iba vestido para el festival y llevaba un ramo de flores en la mano.
—¿Qué haces aquí? —pregunté cortante.
—¿No te alegras de verme? —dijo él a su vez.
—No mucho, creía que seguías fuera del país —contesté con sinceridad.
—Regresé hace poco y he vuelto para recuperar a mi chica —respondió entregándome el ramo de flores.
—¿Perdona? —pregunté con absoluta incredulidad—. Que sepas que hace mucho que ya no soy "tu chica" —dije resaltando con sarcasmo esas dos palabras.
—Venga ya, no seas así que he hecho este viaje tan largo solo por ti.
—Pues ya puedes ir volviendo porque aquí ya no tienes nada que hacer —respondí con brusquedad mientras me daba la vuelta para marcharme.
—Espera —suplicó agarrándome del brazo—, no te vayas. Dame una oportunidad, no sabes lo arrepentido que estoy de lo que hice.
Lo evalué con la mirada. No me creía ninguna de sus palabras. Me había costado mucho tiempo enterrar lo que sentía por él e intentar olvidar su traición. Lo había perdonado, pero eso no significaba que no recordase lo que me hizo. Sin mediar palabra me solté de su agarre y me marché para disfrutar del festival con mi amiga dejando a mi ex plantado en plena calle con su ridículo ramo de flores.
