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¡Feliz miércoles, hermosos seguidores!
Nuevamente retornando a nuestro miércoles de resultados, solo nos queda agradecer a cada uno de ustedes por todo el apoyo que recibe este apartado y por permitirnos ser parte de su creatividad e imaginación como escritores, nos emociona porque encontramos mucho talento semana a semana.
Ahora sí, les presentamos a nuestros ganadores.
Redoble de tambores, por favor.
*La manera en la que se muestran los resultados no tiene un orden específico.
Él tenía miedo. Después de tanto tiempo evitándolo, después de tanto tiempo huyendo, el amor por fin lo había tomado entre sus garras. Él estaba muy asustado. Ya había vivido eso una vez; había dado el salto de fe esperando que su enamorada estuviera ahí para detenerlo. No pasó.
Él no quería sentirse así. Estaba muy confundido, las chicas siempre eran quienes caían a sus pies, él mismo había ideado ese plan dónde nadie tocaría su corazón y jamás podrían dañarlo de nuevo. Pero ahora, esa chica, esa hermosa chica, tenía el poder de destrozarlo por completo.
Lo supo cuando la vio sonreír y todo dentro de él explotó. Lo supo cuando sus miradas chocaban y una corriente eléctrica azotaba su cuerpo. Lo supo cuando suspiraba al ver el brillo de sus ojos cuando ella hablaba de algo que le apasionaba. Lo supo y desde entonces no hubo marcha atrás.
Ahora estaba en su límite, jamás había llegado hasta ahí. Nunca había pasado de un amor fugaz que después de días se iba por completo. Ahora llevaba meses anhelando el tacto de la chica, soñando con ser el causante de esas sonrisas que tanto le encantaban.
No sabía que hacer. El amor lo confundía muchísimo. Él aparentaba ser valiente, osado e invencible. Pero unos ojos bonitos le habían robado todo eso y ahora estaba desnudo ante el mundo, en la espera de que ella se apiadará de él y no lo dejara morir mientras caía al vacío.
Sabía que el amor era cosa de valientes, lanzarte por alguien esperando que te atrapará. Él antes se sentía valiente, pero esa chica había alborotado todos sus sentidos y ahora estaba completamente confundido.
Él quería intentarlo, quería ir por ella y demostrarle que estaba dispuesto a hacerla sentir en las estrellas. Quería demostrarle que la apoyaría en cada paso que diera y que no dejaría que cayera como una vez él lo hizo.
Pero en verdad estaba muy asustado. Sabía que el amor era igual al fuego. Podía ser lindo y cálido, hacerte sentir seguro y en un hogar, pero si algo salía mal, si una chispa hacia algo que no debía hacer... Todo se iría al carajo. Ya lo había visto una vez, habían arrasado con él mientras estaba desprevenido. Lo dejaron en ruinas y completamente solo.
