Ella es un caramelito suave y delicioso.
Él posee una estupenda cubierta, pero por dentro está podrido.
Marie es caprichosa y su voz es como el mismo terciopelo. Es una niña, en el cuerpo de alguien mayor.
Henry es un explosivo andante, su...
Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.
Emparedado
Marie había tratado de cargar con todos los ingredientes y materiales necesarios para aquel día de camping, sin embargo, no vio por qué no preparar algo para el camino. Por lo que con la ayuda de Jade, se puso manos a la obra y preparó al menos quince sándwiches de pavo con tomate, lechuga y queso.
Cuando hubo terminado, su amiga se posicionó a su lado, apoyando su peso contra la madera de granito de la barra.
—Marie, creo que no iré.
Marie dejó de hacer lo que estaba haciendo para girarse en redondo hacia ella, desilusionada.
—¿Cómo que no? ¿Por qué? Henry me ha dicho que puedes ir, que no hay problema.
—Mírame, no estoy preparada —le miró compungida y Marie dejó la comida de lado.
—Yo puedo prestarte algunas cosas, además, solo será una noche, podemos pasar por la farmacia y comprar un cepillo de dientes, o puedo pedirle a Henry que nos lleve a tu casa antes para que recojas lo que necesites.
Jade negó con una sonrisa.
—No te preocupes, no pasa nada. Tal vez después podamos ir de nuevo.
Marie le notó algo decaída.
—¿Es por Teo? —inquirió—tú bien me dijiste la última vez que tuve problemas con Henry que no me deprimiera y saliera a divertirme con mis amigos, sé que no conoces a las personas con las que saldremos hoy, pero irán mis hermanos e iré yo, podemos pasarla bien y te puedes olvidar por un rato de lo que te agobia.
—Sé que puede ser divertido, pero no es solo por Teo, creo que necesito ir a casa y dejar que disfrutes de tú día hoy, además, tengo algunos proyectos que debo adelantar —Jade se abrazó del brazo flacucho de Marie e hizo un mohín—. No te enojes conmigo ¿si? Quiero ir, pero también quiero que tú te diviertas, sé que de las dos, soy yo la que sale más y ahora quiero dejarte disfrutar del mismo modo en que yo disfruté salir cuando mi hermana aún estudiaba en el colegio y nos escapábamos con los hermanos de sus amigas. O bueno, cuando yo me escapaba con los hermanos de sus amigas —rodó sus ojos, rectificando su punto y Marie rió.
—No será ninguna molestia si nos acompañas —insistió.
—Yo sé que no, pero trata de disfrutar, ¿está bien?
