Agridulce

Capítulo N°44

Maratón 1/2

Champán

Florián asomó la cabeza en la habitación que el recién llegado había ocupado.

Henry se encontraba perdiendo el tiempo en el móvil, a la espera de alguna llamada de su novia. Tampoco quería resultar insistente, pues la mayor parte de la semana, Marie se había dedicado a hacer las maletas y preparar los boletos de avión para su viaje a California, él mismo había tenido que pedirle a Gabriel que le diera unos días libres, cosa a la que su primo rápidamente accedió. Y de paso, le advirtió que Marie necesitaría un poco más de tiempo vacacional dentro de tres semanas, que era cuando su vuelo salía, a lo cual Gabriel también le había dado luz verde, todo con tal de desechar rápidamente cualquier interacción.

Henry releyó algunos mensajes de su grupo de amigos, sabía que esa noche Marie saldría con ellos a su última presentación. A él mismo le habría gustado encontrarse en Hertfordshire para acompañarles. Sin embargo, se conformaba con las historias que Zack le había prometido subir minuto a minuto, siempre y cuando él no se encontrará en el escenario.

—¿De verdad no piensas venir? —fue la primera vez que Florián ingresó a la habitación del pelirrojo en la semana, el resto de ella, el chico ni siquiera se había aparecido por la residencia—. Las fiestas que organiza el comité de tu universidad son las mejores, nadie se las pierde.

Henry le restó importancia.

—Anímate, acompáñanos. Madison también se viene, ella es parte de ése comité, no tenemos que poner dinero si entramos con ella.

—Adelántense ustedes —se encogió de hombros Henry, sin despegar la vista de la pantalla.

—¿Tienes mejores planes?

—No.

—Hagamos una cosa, sales con nosotros hoy y si vuelven a organizar alguna otra fiesta, puedes quedarte acá. En serio, Henry, será el fin de tu vida social si decides no asistir hoy. El lunes no conocerás a nadie y todos estarán hablando de la fiesta.

—No vine aquí para hacer amigos.

Florián rio, era difícil lidiar con ése mal genio. Pero no imposible.

—¿Te sirvió sí o no mi consejo con el director el día que viniste para la entrevista?

Henry le miró, alzando una de sus cejas.

—¿Eso qué tiene que ver?

—¿Te sirvió o no?

Henry se encogió de hombros: —Sí, ¿por?

—Entonces éste también te va a servir. Levanta el culo y vamos.

Henry miró de nuevo las notificaciones, su bandeja aún se encontraba vacía. Decidió en menos cinco minutos que vestir para de esa forma evitar arrepentimientos sobre lo que estaba a punto de hacer y dentro de la media hora que le siguió, ya se encontraba junto a Florián en la puerta esperando a que Madison terminara de arreglarse.

Florián aprovechó la ocasión para curiosear.

—Hey, ¿es cierto que tú y Maddy...?

Henry negó.

—Hace mucho de eso.

—¿Y no sabías ni por casualidad que esté lugar era suyo? ¿De veras? —inquirió incrédulo.

—No tenía ni jodida idea, por eso estoy buscando lugares que sigan disponibles. Aunque eso será difícil, ya casi todo está ocupado.

—Deberías quedarte. Madison no va a molestarte.