Inframundo

No te dejes engañar

Sus ojos hinchados hacen que mi pecho se contraiga. Verlo así hace que todo se vuelva más difícil.

-Hola, fiera-Dice.

Siendo otra persona lo vería patético, sobre todo que esté llorando por mí, yo no me merecía ni una de esas lágrimas derramadas. Pero era cierto que eran emociones con razón.

-Hola-Le dirijo una pequeña sonrisa para calmarlo un poco, porque parece que cada segundo que me ve ahí frente a él se está descomponiendo.

-¿Me escucharás?-Pregunta. Se acerca un centímetro para tocarme, pero me alejo agilmente, lo que lo desestabiliza-Por favor.

Era una imagen radiante, verlo tan débil, un hombre tan grande, duro, fuerte y empoderado llorando por mí. Al parecer todo era una coraza de protección.

Asiento.

-Pero no puedo hacerlo si no me dejas sostener tu mano-Me pide y tiende su mano, mostrando su palma en solicitud.

Solo debía darle la mano, no significaba nada. A menos para mí. Así que lo hago y él la resguarda entre sus dos gigantescas manos.

-Primero que nada, porque es lo más importante de todo-Cierra los ojos con fuerza. No sé si está buscando valor, o las palabras adecuadas. Pero tiene razones para que sea difícil-Te quiero, te quiero como nunca había querido a nadie. Te quiero con todo mi ser y con todo lo que puedo llegar a ser. Pensé que no tenía corazón, pero desde hace unos días...-Hace una pausa mirando al vacío- ¡porque pudiste cambiar 23 años de desdicha en días, Fiera!-Una risa entre lágrimas se me escapa-Lograste encender mi alma.

Ahora era yo la que estaba llorando. Me retuerzo sin mucho movimiento. Casi siento que me está doliendo.

-No-murmuro.

-Sí.-Su mano está cubriendo mi brazo, para así lograr estar más cerca de mí-Y créeme cuando te digo que es más difícil para mí de lo que parece. Por eso estaba tan asustado. Aunque no tengo excusa, y estoy arrepentido. Quisiera poder demostrarte que haría cualquier cosa para mostrarte que tú me hiciste otra persona. Y ser de esta manera me empujará a por primera vez en mi existencia a ser feliz-Evito su mirada, pero él se atreve a atraerla. Se acerca, nuestras narices chocando-Así que gracias por rescatarme.

Lo abrazo y comienzo a llorar en su hombro. Pase lo que pase a partir de ahora, como sea que pase. Jamás olvidaré estas palabras.

-Por eso he decidido dejarte ir.-Mis piernas se tambalean y tengo la necesidad de sostenerme con más fuerza de su cuerpo-Esta es mi manera de demostrarte mi agradecimiento.

Tengo sentimientos encontrados. Claro que quiero irme, no hay nada que desee más que volver a mi antigua vida. Pero luego dejo de pensar en mí, y me pongo en los zapatos de Athan, teniendo que asumir todo esto que es nuevo para él, solo.

-Antes pensaba que ni siquiera podría decir esas palabras-confiesa-. Pero como tú me diste la vida y el amor que se me habían sido arrebatados, debía devolverte el favor.

-Ni siquiera sé como agradecerte.-Lo abrazo con fuerza-Entiende que siempre tendrás un lugar especial en mi corazón.

-¿Me quieres, ada?-Me pregunta en un susurro. Pero ni él puede creer que lo haya preguntado.

No lo quiero. Me gusta, me importa, lo aprecio, pero llegar a quererlo es mas complicado para mí. Pero tampoco lo odiaba, y debía dejárselo claro.

-Te tengo-le suelto.

-¿Qué?

-En inglés, te odio es "I hate you"-Se lo silabeo y él escucha con atención-Y te quiero es "I Love you", ¿cual sería el punto medio?

-I lote you?-Pregunta y río un poco.

-Otra vez.

-I have you-Lo pronuncia algo mal, pero comprensible por lo diferente de los acentos griegos y americanos.

-Y "I Have you" es "Te tengo"-Tomo una bocanada de aire-Así que créeme cuando te digo que aunque haya formado una familia, aunque en mis recuerdos te conservara como algo simplemente borroso. Siempre vas a tenerme y siempre te voy a tener.

Su corazón está latiendo a mil por hora y eso me desbarata.

-Y ten por seguro que te protegeré. En cualquier lugar donde estés, yo seré tu sombra. Porque si alguien llega a tocarte o hacerte daño de seguro después estará de cabeza en un río-Río.

-¿Qué pasará contigo?-Le pregunto soltando el abrazo-No sé si estoy bien alejándome así de ti-Mis labios tiemblan en un puchero y me quiebro, abrazada a  él.

-No te preocupes por mí, además,-Se pone a mi altura-si te niegas por un milisegundo juro que te encerraré en esa habitación. Así que lo mejor es que te vayas.

Me besa.

Me besa lento.

Me dió la impresión de que sus labios querían recordar el sabor de los míos. Otra cosa que jamás olvidaré es lo bien que se siente besarlo. Una combinación de delirio, locura, lujuria y necesidad que siento que no tendré la oportunidad de volver a probar.

-έχω εσένα¹-Susurró antes de darme un último beso. Sentía que era el último y me asustaba.

-Me tatuaré eso, lo juro.-Sonríe y comienza a darme un beso de esquimal, es decir, mover nuestras narices. Mi papá siempre me daba besos de esquimal cuando era pequeña.

-Siento interrumpir-Dice Adonis, completamente incómodo.

Nos levantamos y casi de inmediato Athan me rodea en sus brazos. Aunque sigue siendo algo incomodo entre nosotros.

-Está bien.

-Creo que debes irte ahora-Dice.

-¿Qué sucede?-Su mirada me asusta mucho. Emanaba terror y preocupación y eso era lo único que yo podía sentir también.

Adonis cambia miradas con Athan. Y este ultimo se tensa. Mi piel se achina.

-¿Emma?-Pregunta Athan en un hilo de voz.

-Sí.-Adonis asiente y Athan me suelta-Como Emma.

No estaba entendiendo y ellos no parecían tener intención de explicarme. Y está claro que la situación tiene que ver conmigo.

-Debes irte, fiera. Quería aclararlo, pero debes irte.-Entra a la habitación y mete en una bolsa toda la ropa que había usado mientras estuve aquí.

-¡Detenganse un segundo!-Exijo y ellos me miran nerviosos-¿Creen que soy una niña o qué? No me muevo de aquí hasta que me digan qué está pasando.

Siguen intercambiando miradas, decidiendo quién de los dos iba a decirme. Esto solo empeora mi situación y casi vomito de los nervios.

Athan traga grueso-Él sabe que estás aquí.

Hades.

¹ "Te tengo" en griego.

*