|Capítulo 34|

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Cuándo desperté no sabía que hora era, mi cuello y espalda dolían demasiado. Luz entraba por la ventana pequeña del baño, debían ser más de las seis de la mañana.

Al salir del baño pase por las habitaciones, todas estaban con las puertas cerradas. Estaba llegando a la sala cuando la voz de Harvey me paralizó.

—Me golpeó por besarla y subir un video, luego ella lo rechaza ¡¿y va y trae a chicas?! —exclamó Harvey molesto.

—¿Qué haremos cuándo despierte? ¿Y si está molesta? ¿Y si le dolió lo que escuchó? —preguntó Jack—. ¡Por dios! ¡Imaginense que los haya visto!

—Deberemos conseguirle otro lugar para vivir —dijo Evan en tono triste.

—¡Para colmo el jodido de Eros aún no aparece! —exclamó Jack.

La puerta de la sala se abrió y cerró.

Yo seguía estática, no podía moverme.

—¡Idiota! —gritó Evan para luego estrellar su palma contra la mejilla de Eros.

—Estás en problemas —aseguró Jack.

—Cuando Chloe despierte, avisenme iré a la cocina a prepararle cosas, además le compré un par de cosas que vi que le hace falta. Ya me dirán mi castigo por romper la regla tres, ahora debo solucionar las cosas con Chloe —dijo Eros mientras se adentraba a la casa. 

—¡Chloe! —gritó Joel al verme allí presente.

Pestañeé varias veces.

—Chloe, lo siento. No sabía que estabas en el baño, estaba borracho y yo no...te compré chocolates y prepararé un pastel...y también te conseguí un secador de cabello porque vi que no tienes uno. Y Edda me dijo que también comprara una alisadora porque las chicas les gusta el cabello liso, aunque me gusta como te ves con tu cabello al natural...pero yo...lo siento, en serio—se lamentó Eros aún sosteniendo las bolsas. 

Su cabello estaba húmedo y sus ojos estaban rojos. 

Estaban exagerando todo, sabía que fue asqueroso escucharlos. Pero cada uno tenía el derecho de hacer lo que le diera la gana, el hecho de que coqueteaba  conmigo, no lo hacía oficial, es especial porque siempre me alejaba o lo ignoraba. Así que mi manera de reaccionar fue decir:

—Tranquilo, cada uno hace lo que le da la gana. Somos amigos, no puedo ofenderme ni molestarme. Solo avisame así no me obligas a escuchar gemidos.

Todos allí me miraban sorprendidos, como si estuvieran esperando gritos e insultos. Yo no era así.

—¿Entonces todo bien? —corroboró Jack y yo asentí—. En ese caso, tenemos que ir a visitar al entrenador, irá todo el equipo y aprovecharemos de hablar sobre ti.

Volví a asentir.

—Eros, tú te quedas. Limpiaras la casa durante toda la semana, incluso el baño—ordenó Jack. 

Para luego irse junto al resto de los chicos.

—Creo que iré a...vestirme  —dije dándome cuenta que seguía en bata.

Entré a mi habitación cerrando la puerta detrás de mí y me tiré en la cama. Mi móvil sonó y para mi sorpresa tenía mensajes de Steve y de Harry.

Steve: Quería que fuese sorpresa, pero iré la semana que viene a verte. 

¿Vendrá? ¡Vendrá! 

Yo: Te amo te amo te amo te amo 

Yo: Aquí te espero.

Salí del chat de Steve y entré al de Harry tenía varios mensajes. Había estado llamando y escribiendo durante toda la madrugada. 

9 llamadas perdidas de Harry

Harry a las 3:23am: Te extraño

Harry a las 3:30am: Necesito que hablemos

Harry a las  3:45am: Atiéndeme, joder

Harry a las 3:50am: CHLOE ATIÉNDEME!!!!

Harry a las 4:05am: Deja de follarte a tus compañeros y contesta

Harry a las 4:20am: Eres una jodida zorra, siempre lo has sido

Harry a las 4:30am: No vales nada

Harry a las 4:32am: Vete a la mierda, ya entendí porque donna es mejor

Sabía que estaba borracho, porque siempre decía cosas hirientes estando ebrio. A pesar de que los mensajes estaban tan bien escritos. 

No me pude contener y lloré.

Lloré como no había llorado en mucho tiempo, lloré por todo y a la vez por nada. 

—¿Chloe? ¿Estás llorando? —dijo Eros detrás de la puerta.

—¡Largo! —grité sollozando.

Pero Eros no me hizo caso y abrió la puerta. Me tapé el resto con ambas manos, y sentí los brazos de Eros rodeandome. 

No quería que él me viera así, intente alejarme de él. Pero me abrazó con fuerza, logrando que me rinda y siga llorando contra su pecho.

—¿Qué pasó? —indagó acariciandome el cabello.

Negué con la cabeza y me sequé las lágrimas con la bata.

—No creo que sea por lo de anoche, así que suéltalo ¿Qué hizo el idiota de Harry? —preguntó con el ceño fruncido.

Joder.

Sin darme cuenta Eros tomó mi móvil y comenzó a leer, para luego enfadarse.

—Hijo de la gran puta —murmuró, para luego mirarme a los ojos—. Vale, no puedo quejarme porque también la cagué. Pero vamos, es una mierda.

Sentí las ganas de llorar nuevamente y Eros me abrazó de nuevo. 

—Vamos, sacalo. Deja de reprimirte, aquí estoy —susurró—. Aquí estoy.

Me dolía, y mucho. Estaba cansada de evadir aquel sentimiento de tristeza. Estuve horas en los brazos de Eros, se sentía bien tener a alguien.

Los chicos de Chloe | PRÓXIMAMENTE EN FÍSICOTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang