Quedar como estúpida

16.4K 1.6K 237
                                    

No puedo dejar de pensar en lo mucho que odio estar en este pueblo, anteriormente tranquilo y solitario; ahora escenario de una red de secretos. Sin embargo, mi emoción por volver a Estrada se apaga poco a poco, la razón por la que quería volver a la ciudad era sencilla; no ver a Aiden nunca más. Pero ahora era diferente; cuando discutí con Mateo me sentí mal, pero el saber que lo vería en la universidad a diario me consolaba un poco. Ahora no tengo ni eso.

Tal vez, cuando el trámite de venta de la casa y demás estén completados, debería considerar establecerme en otra ciudad. Ahora que tengo a Germán dormido a mi lado, creo que debería plantearle mi idea. O tal vez no, tal vez una vez llegado el día, lo mejor será desaparecer y convertirme en un recuerdo. Menos problemas, menos palabras y ninguna despedida.

¿Seré capaz de hacer eso? Supongo que sí, lo hice antes con Mateo. Aunque eso fue distinto, aquella vez salí de su departamento y lo evité por mucho tiempo. Entonces mi padre me llamó de vuelta, pero ya llevábamos un mes sin hablar. Y con Mateo fue todo un año de conocernos, un año de arriesgarnos y salvarnos. A Germán lo conocí hace dos semanas, y sé que existe algo, pero no he desarrollado un sentimiento sólido.

Vamos, el hombre folla bien, es atractivo, tiene un futuro prometedor y me trata bien; con el tiempo puedo llegarlo a amar. Pero primero lo primero, he de ir a mi casa para hablar con mi papá. Valentina va a sacar la sopa sí o sí, no más secretos por favor.

No es la primera vez que me voy sin despedir y estoy segura de que no será la última, pero vamos, esta vez dejo una nota en la que explico que debo ir a mi casa porque tengo que resolver algunos asuntos. Echo un vistazo a Germán antes de dar la vuelta y salir de la habitación.

Quisiera tener una amiga en estos momentos. Elisa fue muy buena amiga durante unos años, fue mi confidente y mi apoyo en muchas cosas; la quería tanto como a una hermana, pero nunca pude pedirle consejos sobre chicos porque nunca hubo alguno interesado en mí. Haziel sí fue de ayuda con Mateo, generalmente ella me instaba a hablarle y saludarlo. Incluso ella se dio cuenta antes que yo de que me gustaba. Y después yo sola la alejé y ahora dudo que podamos recuperar nuestra amistad.

¿Alguien querrá ser mi amiga? Porque en verdad necesito que me den consejos o simplemente que escuchen cuando me quiera desahogar. Yo podría hacer lo mismo y con todo el dinero que le sacaré a mi papá incluso nos podríamos ir de compras. ¿Qué se sentirá ser amiga de la chica rica? Digo, estoy consciente de que mi padre tiene mucho dinero, que cualquier cosa que le pida la tendré cuando yo lo quiera, pero nunca me he aprovechado y siempre he preferido mantener un perfil bajo.

Llego a casa más rápido de lo que creí. Puedo ver la camioneta estacionada afuera, seguro Valentina está aquí. Perfecto, no puedo esperar para enfrentarla.

Entro a casa como si no estuviera a punto de soltar una bomba y suspiro. Más vale que estén despiertos y que no estén cogiendo, con una vez tuve suficiente. El interior tiene un ligero olor a especias, como si estuvieran preparando comida hindú. Sigo sin creer que mi papá sea tan bueno en la cocina, mamá estaría orgullosa.

Para mi sorpresa, no es él quien cocina, sino Valentina. Canturrea en voz baja mientras prepara algunas cosas. ¿Qué chingados?

—Oh, querida —me caga cuando me llama así—. Tu padre me dijo que llegarías tal vez más tarde. ¿Qué haces aquí?

¿En serio? Esta es mi casa, joder, puedo venir cuando me plazca. Aparte, son las ocho de la mañana, ¿a qué hora creía que iba a llegar?

—Bueno... Es mi casa.

—Sí, claro —me sonríe y me dan ganas de golpearla—. No dije que no, solo me sorprendí. Estoy haciendo de comer, este fin estaremos juntas, así que espero que esto no esté tan mal o tendremos que pedir algo.

Lo que fui sin tiWhere stories live. Discover now