El amor es mortal

28.1K 2.4K 357
                                    

Al volver a casa me encuentro con que Valentina no está, pero sí mi padre. Es increíble que sin la presencia de la mujer hasta el aire se respira diferente, incluso se siente menos tensión en el ambiente. Me pregunto qué tendrá esa mujer que me hace querer repelerla y verla lo más lejos posible de mi padre y por supuesto de mí.

—Visité a mamá —confieso sin saludar antes—. Se ve muy cuidada la tumba, gracias por mantenerla.

—Oh, hola Di, me alegra que sigas procurando a tu madre —me dice cabizbajo—. Espero un día poder seguir tu ejemplo. ¿A qué te refieres con mantenerla?

No estaría mal que fuera a verla, sé que fue difícil su muerte, pero al fin y al cabo fue su pareja por varios años, me tuvieron a mí y recuerdo que se amaban. Hubo altibajos, como todo, pero nada tan grave, según recuerdo. Un poco de respeto no estaría de más, de por sí ya la mantuvo y... ¿Qué? ¿Cómo que a qué me refiero?

—Sí, la tumba está limpia, tiene flores y ...

—¡¿En serio?! —mi padre me mira extrañado—. Supongo que venía incluido cuando compré el espacio.

Y así me corta y continúa en lo suyo. Lo cual es la cocina. ¿Qué habrá hecho Valentina con mi padre? Está irreconocible, más de lo que ya era. El amor es increíble y dañino por momentos, te puede volver mejor persona, enseñar algo que no sabías, convertirte en la mejor versión de ti... Pero también te puede traicionar, te hiere; es mortal.

Le agradezco a mi padre que me haya sacado adelante, por apoyarme cuando le dije que quería irme a Estrada y por verificar que no me faltara nada. Pero el hecho de que no frecuente a mamá me causa una sensación de pesadez. A veces me sorprende lo distanciados que estamos, antes de volver, nos veíamos en las fechas importantes y hablábamos dos veces al mes. Le tengo aprecio, pero nuestra relación padre-hija no es la mejor.

Subo a mi habitación y me meto al baño para tomar una ducha. La fiesta es hasta dentro de unas horas y vivo a pocas cuadras de la ubicación, pero conociéndome, me tardaré muchísimo en decidir si ir o no, porque cuando eres curioso, te atienes a cualquier descubrimiento sea bueno o malo. Y tal vez no quiero saber qué es lo que busca Catarina en Elisa. Tal vez no quiero saber de qué manera está relacionado Aiden con Gustavo y posiblemente no me guste lo que descubra de Valentina.

Lo peor es que mi padre se ve muy enamorado, si hay algo malo en su prometida, le va a doler enterarse.

No hay tiempo que perder, mientras más rápido me prepare, más tiempo tendré para meditar cómo hacer para pasar desapercibida, que nadie me note y descubrir qué busca Catarina en este pueblo. Si descubro la razón por la que quiere a Elisa, puedo usar eso a mi favor para sacarle a Aiden información sobre Gustavo y a su vez de Valentina.

Apenas me salgo de bañar cuando escucho voces fuera. Al inicio creo que son de Valentina y mi padre, pero luego me doy cuenta de que la voz es grave. Me pongo la bata, me agarro el cabello y me asomo por la ventana. No veo gran cosa desde aquí, pues están en la entrada principal, pero alcanzo a ver una figura masculina que está recargado en un automóvil color negro. Usa lentes de sol y tiene una capucha que tapa la mitad de su cara. No lo reconozco, pero no se ve peligroso. Más bien ridículo.

Tú tampoco te ves peligrosa, pero ya mataste a alguien. Tienes sangre en tus manos.

Veo a mi padre frente a él, sé que es él por el delantal que está utilizando. Me rio, es todo un chef.

Se queda parado a una distancia aceptable del tipo de lentes. Al parecer está hablando, pero se mueve un poco y lo pierdo de vista. Hay otro tipo que solo se cruza de brazos, tampoco lo reconozco. Agudizo el oído, las voces se pueden escuchar, estoy segura.

Lo que fui sin tiWhere stories live. Discover now