XXI "Los seis hermanos"

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Aún no caía en la cuenta de lo que habíamos ocasionado esos demonios y yo. ¿El fin del mundo? Eso era nuevo. Al entrar en la cabaña la lluvia azotó con fuerza las ventanas y las ramas de los árboles se movían salvajemente por el viento. Por lo menos el fuego había cesado, aunque gran parte del bosque se había incendiado.

Slenderman dejó en el sofá a Sally y a Ben, quienes aún seguían inconscientes y se quedó de pie frente a nosotros. Sabía lo que se avecinaba, un nuevo plan para destruir al resto de los hijos de Zalgo, y eso será un plan suicida.

Pero debíamos hacerlo. Quería hacerlo. Masky carraspeó para llamar la atención de todos, con una postura rígida y sus brazos detrás de la espalda.

-El plan de Slenderman es el siguiente; según él, los hermanos está distribuídos por el mundo para sembrar el caos, por lo que formaremos parejas para ir tras ellos-anunció-. Nina y Jeff serán un grupo, Sally y Ben serán el otro, Slenderman y yo nos llevaremos a Eyeless con nosotros y tú, _____, estarás con Toby.

Vaya, ¿esto fue planeado a propósito? No es que me moleste ir con él, pero sigo incómoda cuando estoy a su lado y la razón es bastante obvia. Pero a Toby no parece importarle, simplemente se acercó y apoyó una de sus manos en mi hombro como hacía unos minutos.

-¿No puedo ir contigo? ¿O con mi hermano?-Pregunté a Masky, claramente disimulando mi inquietud.

-Masky, mi hermana tiene miedo de que Ticci-Toby acabe violándola.

-¡Jeff!-Lo reproché, alterándome, pero Masky chisqueó la lengua.

-No, _____. Slenderman y yo debemos hacer algo por nuestra cuenta y debes estar con un Proxy a tu lado, solo por seguridad.

Suspiré y asentí sin decir más, simplemente miré a Toby, quien no disimulaba su satisfacción de saber que tendría que estar cuidándome en toda la misión que teníamos por delante. Esto puede salir o muy bien, o muy mal. Finalmente, Slenderman nos teletransportó a todos en los respectivos lugares en donde se hallaban los seis hermanos restantes. A Toby y a mí nos dejaron en un descampado totalmente árido, en donde el camino de tierra seguía muchos kilómetros a la distancia. Nos miramos e iniciamos la búsqueda por los alrededores.

Lo que nos extrañaba era que esta parte no se veía afectada por el fin del mundo, no había incendios, ni plagas, ni lava recorriendo la calle. Simplemente un ambiente tranquilo que reinaba en los alrededores.

-¿Tan animado estabas de venir conmigo?-Pregunté mientras mi mirada se fijaba en el camino.

-No es e-eso. Si-simplemente c-creí que tendríamos m-más tiempo p-para poder ha-hablar.

-¿Y de qué quieres hablar conmigo?-Pregunté y lo miré- Yo no quiero escucharte, la última vez que lo hice no me agradaron tus palabras.

Y estaba en lo cierto, me había dicho que sólo quiso tener algo de una noche, que no esperara algo más que eso con él. Y pensar que antes tuvo una relación... Tch, me hace mal pensar en esto.

-Lo sé... q-quiero re-reme-remediar ese p-pro-problema.

-Cuando logremos destruír al demonio que se nos encargó hablaré contigo, por el momento no pienso dirigirte la palabra.

Un silencio incómodo reinó entre nosotros pero no me importaba en absoluto, solo quería terminar este maldito trabajo y alejarme de Toby el mayor tiempo posible. Miré de reojo su cabeza gacha y no pude evitar sentir pena por él, pero en el fondo sabía que no era alguien tierno, ni mucho menos infantil; es un asesino con bipolaridad y problemas como todos y no debía dejarme llevar.

Al menos no por ahora...

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La búsqueda se extendió hasta que el cielo comenzó a iluminarse de estrellas y el camino no parecía tener fin, mis piernas temblaban del cansancio y un viento fresco había hecho su aparición horas antes de que oscureciera.

Dos destinos. (Creepypastas y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora