XIII "El día más esperado"

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Tal como dijo Zalgo hacía unos días, él nos dejaría visitar la cabaña de los Creepypastas. Nina y yo nos encontrábamos frente a la cabaña de mi hermano, así que me dirigí con entusiasmo. Nina iba detrás, no muy animada de ver a todos de vuelta. Espero que Liu no esté comiéndole la cabeza...

Toqué dos veces la puerta y unos pequeños pasos se hicieron oír. Sally asomó su cuerpo pequeño por la puerta y nos abrazó a Nina y a mí.

-¡Al fin regresan! Qué lindo tenerlas de vuelta-dijo con una alegría indescriptible. Yo sonreí y le acaricie el cabello con cariño.

-Sólo nos quedaremos hoy, Sally. Mañana volveremos con Zalgo.

Un suspiro triste acompañó su mirada de decepción. Asintió y nos dejó pasar a la casa. Entramos y observamos a Eyeless comiéndose un riñón, sentado en el mismo sofá de siempre. Reí un momento y me acerqué a saludarlo.

-¡Nina y _____ están de regreso!-Llamó Sally desde la planta baja.

Un portazo se escuchó desde arriba, seguido de unas típicas carcajadas que solo un demente puede tener. Mi hermano bajó las escaleras de un salto y atrapó a Nina entre su brazos, levantándola unos centímetros del suelo.

-¡Jeff! ¡Ya bájame!-Gritó Nina entre risas y correspondió al abrazo de Jeff. Quizás él pueda ayudarme a que ella se recupere.

Mi hermano la bajó y la inspeccionó con la mirada. Sus dedos acariciaron los cortes de Nina, y una mezcla de sorpresa e ira apareció en su rostro de forma abrupta.

-Jjejejej necesitamos renovar esos cortes... Una The Killer no debe dejar que cicatricen así, Mi reina...

-No quiero hacerlo de nuevo, quiero que cicatricen y que sanen-respondió Nina y apartó de un manotazo la mano de Jeff de su rostro.

Eyeless y Sally se quedaron perplejos ante esa declaración, al igual que yo, claramente. ¿Nina the Killer queriendo sanar sus cortes? Esto no puede ser. Me acerqué un poco a ellos dos, pero Jeff me apartó de un ligero empujón. Su mano fue directo al cuello de Nina y la tomó con fuerza, estrellándola contra la pared. Un quejido se escuchó de parte de ella y forcejeó, pateando a mi hermano y escupiéndole en el rostro.

-¡Déjame ir! ¡Eres un maldito monstruo!-Gritó con más fuerza que antes y le dio un cabezazo a Jeff, pero este no se inmutó.

Tomó su cuchillo y el filo comenzó a abrir la herida de ella otra vez, haciendo que brotara sangre de su mejilla hasta caer al piso. Sally no se inmutaba, pero la reacción de Nina nos sorprendía a todos.

Cuando Jeff terminó el primer corte y las lágrimas de Nina se mezclaban con su sangre, ella le dio un golpe en los bajos a mi hermano y subió corriendo las escaleras, encerrándose en uno de los cuartos. Jeff cayó al piso y se incorporó, adolorido, pero con una furia mucho mayor que su dolor.

-¡ERES UNA MIERDA! ¡NUNCA LLEGARÁS A SER COMO YO, ERES UNA COPIA BARATA!

-¡Jeff cálmate!...Debemos hablar de esto y muchas otras cosas.

Su pecho subía y bajaba constantemente y sus ojos parecían salirse de sus órbitas. Pasé saliva y me separé de él, solo por si acaso.

-Explícame qué mierda le ocurre. Actúa como una niña retrasada, y yo no le enseñé ese comportamiento.

Asentí y nos dirijimos al sofá, me senté al lado de mi hermano y Sally y Eyeless en los sillones individuales. Yo suspiré y empecé a contar lo ocurrido.

-Yo no creo poder ser de utilidad allí dentro-comenté-, me esconden sus planes y pareciera que sólo intentaran hacer enloquecer a Nina. La otra vez Liu discutía con ella, le había dicho que era tu juguete, Jeff. Y que no te importaba su persona.

Dos destinos. (Creepypastas y Tú)Where stories live. Discover now