Capítulo 35: La oveja y el león

191K 10.9K 2.8K
                                    

(IMAGEN EN PROCESO)

JAMIE

Todo pasa tan rápido que no sé cómo reaccionar, hasta que escucho esas dos palabras. ¿A caso escuche bien? Mi corazón parece querer salirse de mi pecho, y sus labios... Dios esos labios saben como derretirme.

― ¿Qué? ―pregunto con los ojos abiertos, y seguramente al borde de colapsar.

― Te amo, Jamie –dice ahora con más seguridad. Su sonrisa aparece y sus ojos brillan de una manera en la que jamás había visto, mi corazón da un giro y siento la piel de gallina... ¿esto es normal?

No sé qué responder... no sé qué decir. Quiero decir algo pero las palabras no salen; en vez de eso simplemente me sonrojo en silencio. Acaba de decir que me ama por segunda vez y lo único que quiero ahora es escuchar eso salir nuevamente sus labios como si fuese un disco rayado.

― Yo... Blue, yo... ―Dios ahí va otra vez, mi tartamudeo

― Tómate el tiempo que necesites, cariño. –dice sonriendo y eso solo hace que este aún más nerviosa. Jamás creí escuchar esas palabras salir de alguien nuevamente, y menos aún... de Blue.

Tiene que estar bromeando... eso es lo que siempre hace. Bromea y lastima, es parte de él. No puede amarme, él no sabe lo que eso significa. Seguramente me está probando o algo así, no me ama y dudo que alguna vez lo haga.

― No bromees, Blue ―musito dando unos pasos hacia atrás alejándome de él e intentando saber que haré. Solo quiero desaparecer en este momento, no puede hablar en serio.

― No estoy bromeando ―sus ojos aguamarina me miran detalladamente, y sus labios permanecen en una fina línea.― Yo no bromeo con eso. Estoy enamorado de ti, Jamie Collins.

Trago saliva y mi corazón parece estar a nada de un paro cardíaco. Me pregunto si él también puede escuchar mis latidos.

― No... no puedo con esto. ― es lo único que logra salir de mis labios, él me observa confundido pero aun así salgo del patio trasero y pienso en cómo regresar a casa. Le podría preguntar a Damien, pero seguramente preguntaría porqué y discutiremos, si le digo a Liz me atacará con preguntas que ahora no puedo responder. Camino hacia Dylan...

― ¿Podrías llevarme a mi casa? ―le pregunto nerviosa y aun sintiendo mis piernas como palitos de espagueti. Me mira y quiere decir algo, pero simplemente asiente con una reconfortante sonrisa.

Al salir veo un volvo, es bastante lindo a decir verdad. Dylan quita los seguros con su llave y me abre la puerta del copiloto.

― Gracias ―musito mientras él me sonríe, veo como rodea el vehículo y enciende el motor ― Linda camioneta.

― Es un volvo xc90, lo compre el año pasado ―comenta y comienza a manejar entre las calles.

Es tarde pero la ciudad parece despierta, hay fuegos artificiales volando por el cielo y se escucha la música por donde sea que vayas.

¿Por qué Blue dijo lo que dijo? No lo entiendo, primero es un idiota y luego dice que me ama. Sus cambios de humor no son algo agradable para mí, me siento muy estúpida. Él no podría amarme, no soy... no soy como las Megan o esas chicas perfectas.

Me gusta Blue, probablemente más de lo que algún día admitiré, pero lo nuestro nunca podrá ser porque se cómo es. Al solo pensar eso hace que me piquen los ojos.

― ¿Pasa algo? ―pregunta Dylan interrumpiendo mis pensamientos. Me tallo los ojos y veo que estamos saliendo de la residencia.

― No. ―contesto de forma tajante. No quiero más burlas...

Terriblemente Enamorado #1 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora