¿Me creerías si te dijera que hasta el chico más frío podría enamorarse? Porque yo no lo creía, toda mi vida vivi siendo independiente y a vivir con cierto estilo de vida. Ella era lo que necesitaba para vivir, mi luz, mi guía, mi tanque de oxigeno...
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BLUE
Me despierto por el sonido de mi alarma. Uno de los ruidos más desagradables que he tenido que soportar desde que entre a la escuela, lo apago con toda la flojera del mundo con un simple golpe encima.
Bostezo y me estiro en mi lugar.
>>Primer día<<
Camino por los pasillos de los casilleros con paso seguro.
Consejo #1, demuéstrales que no le temes a nada. Hará parecer que tienes seguridad y usualmente nadie se mete contigo por eso.
De lejos, distingo a Drew -mi mejor amigo-
— ¿Qué tal tu desvelada? –pregunta Drew sofocando una carcajada debido a que ayer estuve despierto hasta tarde por andar jugando un partido de póker.
—Gane mucho –respondo con suficiencia.
—Lo creo –dice sonriendo
— Pero dejaré de hacer todo eso cuando tenga el dinero suficiente para irme por mi cuenta, así que cuando me vaya, necesito a alguien que esté pendiente del negocio.
— ¿Te das cuenta de que lo que me estás pidiendo es absurdo? —dice Drew buscando la broma de lo que dije aunque obviamente no hay ninguna broma. Me mira y se da cuenta de que va en serio y abre sus ojos como platos.
Drew es mi mejor amigo. Lo ha sido desde que nos conocimos en primer año de jardín de niños, sus padres son muy unidos a los míos y nos vimos forzados a convivir casi todos los días. Aunque me gustaría que fuera menos... ¿Cómo decirlo? Inseguro. Si, esa es la palabra.
— ¿Qué tiene de malo? —alzo una ceja un poco molesto.
Cierro mi casillero y paso mi mochila por un hombro, camino por los pasillos mientras Drew camina detrás de mí.
—Blue, ni siquiera sé manejar una maldita cuenta de ahorros —.responde asustado.
—Ya aprenderás.
Primer día del último año, menuda ironía. Ambos caminamos hacia el aula de historia, no me agrada la materia; en absoluto, no le encuentro el sentido a estudiar gente muerta, lo hago por dos cosas.
La primera, cultura general.
La segunda, necesito graduarme y hacer algo de mi vida.
—Jóvenes hoy tenemos a una nueva estudiante con nosotros —habla el profesor Huggins con voz increíblemente lenta y aburrida.
A veces este tipo de situaciones me recuerdan tanto a esas películas de comedia romántica totalmente clichés y predecibles. Seguida de su oración, una chica entra rápidamente y toma asiento en algún lado del aula, no me molesto en siquiera mirarla, lo único que sé es que no tiene mucha confianza en sí misma para caminar de esa manera. Sumido en mis propios pensamientos hasta que me doy cuenta de que la chica me está mirando, puedo sentir como me traspasa en un segundo, ¿qué se cree? ¿Acaso se cree asechadora? ¿Qué demonios me está mirando? Me giro un momento para verla, a tan solo unas bancas lejos de mí. Sus ojos color avellana se ponen como platos cuando se da cuenta de que la cache mirándome, por lo que abre su libro y lo "lee", no puedo evitar sonreír, demasiado inocente. No me molestaré en darle importancia, demasiado equis para siquiera pensarla.
