Sweet Peril. (The Sweet #1) [EDITANDO]

Capítulo 22

Excusa.

—Entonces... —dijo Amber insinuante mientras desayunábamos.

Aunque bueno, debería decir más bien almuerzo, ya que faltaban diez para las doce.

—¿Entonces qué? —pregunté arqueando una ceja.

—¿Tendrán una cita o algo así? —preguntó Maggie.

Suspiré.

—No sé, no hablamos de eso —tomé un sorbo de jugo.

—Deberías invitarlo tú a salir —dijo Amber pensativa.

—No lo creo, además no tengo su número —expliqué.

—¿No lo verás hoy en la iglesia? —preguntó Maggie, yo negué con la cabeza.

—Hoy no tenemos trabajo —dije.

—Rayos, la próxima vez que lo veas por favor, lo primero que tienes que hacer es pedirle el número —dijo Amber resoplando, yo reí.

—Vamos a arreglarnos, Chad no tardará en llegar —me levanté del desayunador.

Amber, Maggie y yo subimos las escaleras para ir a arreglarnos, ya que habíamos acordado ir a jugar básquet con Bennett, Sam, Ethan y Alli. Chad llegó unos quince minutos después, luego de entrar a su auto Amber le dio la dirección del club de campo.

—¿Cómo ha sido tu estadía en la casa de Ethan? —pregunté curiosa.

—Genial, aunque si Julieth sigue insistiendo en que coma más de lo que puedo reventaré —Amber y yo reímos.

—¿Pensé que eras un barril sin fondo? —murmuro Maggie divertida.

—En la casa de Ethan he comprobado que tengo un límite —respondió Chad riendo.

Al llegar al club de campo divisé a Carter de pie en la entrada, también iba vestido deportivo, sentí un codazo por parte de Maggie, giré mi cabeza hacia ella, vi en su rostro un ceño fruncido e hice todo mi esfuerzo por tragarme una carcajada. Deliberadamente había evitado mencionar que Carter también estaría con nosotros, luego de que Chad se estacionó, nos bajamos y me dirigí hacia Carter.

—¿Listo para un partido de básquet? —pregunté con entusiasmo.

—Tanto como puedo estarlo —respondió haciendo una mueca con su boca, reí.

Unos minutos después aparecieron Bennett y Sam, seguidos de Ethan y Alli, seguidamente todos nos encaminamos hacia la cancha, me pareció algo gracioso el hecho de que el día en el que decidíamos jugar básquet, el clima estuviera frio, pero a las demás no pareció importarles, yo por mi parte tenía puesto un sweater.

—Bien, entonces nos dividiremos chicas contra chicos —dijo Bennett.

—No será muy justo —replicó Alli.

—¿Qué les parece si en cada equipo hay dos chicas y dos chicos? —ofreció Ethan.

—Pero sobrará una de nosotras —dijo Amber.

—Puedo ser el árbitro, no es problema, además no se me da muy bien el básquet —dije amigablemente.

—Por mi está bien —dijo Sam encogiéndose de hombres, todos estuvieron de acuerdo.

—Y para que sea justo la división de equipos —dije interviniendo —lo haremos al azar —busqué en mi bolso por un papel, lo piqué en ocho pedazos, luego escribí el número de los dos equipos.

Al final los equipos fueron Chad, Maggie, Alli y Bennett contra Carter, Amber, Ethan y Sam. Al pasar el tiempo el equipo de Chad iba ganando por una diferencia de dos puntos y a medida que iba pasando el tiempo se podía notar la determinación de todos, excepto por Amber que más bien parecía que huía del balón. Al final el equipo de Chad ganó.