Sweet Peril. (The Sweet #1) [EDITANDO]

Adelanto de Sweet Storm

La gran fogata de cierre.

Samantha.

La música baja que salía de los altavoces llenaban la pizzería vacía, tenía trabajo que hacer, limpiar las mesas y la barra antes de abrir, me moví ágilmente a través de las mesas al ritmo de la música, cuando llegué a la barra mi teléfono sonó indicando un mensaje.

"La gran fogata de cierre llegó, no faltes si eres senior. Hoy en el claro a las 9:00pm".

Volví a guardar mi teléfono en mi bolsillo, para entonces limpiar la barra.

Solo una semana más...

Solo faltaba una semana más para poder ser libre, la graduación, que se encontraba a tan solo días seria mi boleto de salida del infierno al que llamaban preparatoria, me iré lo más lejos posible de este pueblo de mierda, sin dejar que nada me estanque aquí.

Este último año fue una locura, ni en mis más locos sueños pensé que ocurriría todo lo que ocurrió durante el año y aunque algunas cosas mejoraron, otras sólo empeoraron. Luego de las vacaciones de invierno, el regreso a clases se sintió totalmente diferente, de hecho todo cambió, Anna y Demon comenzaron a salir públicamente, por lo que Ashton dejó de fastidiarla, aunque Megan aún seguía lanzándole miradas de muerte.

Las primeras semanas, tener a Carter y a Demon sentados en nuestra mesa fue incomodo, pero logramos acostumbrarnos sobre la marcha, pero digamos que eso fue lo único "bueno" que sucedió, ya que volví a ser foco de bromas, pero esta vez por parte de Zoe, supongo que su propósito de año nuevo fue amargar mis días y en varias ocasiones lo consiguió, y cuando pensé que no podía ser peor, la pequeña tregua que tenía con Jordan se fue en picada, y odiaba admitirlo, pero aún me dolía el hecho de que nos alejáramos.

Solo una semana más... me repetí.

—¡Samantha!

Me sobresalté ante el sonido de mi nombre, levanté la mirada hacia un Bennett sonriente, que se encontraba del otro lado de la barra; otra cosa que cambió durante el año, Bennett y yo nos volvimos buenos amigos.

—Bennett, no vuelvas a hacer eso —advertí volviendo a retomar mi tarea de limpiar la barra.

—Lo siento, pero estuve tratando de llamar tu atención. Por cierto llevas limpiado esa misma zona desde que llegué —comentó Bennett divertido.

—Ah... yo...

Bennett rió.

—Está bien, ¿en qué estás pensando?

Resoplé.

—Nada en realidad, solo en la graduación.

—Se acerca el gran momento.

—Seguro que sí, no puedo esperar por ello... —Bennett me observó fijamente durante varios segundos, por lo que incomoda aparte la mirada —así que, ¿Qué estás haciendo aquí?

—Cierto. Quería mostraste algo —Bennett me entregó un sobre blanco con mi nombre en él y en la esquina superior el sello del conservatorio de música de Los Ángeles.

—Llegó —dije casi sin aliento tomando el sobre en mis manos.

—Así es, llegaron temprano en la tarde —comentó mostrándome el suyo.

No pude contener la sonrisa que se formó en mi rostro. —Es hora de la verdad.

Bennett y yo abrimos los sobres al mismo tiempo, rápidamente desdoble mi carta.