Capítulo 33

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24 horas

Durante tres horas manejé mi Harley por todas las calles como un maldito loco, incluso llegué a los límites del pueblo, pero no había rastro alguno de Anabelle, ni de la camioneta de su padre, nadie la había visto, era como si se hubiese esfumado.

Me detuve frente a una plaza, me bajé de la moto, caminé hasta la sombra de un árbol y me apoyé del tronco, rápidamente saqué mi teléfono para luego marcar el número de Víctor.

—Ellos la tienen —Informé en cuanto respondió. No tenía tiempo para formalidades.

Del otro lado de la línea se oyeron pasos y luego escuché una puerta cerrándose.

—¿De qué estás hablando? —Inquirió Víctor.

Me pasé la mano por el rostro frustrado y resoplé. Respiré un par de veces, para no soltarle un montón de mierda.

—¿Recuerdas lo que te conté el viernes?

—Sí.

—Bueno, ayer por la tarde ella desapareció y estoy más que seguro de que ellos la secuestraron.

—¿Estás seguro de que no escapó simplemente? Digo, ¿qué interés tendrían ellos en ella? Es una simple adolecente, tal vez se rebeló o algo así, quizás se fue con algún...

—¡Por supuesto que no! —Lo interrumpí, no iba a permitir que nadie hablara mierda de Anabelle —ella no es así... no lo es —me aclaré la garganta antes de continuar —ella es diferente.

Hubo un silencio sepulcral al otro la de la línea, lo cual me inquietó.

—Desmond. ¿Acaso tú...? —Víctor se calló antes de poder terminar de hacer la pregunta, pero sabía lo que quiso decir.

—Sí —respondí simplemente.

Víctor dejó salir un largo suspiro.

—Te voy a ser sincero, esto me recuerda a lo que sucedió con Jon.

Escuchar el nombre de mi padre hizo que recordara aquél día y un estremecimiento me recorrió el cuerpo.

—Esto no será igual. Me aseguraré de ello -declaré con convicción, no iba a permitir que le sucediera algo —. Por eso preciso de tu ayuda, lo más probable es que el padre de Anna ya haya advertido a las autoridades locales, por lo que necesito que formes un equipo, muevas tus contactos y te encargues de la investigación, ya que los policías no serán suficientes para poder encontrarla.

Además de que los policías no me dejarían estar presente en la investigación, por otro lado sabía perfectamente que Víctor no haría eso, considerando que lo he acompañado en las investigaciones previas. Y él al ser el jefe de investigación, nadie le cuestionará el hecho de que un estudiante de preparatoria esté trabajando con ellos.

Decidí agregar algo más para terminar de persuadirlo. —Y obviamente también sales ganando, puesto que tu departamento lleva años buscándolos y así podrán llevarse el crédito de su captura.

—Desmond, en estos momentos te pareces mucho a tu padre... —noté un deje de burla en su voz —bien, armaré un equipo y tomaremos un avión en las próximas horas. Trata de recolectar la mayor información que puedas mientras llego.

—De acuerdo.

—¿Estas en clases?

—No.

—Vuelve a clases y mantente bajo perfil.

—Estaremos en contacto, adiós.

—Bien, adiós.

Tenía que buscar información e iba a comenzar con Ethan. Para el momento en el que volví a la escuela acababa de comenzar la hora del almuerzo, con facilidad burlé al vigilante y me apresuré hacia la cafetería. Una vez que entré, miré a mi alrededor hasta que di con él, pero antes de que incluso pudiera mover un pie en su dirección, por mi periferia se me acercó alguien, solo tomó un par de segundos para que la chica de cabello color azabache con mechones rozados se situara frente a mí.

Sweet Peril. (The Sweet #1) [EDITANDO]Where stories live. Discover now