Veinticinco

133 8 0
                                    

Un año después.











-¿Realmente me estás invitando a tu boda? - Hacer video llamada con mi mejor amigo realmente me hacía extrañarlo. Se sentía diferente estar en Moscú, y hablar con él mediante llamadas. Él se ríe. - Sabes que tengo trabajo, Paul. Es difícil que regrese y asista a tu boda, pero intentaré lo mejor posible para llegar.

-Dante también irá, su graduación será pronto, así que ha estado un tanto ocupado con los últimos exámenes. Él... Él realmente te extraña, ¿Sabes?

-Está bien, me has convencido. Veré la manera de decirle a mi jefe que tengo que viajar. ¿Cuándo será la boda?

-Mañana a eso de las tres de la tarde. Te enviaré todo por mensaje, así que no te preocupes. Solo tienes que llegar y ya está. Por favor. No puedes abandonarme en mi día especial, ¿Entiendes?

-Está bien, no faltaré a la boda. Llegaré temprano para ir a verte, ¿Entendido?

-Estaré esperando tu llegada. Oh... Debo irme, hay un par de cosas que tenemos que ver con respecto a la boda con Jessy. ¡Llega pronto!

Nos despedimos. Sonrío, observando a mi alrededor. Un año en Moscú, comenzar una vida aquí fue bastante complicado, más que nada porque debía aprenderme el idioma. Estuve meses yendo a clases y trabajando, pero todo valió la pena. Mi corazón se siente aliviado, y ya no tenía grietas ni heridas del pasado.

Habían momentos en que extrañaba estar en mi país con Paul, pero sé que a ambos nos hizo bien estar lejos el uno del otro. Disfrutaba estar aquí, conocí a muchas personas que me ayudaron, pero había algo que definitivamente extrañaba.

Dante.

Supongo que terminé enamorado de él. No, estoy enamorado de Dante. He estado pensando bastante en él, pienso en todas las posibilidades de que pueda odiarme por haberme ido sin siquiera despedirme adecuadamente de él, pero también es probable que no lo haga y también me extrañe.

Estuve recordando todo nuestros momentos, preferí quedarme con los buenos momentos, cuando sonreímos y simplemente estábamos juntos porque lo queríamos.

Debí suponer que terminaría perdiendo la cabeza por ese chico. Quería estar con él, permanecer a su lado en todo lo que quería hacer con su vida, y esperaba que Dante también quisiera quedarse conmigo. De todos modos, aceptaría cuál fuese su decisión.

Recibo el mensaje de Paul, indicándome el lugar en el que estaría y donde sería la boda. Suspiro, viendo a la nada, con el corazón latiendo a mil. Mi mejor amigo se iba a casar, él iba a cumplir su sueño de formar una familia, y eso me alegraba tanto. Sabía que lo haría.

Guardo mis llaves para salir de mi departamento e ir a mi trabajo. Necesitaba hablar con él, ver la posibilidad de tener el día libre mañana o quizás dos días. Conduzco con cuidado, recitando lo que diría para que me diera el sí para tener un pequeño descanso. Yo no fallaría en ir a la boda de mi mejor amigo.

No cuando era un día tan importante para él.

Estaciono una vez que he llegado a mi trabajo. Sé que no era mi horario, pero debía prepararme para la boda de mi mejor amigo, y obviamente, no faltaría a su día. Suspiro, replanteando mi idea de pedirle permiso, pero sé que podrá comprenderme.

Golpeó suavemente la puerta, y luego, asomo mi cabeza, sonriendo hacia mi jefe. Él se ríe, dejándome pasar. Me acerco con cautela a él, con la clara intención de pedirle permiso, aunque no sabía que reacción iba a tener él.

-No es tu horario de trabajo, James. ¿Por qué estás aquí? - Me observa extrañado. Me conoce, sabe que no vengo en mis días libres, por lo que no tenía idea de como comenzar. - ¿Vienes a pedir un adelanto de tu sueldo? Necesitas pagar tus cuentas, ¿Verdad?

-Nada de eso, Señor. Quería pedirle un favor... Si es que es posible. - Espera paciente a que continúe hablando. Respiro profundo antes de acercarme por completo, sentándome frente a él para verlo de manera que pueda dejarme ir a mi país y asistir a la boda de mi mejor amigo. - Verá, estoy invitado a un matrimonio. Mi mejor amigo va a casarse mañana y quiere que asista, quería ver la posibilidad de que usted pudiera dejarme ir, ¡Le prometo que recompensaré mis faltas!

-Sabes que no puedo dar permiso a mis empleados para que no trabajen un día.

-Por favor. - Hago un puchero que casi siempre suele funcionar. Se ríe levemente, y yo sonrío. - ¿Puedo?

-Por supuesto, pero tendrás que trabajar el doble para recompensar el día perdido.

-¡Se lo prometo, Señor! ¡Lo haré lo mejor posible! ¡Muchas gracias!

Doy un brinco al ir hacia la puerta, cerrando detrás de mí. Le envío un mensaje a mi mejor amigo, asegurándole que iría a su boda y él estuvo feliz. Suspiro, trotando hacia mi auto.

Lo pienso lo mejor que puedo en todo. No sólo volvería a ver a mi mejor amigo y a Jessy, sino que también perdí iba a ver a Dante, iba a volver a verlo después de un año sin saber nada de él.

Mentira.

Si sabía de él. Paul suele comunicarme como se encontraba ese idiota, y las pocas veces que lo ha visto con otra persona, pero Dante asegura que eran amigos y Paul me afirma que él aún me quiere. Sin embargo, no iba a actuar como un adolescente, cuando no lo era. Yo era un adulto completamente sano.

Estar lejos de todo aquello que me hacía recordar mi pasado me hizo realmente bien. Pude volver a encontrar al James de antes, y eso me ayudó a salir adelante como pude.

Suspiro, soltando una suave risa mientras conducía hacia el centro. Debía comprar un traje y algunos regalos para ellos, y para Dante. Quería que él me recordará para siempre, aún si no quería regresar conmigo.

Aún cuando yo sí quería estar junto a él.

Estaciono, bajando y dejando con seguro mientras me adentraba en el centro. Busco algunas tiendas de vestir para hombres hasta que encuentro uno. Observo los trajes con curiosidad, porque no tenía idea de que usar para la boda de Paul.

¿Negro? ¿Azul?

¿Blanco?

No, blanco no. La novia va de blanco y yo no voy a casarme. Al menos, no aún.

-Buenas, ¿Necesitas ayuda? - Asiento hacia él. Me sonríe y me pregunta que tipo de traje necesitaba. Le digo para que era el traje. - Al ser una boda, es más probable que debas usar un traje negro. Ven, puedes usar algunos y con cual te sientas más cómodo.

-Me gusta este. - Le señalo un traje negro, con una camisa blanca y corbata en tono rojo muy oscuro. Él asiente, sacándolo y me lo tiende con suavidad. Entró a uno de los probadores, colocándome el traje.

No iba a mentir si dijera que no me veía bien, porque joder, el traje parecía hecho a mi medida. Me veía ridículamente atractivo a simple vista. Salgo del probador y un par de mujeres con sus esposos me observan embobadas.

-¡Te queda de maravilla! - Me río levemente, regresando al probador. Iba a comprarlo.

Él y todos debían ver que yo no era el mismo infeliz de hace un año, que mi estado anímico era mucho mejor. Les mostraré que me encontraba mejor.

Estaba sano. Y viviendo como debí haberlo hecho hace mucho.

With You / Libro II ✔️Where stories live. Discover now