Quince

121 7 0
                                    










Dante se ríe sujetando mi mano con cierta timidez por debajo de la mesa, siendo bastante cuidadoso con sus movimientos. Me dedico a observarlo, pues nosotros estábamos dándoles la espalda a todas las personas que se encontraban en el lugar, así que ellos no tienen ni idea de lo que estaba sucediendo entre nosotros. Le sonrío, sintiendo una punzada en mi mano, por lo que hago una mueca y Dante lo nota, soltando mi mano para observar la otra.

Había optado por hacerle caso e ir al hospital a que vieran mi mano. Y resultó que Dante tuvo razón, había obtenido una fractura por el golpe, pero no era de un grado mayor. Todo gracias a Dante y su masaje sin dolor. El doctor prefirió colocar yeso en mi mano, de modo que evitará el movimiento durante un mes.

Dante y yo seguíamos en este tipo de relación sin nombre, para mí era mucho mejor estar de este modo mientras aún seguía solucionando los demás temas. Mientras nadie supiera que Dante y yo manteníamos una relación más formal todo estaría bien, y él no resultaría herido.

Tampoco lo permitiré.

La vida de Dante se convirtió en la mía, quería conocerlo aún más, quería tenerlo en mi vida, quería estar para ahí en sus peores momentos, en sus buenos momentos, quiero que confíe en mí, que sepa que puede confiar sus secretos, sus miedos en mí, porque yo no sería capaz de dañarlo.

Mi corazón no pudo resistirse a Dante, por más que lo haya intentado.

-Dante. - Lo llamo en voz baja, observándolo con atención. Él dirige su mirada a mí, y siento ese hormigueo recorrer mi mi cuerpo, llegando a mi pecho al notar la mirada de Dante brillar. - ¿Por qué decidiste estudiar medicina? ¿Cuál es la intención por la que quieres ser médico?

-¿Debe existir una razón por la que deseo serlo? - Murmura, pero eso no me da una respuesta a lo que he preguntado. Suspira. - No tienes que saber la razón por la que quiero ser médico, James. No hay tal cosa.

-Dante... Si quieres que esto funcione entre nosotros, quiero que seas totalmente sincero conmigo. Quiero que nos conozcamos, quiero conocerte.

-Ya te lo dije, no hay razón por la que deseé ser médico. Me gusta mi carrera, ¿Bien?

-Aquí está la orden que pidieron. - Nos interrumpe el mesero, dejando nuestros platos sobre la mesa antes de alejarse de nosotros. No dejo de observar a Dante, pero él ya no era capaz de verme.

-Si eso quieres, no insistiré más, Dante. No te obligaré a decirme cosas de tu vida si no quieres... Anda, come tu comida. - Le sonrío débilmente, pero él suspira, y sostiene mi mano, entrelazando nuestros dedos con suavidad. Me quedo inmóvil en mi lugar, sin dirigirle la mirada. - ¿Qué estás haciendo?

-Viví viendo y sufriendo los maltratos de mi madre contra mi hermano menor durante cuatro años. Intenté defenderlo como pude, por lo que recibí muchos golpes de parte de mi madre, pero fueron en vano... Yo... No pude salvarlo... No pude...

-Dante... Te dije que si no quieres decirme, no voy a obligarte a nada de ello, ¿Sí?

-Mi madre... Esa mujer lo mató con sus propias manos, por eso es que vivo con mi abuela. Mi sueño nunca fue convertirme en un médico, pero luego de que mi hermano falleció por su culpa, quise serlo para salvar las vidas que otros se encargan de matar por la razón que fuese.

Creo que me enamoré.

Bueno, no en realidad, pero sí que mi corazón se sintió extraño al escucharlo. Mi pecho tuvo ese hormigueo extraño como el primer día en que lo conocí, o al momento en que tuvimos el primer acercamiento. Ya no me sentía disgustado con este sentimiento, sé que, probablemente, podríamos estar confundidos con respecto a nuestros sentimientos, pero ya nada me importaba.

With You / Libro II ✔️Where stories live. Discover now