With You / Libro II ✔️

Diez

Ah, estar en este lugar solo me hacía recordar las razones por las que me perdí a mí mismo. Ver las lápidas de mi familia, una al lado de la otra, mientras que yo seguía viviendo era doloroso, más cuando tenía tremendo lío en mi vida justo en este momento. En las películas siempre me di cuenta de cuán dolorosas eran las pérdidas de las personas que uno más amaba, nunca entendí la razón por las que ellos lloraban si se supone que estarían en un lugar mejor. Pero claro, era un niño que no sabía nada de la vida y solo se dedicaba a ver películas con sus padres. Yo no sabía lo que era perder a alguien hasta que mataron a mi familia.

Tyler jamás me dio una razón válida que pueda justificar su actuar. Él, por alguna razón, siempre evitó decirme la verdad del porqué me permitió vivir con todo este dolor. Nunca lo entendí, y creo que jamás voy a entenderlo, pues él murió con toda la verdad en su corazón.

Mi vida nunca fue la misma desde que ellos murieron. Una parte de mí murió con ellos obviamente, esa parte del niño que iba en mí, de la mente inocente que sólo pensaba en juegos y en sueños, pero tuve que dejar todo eso de lado cuando murieron frente a mí. Fue cuando entendí esas películas.

Había perdido a las personas que más amaba en todo el mundo por culpa de la traición de mi abuelo. Ese maldito hijo de puta, de no ser por él, jamás me hubiese convertido en el hombre que fui, jamás hubiese perdido a misñ familia.

Mi sed de venganza regresó para cuando supe toda la verdad. Floyd cumplió con lo que dijo, toda la información que necesitaba llegó en carpetas y archivos que me dediqué a leer. Tampoco me decía la razón por la que me dejaron vivir, pero sí había lo suficiente para entender todo. Y yo dándome cuenta de que era un monstruo.

Pensaba que él mató a mi familia sin razón alguna. Pero él buscó su propia venganza, se vengó de mí abuelo, ese jodido idiota traicionó no sólo a Tyler, sino que también a nuestra familia.

Me convertí en asesino por su culpa. Mi abuelo me hizo el sujeto que era hoy en día, con un pasado tan horrible que estaba a un paso de regresar, porque yo cobraría la venganza que Tyler no pudo realizar. Él se quería vengar de mi abuelo, matando a mi familia, y yo haré exactamente lo mismo.

-Haré que se arrepienta de haber vivido, familia. Y para cuando eso suceda, haré que cada segundo de su tortura valga la pena. - Comentó al aire, alejándome después de dejar el ramo de flores sobre cada lápida de mi familia. Siento la ira recorrer mis venas mientras Aprieto mis manos en dos puños, estaba tan agotado mentalmente que sé que no podré controlarme.

Ni siquiera tenía intención de ver a alguien en este momento. Era tan doloroso saber la verdad que solo quería encerrarme, llorar y luego reflexionar sobre ello. Quisiera nunca haberme enterado de todo esto.

Quisiera nunca haber nacido, joder.

Estoy dentro de mi auto, sin saber muy bien qué hacer. Tenía el auto encendido y las manos en el volante, pero ni siquiera era capaz de comenzar a conducir hacia mi casa. Mi mente estaba hecha un completo lío, Olivia con sus jodidas amenazas, la verdad detrás de la muerte de mi familia, Grace y su obsesión por querer tenerme de vuelta, Dante.

Sabía que iba a colapsar en cualquier momento, pero necesitaba reordenar mi mente, mis problemas y ver que solución dar a cada uno de ellos.

Comienzo a conducir sin tener ninguna expresión en mi rostro. No quería demostrar debilidad ante nadie, porque a las personas no les importa tu dolor. Ignoran el dolor ajeno.

Estaciono frente a mi casa, notando que Paul, Jessy y Dante estaban en la entrada. Supongo que se habrán conocido, pero no le tomé mucha importancia.

Camino hacia ellos con la misma expresión neutral que cargaba con la ida al cementerio. Paul no dice absolutamente nada mientras que Jessy no paraba de hablar y eso estaba matando a mi cabeza. Realmente no quería que estuvieran aquí, menos viéndome vestido con traje y corbata como si hubiese ido a un funeral.

Necesitaba descansar de todo, porque mi mente ya se había agotado.

-Jessy, por favor, cállate. - Le pido en voz baja, sentándome en el sofá, apoyando mis codos en mis rodillas mientras escondía mi rostro entre mis manos, reprimiendo mis ganas de llorar. Supongo que el número de teléfono del abuelo ha cambiado y quizás nunca podré dar con él. - No quiero seguir escuchándote, ¿Sí? Solo por ésta vez, quédate en silencio.

-¿Dónde estuviste? - Indaga Paul en voz baja, buscando una respuesta que no encontraría. Mi ánimo no era el mejor y temía mucho desquitar mi odio con ellos cuando no tienen nada que ver con mis asuntos. - James... No está bien que quieras guardar tus sentimientos, ¿Bien? Estoy aquí, soy tu mejor amigo, ¿O acaso lo olvidas?

-Fui al cementerio. - Es todo lo que digo con el rostro escondido en mis manos. Todo se mantiene en silencio, así que decido levantarme e ir a la cocina por un vaso de agua. Suspiro, viendo el agua correr con mis manos apoyadas sobre el lavaplatos.

-Supongo que tenemos algo en común, James. - Susurra Dante, posándose a mi lado. No lo observo, tampoco respondo a ello. Él cierra el grifo del agua y suelta un suspiro. - Está bien si no quieres hablar de ello. No porque sea tu mejor amigo debes decirle todo el tiempo cómo te sientes. Puedes guardarlo para ti y cuando te sientas seguro hablarlo.

-Prefiero que no sepas nada sobre mí. - Murmuro con la única intención de huir, pero Dante sostiene mi mano, y por inercia, dirijo mi mirada a las mismas.

-¿Piensas qué no te conozco? Te he seguido de cerca, James, por el mero hecho de que tenía curiosidad sobre quién demonios era mi vecino. Porque sí, tú nunca lo supiste, pero éramos vecinos antes de que te fueras de la ciudad.

-¿Y por qué no vas donde la policía y les entregas tu testimonio? - Elevó mi mirada hasta topar con la suya. Mis lágrimas ardían en mis ojos, me dolía seguir reprimiendo mis sentimientos cuando ya no podía más. Él suspira, tirando de mí, de modo que descanso mi rostro en su hombro, y como sus manos acarician mi espalda. Ese gesto solo hace que suelte las lágrimas y solloce en silencio, pero ni siquiera correspondo a su abrazo. - ¿Por qué?

-Supongo que... Quería averiguar las razones por las que eres de este modo, ¿No? Y tal vez... Porque me gustas por quién eres.

-Soy un monstruo, Dante. Ni siquiera deberías sentir gratitud hacia mi persona y lo sabes.

-¿Y crees qué haré lo que me dices? Me salvaste muchas veces cuando ni siquiera te lo pedí y de algún modo u otro siempre estás ahí en mi vida, metiéndote como si yo realmente te importará. Supongo que a fin de cuentas, nosotros no somos tan distintos el uno del otro, ¿No crees?

Eso me hace sonreír mientras lloro. Me alejo de él, viéndolo de reojo, porque odiaba que me vieran llorar de manera tan débil, pero Dante se atreve a quitar las lágrimas, viéndome extrañamente, con muchos sentimientos pasando por sus ojos, pero resultaba ser agradable.

Él no me odiaba a pesar de conocerme de mucho antes. Probablemente nunca me di cuenta de quiénes eran mis vecinos por estar tan enfocado en mi búsqueda de la venganza y el causante de la muerte de mi familia.

Pero se sentía bien.

Yo me sentía bien.