Capítulo 14

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"¿Gustas compartir una taza de té conmigo hoy?"

Fue el rebuscado mensaje que mi madre me había enviado esta mañana, de hecho fue el sonido de un mensaje nuevo en mi móvil lo que me despertó y por más fastidiada que estuviese, Chloe me había persuadido de aceptar, y en el fondo, aunque no quisiese admitirlo, yo quería ir. No porque ya hubiese olvidado lo que había pasado pero si quería, por lo menos, intentar superar el pasado, considerando que no me hacia ningún bien.

Chloe se ofreció a llevarme, ya que iba a salir con Logan y podrían dejarme de camino. Así que sólo me arreglé y después de almorzar, me dejaron frente a la ya conocida casa. Pasé la mano por mi cabello y toqué la puerta, mordiendo el interior de mi mejilla. Mi madre apareció del otro lado con una sonrisa un momento después, usaba un lindo vestido veraniego de color beige que llegaba hasta sus rodillas y realzaba su figura.

- Estaba justo bajando el agua de la cocina. –Exclamó y sonreí levemente. –Pasa cariño. –Se hizo a un lado y después que había pasado besó mi mejilla.

- Pasé a una pastelería y pensé traer unas galleticas. –Me encogí de hombros, señalando la caja que tenia entre mis manos y ella sonrió aun más.

- Perfecto. –Se dirigió a la cocina y la seguí lentamente. – ¿Puedes traer esos platos que están sobre la mesada? -Señaló con su cabeza ya que en sus manos llevaba la tetera, el azucarero, cubiertos y tazas en una bandeja entre ambas de sus manos. Asentí y tomé lo que dijo.

La seguí hasta el patio trasero y caminamos por el pequeño sendero de piedra hasta la mesa, que se encontraba posicionada de modo que diera algo de sombra. Estaba perfectamente decorada con un florero en el centro relleno con delicadas flores en tonos pastel. Mi madre dejó la bandeja allí y me hizo señas para que caminase hasta la mesa. Me ayudó con los platos y las galletas, tomándolas para acomodarlas perfectamente en uno de los platos que había traído.

- Siéntate. –Dijo, señalando la silla frente a la que ella se había sentado. Así lo hice y crucé mis piernas.

Acomodó una de las tazas sobre un plato frente a mí para luego hacer lo mismo frente a ella. Tomó la tetera y sirvió el humeante té. Le añadí un toque de miel y lo removí. Ella por su parte colocó dos cucharadas de azúcar.

- ¿Estás en el descanso por las festividades? –Preguntó, dándole un sobro a su té. Asentí.

- Si, desde el pasado viernes. Supongo que retomaremos las actividades académicas unos cuantos días después de año nuevo.

- Hablando de eso, ¿Qué harás para la fecha?

- Aun no lo sé, tal vez vaya con mi padre o con Chloe y Nick. ¿Tú? –Diría que le pregunté por amabilidad pero la verdad es que su curiosidad de alguna manera, despertó la mía.

- No tengo planes todavía. –Dejó la taza sobre la mesa y tomó una galleta con chispas de chocolate.

Y la conversación entre ambas sólo se fue dando, mientras las galletas solo desaparecían del plato y la tetera iba vaciándose a medida que el tiempo pasaba y las preguntas comenzaban a ser más profundas y menos superficiales.

- Así que, ¿qué has estado haciendo? –Pregunté.

- Sigo yendo con el psicólogo de vez en cuando me siento sola o cuando tengo pesadillas. Según él, he mejorado mucho y dice que ya es hora de dejarlo. He estado considerando una oferta de trabajo que me ofrecieron en Londres.

- Oh. –Fue todo lo que dije, dándole un último mordisco a mi galleta de chocolate y avena.

- Aún no lo sé. Creo que es demasiado lejos.

El mujeriego está bajo mi cama (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora