Capítulo 23

72.2K 4.5K 486
                                    

Jamás pensé que pasaría la víspera de año nuevo con nada más y nada menos que, cólicos.

Maldito sea ese momento del mes, pensé con un gruñido.

Mi padre había pasado hace unos minutos tocando a la puerta de mi habitación, preguntando de qué tenía ganas para hacer hoy, ya que después de todo era víspera de año nuevo, así que lo que normalmente hacíamos era salir y esperar que se hiciera medianoche para el feliz año nuevo.

Quería ciertamente matarme, padre, pensé con un gruñido.

Le había dicho que iba a arreglarme y habían pasado alrededor de veinte minutos en los que sólo me dediqué a revolcarme de dolor e irritación en mi cama de un lado al otro.

Pasé dos pastillas con un vaso de agua y me levanté desganada hasta el baño. Quizá un baño caliente calme los cólicos aunque fuese un poco. Me senté en la tina luego de haberme sacado el pijama, que no me quité en todo el día, y suspiré, cerrando mis ojos y echando mi cabeza hacia atrás.

No sé cuantos minutos pasaron pero entre las pastillas y el baño, me sentía un poco mejor. Salí y envolví una toalla alrededor de mi cuerpo. Mi móvil sonaba sobre la cama.

Sonreí y contesté. – ¿Bueno?

- Hola, Adam. ¿Cómo estás?

- Bien, yo, sólo llamaba para, umm, ver qué harías hoy.

Me tomó por sorpresa, no voy a negarlo. –Umm, bueno, mi padre ha dicho algo sobre salir a dar una vuelta, ya sabes, no hay mucho más que hacer.

- Claro, entiendo. –Su voz sonaba neutra.

- Vamos idiota, díselo de una vez. –Habló una voz a lo lejos que distinguí como Ethan. Reprimí una risita. –Hola Carter.

-Hola Ethan. –Saludé con una sonrisa que agradecía ellos no pudiesen ver.

- Dame eso. –Reclamó a lo lejos la voz de Adam y quise romper en carcajadas.

- Lo que Adam quiso decir es, ¿qué si gustas ir con nosotros al Times Square para recibir el año?

- ¡Imbécil! ¡Yo iba a preguntarle eso! –Refunfuñó Adam.

- No ibas a hacerlo, hermano. Sólo he facilitado el trabajo.

- Chicos, sigo aquí. –Dije, riendo.

- Oh, cierto. Toma. –Dijo Ethan y supuse que le tendió el móvil a Adam.

- Bien, gracias. –Habló Adam con cierto sarcasmo. –Entonces...

- ¿Entonces?

- ¿Quieres ir con nosotros?

Mordí el interior de mi mejilla. –Debo hablar con mi padre pero, claro, me encantaría.

- Perfecto. Entonces nos vemos en un rato.

- Si, adiós.

- ¿Ves idiota? Te dije que no iba a decir que no. –Habló Ethan antes de que la línea muriera.

Sonreí como idiota por un par de segundos antes de oír unos golpes en mi puerta. – ¿Estas lista, cariño?

- Dame cinco, pa. –Y corrí a abrir mis valijas, buscando que usar.

Las faldas estaban descartadas para hoy a causa del frío, así que serían unos jeans. Los negros estarían más que perfectos. Una camisa de tirantes blanca, mis converses negras y un abrigo largo que me llegaba por debajo de los muslos.

El mujeriego está bajo mi cama (En edición)Where stories live. Discover now