Capítulo 55: Por fin paz

6.5K 468 6
                                    

Que pena ya se acerca el final de este libro, espero que hayais estado disfrutando de él tanto como lo he hecho yo escribiendolo.

Narra Ambre

Tome el cuerpo muerto de Atlanta y emprendi el camino de regreso. La carrera se me hizo muy larga, demasiado.

Cuando llegue me encontre que todo había acabado, algunos se dedicaban a quemar los cuerpos muertos de vampiros y sirenas y otros charlaban. Vi que había un grupo de sirenas de gran número sentadas en la arena y siendo vigiladas como prisioneras.

--- Se han rendido -dijo Carlisle acercandose a mi- en cuanto Camille nos conto que habías matado a Atlanta, todos se rindieron. Ya no tenian por que luchar.

Camille una vampira nomada que tenia el don de saber si alguien seguia vivio o estaba muerto y en el caso de que estubiera vivo era capaz de localizarlo. Era algo asi como una rastreadora pero no tan precisa como Demetri.

--- Ya veo -me limite a decir. Seguia herida y la sangre no dejaba de emanar. Me hacerque a las sirenas que se habían rendido. Deje el cuerpo de la ex Reina en sus pies.- Os entrego el cuerpo, haced lo que querais con el. Teneis permiso para darle um entierro digno. -dije. Ellas me miraron desconcertadas. Jamás se habia echo algo asi con el cuerpo de el lider de un ejercito enemigo. Normalmente se humilla al ejercito destrullendo el cuerpo del lider o haciendo algo horrible con el. Como cortarle la cabeza y ponerla en una estaca o algo asi. Eso era lo que había echo Atlanta con sus enemigos, humillarlos publicamente. Pero yo no iba a hacer algo asi. Entregandoles el cuerpo muerto dejaba en claro que lo que queria era la paz y la amistad, no una humillacion pública.

Me di la vuelta y me fui hacia donde estaba Danielle. El dolor comenzaba a ser insoportable. Al parecer habían varios heridos, sobretodo licantropos. Los metamorfos y los vampiros se curabam muy rapido. Vi a Emmet sovandose el brazo, seguramente le habria mordido algún vampiro.

--- ¡Ambre! -exclamo Dan al ver la sangre.- Vamos sientate. -me hizo sentarme en un arbol caido y de un tiron rompio mi camiseta, para que de esa forma los trozos de ropa no infectaran la herida.- Vaya es bastante profunda, entiendo porque le esta costando curarse solo -dijo examinandolo. Entonces se concentro y puso la mano en la herida.

Su cuerpo empezo a brillar como una estrella y note como su energia se extendia por mi cuerpo y regeneraba las celulas dañadas. En unos segundos solo quedaba un pequeño corte sonde antes me habían apuñalado. Retiro la mano de la fisura y se aparto. Estaba algo palida pero no mucho.

--- Ya esta, me voy a atender a más heridos. -dijo dispuesta a irse.

--- Dan, -la llame antes- ¿Los otros estan siendo atendidos? -le preguntre refiriendome a los que apollaban a Atlanta.

--- Sí, pero no damos a basto. Nos hiria bien tu ayuda -dijo con una sonrisa. Asenti y me di la vuelta para irme a atender a los eridos. Entonces me llamo Dafne.

--- Ambre -dijo, mire hacia donde ella estaba, casi todas las sirenas que formaban parte de la revelion estaban agrupadas.- Nos gustaria haceros una petocion -dijo.

--- Habla -le dije sin reparos.

--- Sabemos que vos jamás habeis querido ser Reina -comenzo- Sin embargo, tomasteis ese papel durante cierto tiempo a pesar de que no era su deseo. Nuestra peticion es que ahora que Atlanta ya no reina, continueis ejerciendo esa posicion. Pero deseamos que lo haga, no porque se lo hayamos pedido, sino porque realmente lo desee. -en su mirada había cierto temor a causa de mi posible negacion.

--- Ambre, no lo ves -me dijo Mariam apareciendo detras de mi- Quieren que seas nuestra Reina, por propia voluntad. No porque te sientas obligada o en deuda. -se posiciono al lado de Dafne seguida de Danielle, Vivian, Mery, Sophie, Caroline, Hemma y Layla, quien tambien nos había ayudado a pesar de su edad- Y nosotras tambien -declaro.

Era cierto no queria ser Reina, pero quien sabe quizas no fuera tan malo. Podria hacer mucho bien por todos, y hacer que las leyes que una vez mi madre puso para el bien de nuestro pueblo, volvieran a cumplirse. Suspire y luego alce la mirada para dedicarles una sonrisa a todas.

--- Acepto con mucha honra -dije, sus rostros se iluminaron.

Todas se agacharon y arrodillaron ante la nueva Reina. Incluso las sirenas que habían apollado a Atlanta cambiaron de posicion y se arodillaron. En menos de un minuto todas las sirenas alli presentes, me daban su signo de lealtad y respeto.

Ya no había vuelta atras. De ahora en adelante, se me conoceria en el mar como la Reina Iliana, Soberana de los Oceanos. ¡Mecachis! Ya me estaba arrepintiendo.

Mareas Misteriosas {#Libro 1} [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora