CapÍtulo 18: A VECES TENGO MUCHA SUERTE Y OTRAS NO

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Jacob

Me desperté al oír que sonaba el teléfono. Miré la hora, las 09:00. Dios que ganas de molestar de buena mañana. La anterior noche me había quedado hasta las tantas patrullando y estaba hecho polvo. Me acerqué al teléfono y lo descolgué. Me sorprendió la voz que me habló desde la otra línea.

--- ¿Jacob? Soy Ambre  -mi ángel me llamaba.

Noté unas chispas en el estómago al escuchar su voz. Maldita imprimación, si seguía así se pensaría que soy un completo idiota.

--- ¡Ambre! Hola --exclamé como el bobo que soy.

Debía admitirlo me alegraba oírla, de hecho, el sueño se me había pasado de golpe. Si estuviera en forma lobuna seguro que meneaba el rabo como un poseso de lo contento que me sentía.

--- ¿Cómo has conseguido mi número de teléfono? Me alegro de oírte.

Desde que se había enterado de mi imprimación, por culpa de Sam, no había podido hablar con ella.

--- Bella me lo dijo. Escucha necesito hablar contigo de varias cosas muy importantes, ¿podemos quedar esta tarde?

Al instante supe que algo iba mal. Su tono era demasiado serio y formal. Estaba seguro que quería hablar de mi imprimación y, de momento, ese tema prefería evitarlo.

--- Está bien, supongo que tenemos que hablar. ¿Quedamos esta tarde en la playa de La Push? -dije serio.

--- ¿A las siete?

--- Vale.

--- Pues nos vemos allí. Lo siento pero tengo que dejarte, hasta luego. -cortó antes de que pudiera decir nada, se la notaba tensa e incómoda.

No me gustaba que estuviera así, pero lo entendía, a quién le gustaba enterarse de la noche a la mañana que un tío, que en un principio te quería matar, ahora no podia vivir sin ti. No me gustaba incomodarla de esa manera, esa tarde hablaría con ella. Yo no tenía prisa, quería conocerla más a fondo y esperaría lo que ella quisiera y aunque yo deseaba algo más, sería solo su amigo si ese era su deseo. Aunque tenía ciertas esperanzas de que dentro de cuatro meses se vinculará conmigo, al fin y al cabo, eramos almas gemelas.

Hecho aún un matojo de nervios desayuné y me fui a patrullar. Estuve toda la mañana y parte de la tarde.

Seth estaba con Nessie, pero los demás estaban todos. No le culpaba, de hecho, entendía a la perfección su deseo de estar con ella. Claro que lo entendía, yo mismo estaba añorando mucho a Ambre. Esos sentimientos que me invadían me resultaban extraños, ni siquiera la conocía bien pero mi cuerpo y mi mente iban por libre. Cada vez que pensaba en ella algo dentro de mis entrañas se removía.

Cuando llegó la hora me dirigí hacia la playa. No me había dado tiempo a cambiar de estado cuando divisé una figura metida en el agua. Los pelos se me erizaron al ver quién era. Ambre estaba nadando hacia atrás, se veían las enormes brazadas que daba y vi una especie de aleta de pez de un color muy extraño. Con la luz se veían diferentes tonos de azul y verde, además de plateado; era la imagen más hermosa que había contemplado, Ambre convertida en sirena. De pronto, empecé a escuchar una melodía muy bella. Mi ángel estaba cantando.

Ella paró de nadar y empezó a acercarse a la costa mientras su melodía se iba apagando. Entonces sí la pude ver bien. Mientras se iba acercando el agua iba bajando, finalmente llegó hasta la cintura. Tragué saliva sintiendo como mi baba comenzaba a gotear. Estaba desnuda. Se captaban sus perfectas curvas, sus increíbles pechos cubierto por su largo pelo dorado. Siguió acercándose hasta dejarse llevar por las olas hacia la arena, entonces vi como de su larga aleta de sirena surgían dos piernas, fue como si mudase de piel y las escamas se cayesen y desintegraran dejando en su lugar dos largas piernas. Se levantó y pude ver todo su cuerpo al completo.

Mareas Misteriosas {#Libro 1} [EDITANDO]Место, где живут истории. Откройте их для себя