Capítulo 31: Instrucción. Vuelta en moto

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Las vacaciones de invierno ya habían comenzado. Habíamos hablado con el aquelarre de Denali y nos daban su apollo. Hacía mucho que no veia a Kate y Tanya, me alegre de saber que estaban bien, sin contar con el echo de que dos años atras habían perdido a su hermana Irina. Me sorprendio que Kate tubiera un compañero. Y más, que el hombre se estubiera adaptando tan bien a la dieta "vegetariana". Avisaron de que vendrian en un par de semanas de visita.

El aquelarre amazónico y irlandés tambien estaban de nuestra parte.

Carlisle temia que Amun se opusiera por el mero echo de que colaborariamos con los Vulturis. Pero Alice tubo la brillante idea de organizar un viage en el cual Esme, Carlisle y yo iriamos a Egipto para hablar con ellos. Había escuchado del don de Benjamin y me moria de ganas de verlo en persona.

Me levante perezosamente. Jasper había insistido en que le enseñara la forma de matar mas adecuada para cuando tus contrincantes son sirenas. Ya que su cuerpo no es tan facil de desmembrar que el de los vampiros. Así que esa mañana Mariam y yo les hariamos una demostracion. Para ello me habian echo levantarme a las ¡cinco de la mañana!, es que estaban locos que ellos no necesitaran dormir no significaba que yo tampoco.

Me puse unos patalones de chandal negros, una camiseta interior de encaje gris y una sudadera blanca marca Nike que iba con el pantalon. Me cepille el pelo y lo ate en una coleta alta. Sali de la habitacion y fui a la cocina. Necesitaba un café bien cargado urgentemente. Mire fuera por la ventana, aún no había amanecido. Fui al salon donde me encontre a Mariam en la misma situacion que yo. Con una taza de café humeante y vostezando. Sonrei al verla. Al menos no era la unica con sueño. Emmet y Jasper entraron a casa riendo.

--- Madre mia, que perezosas sois -dijo Emmet. Le dedicamos una mirada envenenada y ambas nos levantamos del sofa. De un trago me acabe el café solo de mi taza.

--- Yo de ti no reiria tanto. Te voy a dar una soberana paliza. -le dije desafiante. Me miro de arriba a bajo y luego esbozo una sonrisa malefica.

--- Cuando quieras enana -me dijo. Sabía cuanto odiaba que me llamara así.

--- Bueno vamos -dijo Jasper impaciente.

Corrimos al claro donde jugabamos a veisbol. Al llegar vi que estaba toda la familia. Al lado de Edward había un baul cerrado con candado.

--- ¿Qué hay dentro? -pregunte curiosa. Él sonrio y lo abrio. Dentro había todo de armas. Guchillos, espadas, porras con pinchos...- ¿Para que tantas armas? No las necesitais teniendo esos dientes.

--- Nosotros no, pero vosotras sí. No teneis dientes como los nuestros -le mire con mala cara. Con una dago o dos para cada una ya ubiera sido suficiente. No necesitabamos tanta cosa. Entonces me fije en unas sais que me gustaron mucho. Eran mis armas favoritas, las coji y las prove a ver como se deslizaban por mis dedos. Genial.

--- He Mariam -dije llamando su atencion- mira que chulada -le mostre las sais.

--- Yo prefiero las espadas. Pero molan, discretas pero letalea, muy apropiadas para ti. -dijo sonriendome. Yo le debolvi la sonrisa. Sip, me encantaban mis nuevas sais.

--- Venga empezad ya la clase. Que me aburro -dijo Emmet. Desde luego que poca paciencia. Nos posicionamos en frente de la familia. Mi padre incluido.

--- Las sirenas se matan como los vampiros, descuartizandolas y quemandolas. Arrancarles el corazon o clavarles algo no sirve de nada pues son capaces de regenerar sus organos y tegidos. Cortarles la cabeza es la unica manera de asegurarse de que no vuelvan. -explique.

Mareas Misteriosas {#Libro 1} [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora