Capítulo 15 Dentro de una burbuja

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-Eres solo mía, nadie más te tocara, solo me perteneces a mí ¡entiéndelo! –golpeo bruscamente mi frente con su dedo índice mientras escupía cada una de sus palabras.

-Solo me ayudó con mis cosas que se me estaban cayendo –baje la mirada.

-¿Y esperas que te crea? –presionó mi cuerpo contra el suyo y la pared mientras rodeaba mi cuello con sus manos.

-L-lo siento, no volveré a hablarle si no quieres –pude decir apenas ya que me estaba ahorcando.

Me desperté con el corazón acelerado y una ligera capa de sudor. Me incliné para agarrar mi celular y ver la hora: 3:47a.m. Mi boca estaba seca, baje por un vaso de agua. Tomé un sorbo y luego con toda mi rabia puse el baso en la mesa. Odiaba que después de tantos años que pasó todavía me siguiera controlandome, no podía dormir bien y las pesadillas se estaban haciendo cada vez más frecuentes y más reales, como si lo estuviera viviendo de nuevo. Son cicatrices que dejó y no solo físicas sino emocionales, cicatrices que ni el tiempo podrá borrarlas.

Me eché agua en la cara y luego me la sequé subiendo de nuevo las escaleras. Estaba furiosa conmigo misma por no poder hacer nada para recuperar mi vida, solo me quedaba esperar a que la vida siguiera y lo mejor que podía hacer era guarda todo esto dentro de mí.

De camino a mi cama dejé escapar un gruñido provocado por el dolor que recorrí mi pie derecho y subió por toda mi pierna, era los trozos de vidrio del espejo que había roto, me maldije a mí misma por no haberlos recogido en cuanto llegué. Prendí la luz y cure la herida que por suerte no fue profunda, tomé unas píldoras para dormir y me sumergí en la comodidad de mis sabanas.

-

Me desperté por el ruido de mi celular por un msn, era Liam e inconscientemente sonreí.

“Cariño,  te veo en el centro comercial en una hora (10:48a.m.)”

“Cariño” un apodo más a la lista, nunca me había llamado así. Ordené mi recamara y levante los vidrios, después tome una ducha y me puse mis jeans favoritos holgados una playera de cuello redondo un poco grande, unas botas de montaña y decidí recoger mi cabello en una trenza de lado, me sentí feliz y extrañamente linda. Baje a desayunar cereal con leche y fui a la parada de autobuses.

Pase por un callejón antes de llegar al centro comercial donde una voz femenina me llamó, entré al callejón donde había unos botes de basura del centro comercial y las altas paredes de ladrillo desgastado. Vi en un rincón a Claire con su perfecta presencia como siempre ¿qué hacía en un lugar como ese?

-¿Claire? –me acerqué a ella.

-¿Cómo te la pasaste ayer con mi novio? –dijo mientras se llevaba la uña del dedo índice a la boca.

¿Su novio? Pero Liam me besó y organizó la mejor noche de mi vida. No quería ni podía creerlo, debía de confiar en él y pensar que Claire me esté mintiendo.

-Liam ya no es tu novio, no sé porque no lo quieres aceptar.

Soltó un risa irónica –Cariño –fue donde entendí que Liam no me mandó el mensaje de que nos viéramos en la plaza, fue Claire desde el celular de Liam- Nunca hemos terminado, ¿no me crees? Te lo probaré.

Sacó su celular e hizo lo que parecía ser una llamada y la puso en altavoz, hasta el tercer sonido se oyó un “hola” de esa persona que no quería que fuese.

-Hola, amor –empezó a decir con su espantosa voz chillona- Mis padres salieron y no llegaran hasta mañana, se me ha ocurrido que como voy a estar solita toda la noche quizá tú me puedas hacer compañía.

Se oyó una pequeña risa de parte de Liam y contestó: -Me parece interesante tu idea, nos vemos al rato, nena, tengo que hacer unas cosas.

La llamada terminó junto con mi felicidad con la que había despertado.

-Solo te lo hago saber para que sepas que nos ha engañado a las dos y que salgas de esa burbuja. ¿Enserio pensaste que te haría caso? No eres suficiente para él que todavía está conmigo.

-Nunca vas a ser suficiente para alguien más, deberías agradecer que yo todavía estoy contigo –agarró mi mandíbula y estampo sus labios contra los míos en un beso desesperado.

Di media vuelta y a pesar que cogía por la cortada en mi pie empecé a correr con las calientes lágrimas recorriendo mi rostro, al llegar al parque de la ciudad.

Tenía razón, como va a preferir un hombre a mí antes que a alguien como Claire con un cuerpo escultural, una cara hermosa con cabellos rubios. ¿A quién voy a engañar? No soy suficiente para nadie.

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Tristeza teñida de rojo |Liam & ___(TN)|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora