Capitulo 2 Los vecinos y el río

337 22 3
                                    

Abrí por final la puerta de la cabaña, era de dos pisos, demasiado vieja que crujía la madera por cada paso que diera ahí dentro, tenía dos cuartos, un baño, una pequeña cocina, un sótano y mi parte favorita: una sala de estar no tan grande pero si más que las otras habitaciones de la casa, un sillón enorme, una mesita de centro de madera y una pantalla colgada justo arriba de la chimenea.

Los vecinos más cercanos estaban a un kilómetro y la estación de autobuses a menos de medio kilómetro y solo pasaban cada hora.

Subía al cuarto más grande con vista al río que pasa cerca, había una cama matrimonia, un tocador, un closet y un pequeño televisor. Me dispuse a guardar todas mis cosas y a sacudir un poco.

Según mi madre, a unos pocos metros de esta cabaña fue donde conoció a mi padre. Ella estaba persiguiendo su pañoleta que se le había caído al río y por accidente chocó con mi padre, y empezaron a hablar. Nunca volvió a ver esa pañoleta.

Eran las 5:30 pm. Y ya estaba nublado. Tenía hambre y los gabinetes de la alacena estaban totalmente vacíos, tenía que ir al centro… Vaya comienzo. Antes de salir me aseguré de cambiar mi pijama de Batman y ponerme esto: http://www.polyvore.com/cottage/set?id=121141970Tomé las llaves y me apuré a llegar a la parada sino iba a perder el autobús.

El autobús estaba totalmente vacío a no ser por una persona sentada en el fondo, solo distinguí que era un hombre un poco ancho con las manos en los bolsillos y me miraba fijamente. Me senté lo más enfrente que pude, no me daba buena espina. El recorrido en autobús duraba 45 minutos y apenas iban 10. Empecé a morder mi labio inferior, la mirada sobre mí me hacía indefensa. Me sobresalté un poco cuando se sentaba junto a mí. Traté de no hacer ningún movimiento y solo ver hacía la ventanilla.

-¿Nueva en el vecindario?

Me tensé al instante, era como si mi garganta se hubiera bloqueado por completo y por lo tanto ni una palabra podía salir. Solo asentí.

-Tenía un buen rato que no ocupaban esa cabaña, él hombre que vivía ahí siempre se le veía distraído, al principio me saludaba pero poco a poco se tornó triste. Se dice que su matrimonio no funcionó…

-Era mi padre –dije finalmente con la mirada baja. –Soy ___.

-Mucho gustó, ___. Mi nombre es Geoff. Estoy a un kilómetro por si algún día necesitas ayuda en algo, vivo con mi esposa e hijo.

-Gracias… -no se me ocurría nada más que decir.

-Bueno…- se paró del asiento- aquí bajo yo. Mucho gusto ___. Por cierto, nunca vayas más allá del otro lado del rio…

“Nunca vayas más allá del otro lado del río” Esas palabras sembraron un escalofrío en mí. La idea de saber que había del otro lado del río, después de esos arbustos y ramas delante de la niebla que deja ver apenas unos árboles me aterra. 

________________________________________________________

Los links que aparescan durante la historia estaran igual en comentarios 

PD:No se les olvide votar(:

Tristeza teñida de rojo |Liam & ___(TN)|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora