Capítulo 14 Lo que te hace hermosa

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Llegué a casa después de estar casi toda la tarde con Connor, después de comer empecé a ordenar. Baje al sótano donde estaba la lavandera junto con una secadora, no estaba segura de si habían estado todos estoy años aquí pero no las oba a desperdiciar. Mi celular sonó, era un mensaje de Liam.

“Quiero disculparme por mi actitud de la mañana, ¿me perdonas? L (4:36p.m.)”

Decidí no contestarle, todavía estaba enojada.

“Creo que así no funcionara, ¿qué tal con una cena? Paso por ti a las 8:00p.m. No acepto un no por respuesta. Hasta entonces J (4:58p.m.)

Reí entre mis adentros por Liam, creo que iré a cenar con él. Busqué en mi closet algo decente pero nada, por lo que me dirigí al centro comercial con la tarje de crédito.

Después de pasar por 6 tiendas caí rendida en una banca, no había nada que se pudiera ver bien en mí, sería mejor que cancele a Liam.

-___ ¿eres tú? –me habló una voz femenina.

-Ruth, hola. –me pare a saludarla.

-No te había visto por aquí.

-Estoy buscando un vestido para una cita.

-Afortunado el que será tu cita, ¿necesitas ayuda?

Al parecer Ruth no sabía que iba a salir con su hermano, solo acepté y me llevó por mas tiendas pero no había nada. Entramos a una tienda donde la ropa se veía muy costosa, sabía que no tenía que entrar allí pero vi a un vestido color vino demasiado sencillo y hermoso a la vez, me hacerqué a este y vi el precio.

-¿Te gusta ese? –me preguntó Ruth.

-No creo que pueda pagarlo…

-Pruébatelo y veremos qué podemos hacer. ¿Vale?

Entré al probador, antes de salir a enseñárselo a Ruth me vi en el espejo, me llegaba hasta la rodilla y mis brazos estaban al descubierto, no había dejado nada al descubierto durante muchos años.

-¿Lista?

No respondí por lo que se vio obligada a entrar, en cuanto me vio fue a abrazarme y secar mis lágrimas.

-¿Qué… qué ocurre?

-No puedo salir así… no puedo verme bien con nada…

-Tranquila –pasó su mano por mi cabello- Eres hermosa ¿sí? Quien haya dicho lo contrario de verdad estaba mal, y el que será tu cita si en verdad te quiere no mi mirara tus defectos –Me alzó la mirada- Mírame. Los defectos de las mujeres son sus cualidades.

Opinaría distinto si me hubiera conocido un par de años antes, pero agradecía mucha sus palabras. Compré el vestido porque no quería llamar la atención de la gente que estaba en la tienda, lo único que quería era salir de ese lugar lo más pronto posible.

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Estaba enfrente de mi tocador viendo el resultado final de mi intento de verme bien. Cayó una lagrima sin previo aviso y antes de que pudiera darme cuenta el espejo se rompió en cientos de pedazos causado por un marco que lancé donde contenía una foto de mí cuando tenía doce, tenía una calcetas de colores y un horrible vestido, mostraba una sonrisa en mi redondo rostro cubierto de pecas. Salí de la habitación dejando el desorden y un portazo detrás.

Salí con Liam esperándome recargado en su auto, al verme mostro una gran sonrisa y luego fue a saludarme con un beso en la mejilla.

-No me contestabas lo mensajes, así que tomé tu silencio como un sí.

-Que considerado eres por pensar en que por supuesto que iba a aceptar.

Subimos a su auto, en todo el camino no dijimos nada. No me había dado ni un solo comentario sobre cómo me veía, no quise ilusionarme más con eso.

Subimos por una colina que al parecer era la de los tulipanes y que ahora había encontrado una ruta para subir en auto. Salí de auto con ayuda de Liam. Los tulipanes estaban iluminados por luciérnagas y la luz de la luna.

-Es aún más hermoso de noche.

-Nada tan hermoso como tú esta noche y todos los días.

Nos sentamos en una mesa que estaba en un lugar cerca de los tulipanes pero sin dañarlos. Sirvió vino.

-Brindemos porque has  disculpado a este hombre con un mal temperamento.

Después pasó su mano por encima de una charola cubierta con aluminio.

-Ruego porque no sea pozole.

-Lamento no poder cumplir tus expectativas con la comida mexicana, es lasaña vegetariana casera.

Di un bocado: -Quiero felicitar a tu mamá.

Se llevó una mano al pecho en señal de ofensa, no aguante las ganas de reír –Temo que esto lo he hecho yo solo –alcé una ceja- está bien, mi madre me ayudo –alcé aún más la ceja- ¡Bien! Yo fui a comprar los ingredientes, no es fácil lidiar con el tráfico de esta ciudad –empecé a reírme.

Después de cenar no sentamos sobre una manta junto a un árbol, con cautela, Liam me rodeo con su brazo, me puse un poco tensa al sentir su mano cerca de mi cintura.

-¿Sabes que te hace más hermosa?

-Mmmm… no –mordí mi labio inferior.

-Que no sabes que tan hermosa eres. Muchas mujeres lo saben y lo utilizan en su beneficio sin darse cuenta del daño que le pueden provocar a quien en verdad las quiere –tomo mi rostro en tre sus manos- Vas por la calle tan sumida entre tus inseguridades que no te das cuenta de cuantos hombres babean por ti y entre ellos yo me incluyo. ___, me gustas y no solo es por tu físico sino también por lo que más importa: tu sencillez, valores, esa fragilidad que me hace querer estar cada minuto a tu lado para estar segura de que no te pasara nada.

Mis ojos se inundaron de lágrimas, era el primer hombre que me hacía sentir linda y que me aseguraba que lo era.

Nuestros labios se juntaron en un beso lento y profundo cerrando mis ojos que a su vez provocaron que las lágrimas se deslizaran en mis mejillas, Liam se percató de eso y sin dejarme de besar limpió delicadamente mis lágrimas con sus pulgares.

Aquí está el segundo capítulo del día de hoy, el link que apareció también esta en la parte de comentarios.

 

Tristeza teñida de rojo |Liam & ___(TN)|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora