capítulo: 20

518 91 11
                                    

Mi corazón late por mil, estoy nerviosa. Más ahora me encuentro con emely, no hace más que comerse el helado de chocolate que tiene en manos. En eso se parece un poco a mi, se come todo como si no hubiera un mañana, sin contar que su cuerpo es de infarto. Se me queda mirando unos momentos como si no supiera que me pasa.

-¿qué te pasa?.

-después de durar media hora comiéndote el helado, ¿ahora preguntas?.- ella sonríe mientras sigue lamiendo.

- es que está bueno, pero adelante dime que te pasa.- me niego.-¿ sales con Gabriel?

-¡qué no!.- esta es la décima vez que me lo dice.- pone cara de perro.

-No me refiero de esa forma, se le ve que es todo un mujeriego.- si ella supiera.

- el no es así, es lo contrario a lo que dices.- ella me mira sorprendida.

-¿o sea, que si hablas con el y todo eso?-. Asiento.

-Vaya.- parece pensar lo que va a decir.- ¿qué hay de Luis?

-¿cómo sabes eso?.- ella baja la cabeza.

-temo decirte esto, no quiero..- espero que no sea nada malo.

-dime.- estoy nerviosa.

-antes de ayer estuve con Anthony ya que a el se le ocurrió ir a mi casa, yo me negué a que entrará por supuesto, mis padres no aceptan.- le hago señal para que siga.- escuché que le pidió a Luis salir contigo.

-¿que?.

- lo supuse por como el te pone eso típicos apodos, de seguro se enojó por lo último que le hizo Gabriel.

-¿qué le hizo Gabriel.- el me mira.

-¡¿No lo sabes?!. - niego.

-casi lo mata, tuvo que pasar la noche en el hospital por los golpes tan fuertes, y como ya sabrás Gabriel es el hijo del dueño de la Universidad, nadie se atreve a ponerle una mano encima.

Mi cuero se estremece. ¿lo haría por mi historia? ¿por lo que le conté que me pasó hace años?.. me duele, me está doliendo el echo de que me hayan vuelto a engañar, quisiera culpar a todo el mundo pero ese método ya tengo que dejarlo. Mi corazón se oprime al saber que todo aquello de la cita fue un engaño, me volvieron a ver la cara de boba otra vez. Pero peor soy yo por haber creído que alguien como el se fijaros en mí. Tengo ganas de llorar no lo niego pero eso sería hacerlos ganar y yo Julia Pilar, no pierdo en nada.

-lamento decirte esto.

-esta bien.- digo.- me tengo que ir, te veo luego.

- Ok, me mensajes por chat.- asiento.

Sigo el camino a casa, no me queda tan lejos. Siento unas lágrimas bajar por mis mejillas que de seguro están coloradas. No se si es mi imaginación pero veo el auto de Gabriel seguirme los pasos, los cristales son oscuros pero no decido mirar ni pararme, no tengo muchas ganas de hablar ahora, no quiero hacerle daño a nadie, suelo ser muy espontánea cuando me enojo y lloro al mismo tiempo, tengo miles de emociones ahora.

Cuando estoy a punto de llegar cuando lo veo bajar del coche como alma que lleva el diablo para poder alcanzarme. Ni camino rápido ni lento, sólo tengo la mente en blanco intentando no pensar en nada malo que me haga daño.

-¡peppa!.- me gusta pero sigo caminando, es cuando siento su mano tomarme el brazo desecho.

-¿que?-. No entiendo sus emociones ahora mismo pero la cara que ha puesto no la entiendo.

-¿has estado llorando?.- me pregunta mientras seca mis mejillas rosadas.-¿por qué?.

- no he llorado.- hago el mejor intento de mentir.

-te conozco Julia, ¿qué te pasa?-. Suena lo más cariñoso del mundo.

-¿por qué golpeaste a Anthony?.- el frunce el ceño.

-¿por eso estas así?. - niego.- lo hice por que se lo merecía, nadie, ningún hombre tiene derecho a decirle a una mujer lo que lente dijo.

- no debiste hacerlo.

-¡¿por qué?!-. Lo dice frustrado.

- por que todo fue idea de el..- el parece no entender.- El planeo todo con lujos, ¿entiendes?.

-estas diciendo..- asiento.- lo siento ,Julia.

- tengo que entrar.- el sigue tomándome el brazo.

-mírame.- ¿por qué tiene hacerme esto ahora? Ahora que estoy tan débil y justamente con el.- Julia mírame.

-¿qué?-. Intento mirarlo a los ojos.

-créeme cuando te digo que eres lo suficiente hermosa como para no tan sólo acabar con el, hasta conmigo cariño.- diablos.- que te importe una mierda eso, el. Como quiera no me gustaba para que fuera tu novio.

- Ahora lo dices.- digo mientras intento sonreír. - ¿sabes lo peor?.

-¿qué?.

- el muy idiota quedó de venir hoy en la noche, o sea ahora.- el frunce el ceño.

-¿hablarás con el?.- no tengo el valor.

- Tengo tantas ganas de partirle la cara, pero eso sería rebajarme.

-tienes razón. - dice repartiendo caricias en mi rostro.

-vamos al patio trasero.- lo sigo. ¿que hacemos?, ¿quieres que hable yo con el?.

-¡no!, no vayas a meterte en problemas.- el sonríe.

-en realidad me encanta partir caras, a quienes se lo merecen por supuestos.

-y a me he dado cuenta.- digo, pero también noto como no ha soltado mi mano desde hace rato y tiene cara de No querer hacerlo.

-¿cómo supiste todo?.

-emely, ella me lo dijo.

- ¿viste buenas intenciones en ella?.- me pone alerta. - lo digo por que ella fue novia de Anthony y hay que tener precaución.

-parece estar tranquila, también me dijo que terminó con el.

- bien.- dice.- ¿te sientes mejor ahora?.

- si.

-¿puedo preguntarte algo?.

- si.

-¿ por que preguntaste lo de Kevin tan de repente?.

》dile la verdad《

-sabes que soy curiosa y no me gusta perderme ningún detalle de lo que pasa en tu vida.- el asiente.

-estuve hablando con el.- espero a que siga.- le dije que no podemos estar juntos.

》¿te alegras?《

- que mal.- el sonríe al ver mi forma tan falsa de decirlo.

-¿ en serio? .- niego.

-debo aclarar que tampoco me gustaba para que fuese tu novio.- el sonríe aún más.

-¿rompemos una regla?.- no se aquel se refiere, pero acepto todo lo que venga de el.

- si.- es más lo digo emocionada.

Me besa. Sus gruesos y a la vez finos labios se posan en los míos, no es un beso grave pero tampoco lento, es como si ambos queremos esto hace ya mucho tiempo, muerde delicadamente mi labio inferior haciéndome soltar un quejido, pero no de molestia. Es más de deseo, de gusto, no sé de dónde saco el valor pero lo beso de vuelta, esta vez tiernamente, como si el mundo se fuese acabar hoy, como si los dos estuviéramos más que enamorados.

curvas ©Where stories live. Discover now